El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) anunció este viernes que aumentó su capacidad para realizar identificaciones individuales y masivas al incorporar un potente sistema informático que fue implementado en otros países con resultados asombrosos como lo fue la identificación de víctimas del atentado del 11-S, ocurrido en 2001 en los Estados Unidos.
“La identificación es un proceso complejo, en el cual la genética cumple un rol importante, pero no es el único elemento. Lo particular de este nuevo software es que incorpora y compara la mayor parte de las variables con las que trabajamos en una identificación forense. Por supuesto que se trabaja con las variables genéticas, y con un nivel muy amplio, potente y preciso. Pero el sistema informático va también más allá”, explicó Luis Fondebrider, miembro fundador y director ejecutivo del EAAF.
El software incorporado es el M-FISys, la sigla en inglés de Mass Fatality Identification System (Sistema de Identificación para Fatalidades Masivas), y originalmente fue desarrollado por la Gene Codes Corporation de los Estados Unidos y utilizado por la morgue de Nueva York para identificar a las víctimas del atentado a las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001.
Desde entonces, el sistema ha evolucionado en sus capacidades y actualmente es considerado uno de los más potentes y precisos del mundo para fines identificatorios, así como para otras utilidades en genética aplicables a la criminalística forense.
Entre sus usos destacados, el M-FISys®️ sirvió para la identificación de las víctimas del vuelo 587 de American Airlines y las víctimas del tsunami que se cobró la vida de más de 200.000 personas en Tailandia, entre otras muchas circunstancias.
“Su principal potencial es la posibilidad de almacenar una enorme cantidad de datos antemortem de la víctima, como ser datos antropológicos (sexo, edad, altura, entre otros), odontológicos, de patologías, tatuajes, fracturas y otra información individualizante proveniente de fichas médicas y entrevistas con familiares, además de los perfiles genéticos. Por otro lado, se incorporan los datos postmortem que los antropólogos encuentran en el campo y analizan, como la geolocalización del lugar de hallazgo, tipo de fosa, datos antropológicos del esqueleto, perfil genético, entre otros. Esto significa que hay una cantidad enorme de datos que se cruzan de manera multivariable, en eso se basa la comparación masiva”, explicó el doctor Carlos Vullo, coordinador del Laboratorio de Genética Forense del EAAF.
La potencia del software incorporado por el EAAF radica en su capacidad para comparar grandes cantidades de datos que son los que ayudan en las tareas de identificación y, entre otras funciones, el sistema presenta coincidencias de perfiles de ADN, provee cálculos de razones de probabilidad y genera informes completos de coincidencias con estadísticas.
Para realizar esta última función utiliza bases de datos de estadística poblacional o de grupos particulares, según el tipo de caso que se esté trabajando. “Estas posibilidades facilitan el acceso a la información forense de ADN en una escala sin precedentes: el sistema permite integrar y filtrar fuentes de datos y habilita a realizar controles de calidad y análisis complejos", especificó Vullo.
Asimismo, añadió que el sistema “cuenta con todas las herramientas para catalogar el ADN y una gran cantidad de información complementaria de restos humanos no identificados y de los familiares de las víctimas”, lo que permite "establecer el valor y los parámetros estadísticos del poder de la identificación con todos los parámetros para múltiples poblaciones, que pueden ser de Argentina como de cualquier otro país”, agregó.
Actualmente, el EAAF trabaja con dos softwares informáticos de comparación, pero la incorporación de M-FIsys facilitará, mejorará y potenciará la tarea de identificación de restos humanos ya que tiene más prestaciones que el más conocido software CODIS, utilizado por los Estados y dependencias oficiales. En tanto, las ONG como el EAAF y otras instituciones privadas utilizan, en cambio, el M-FIsys.
Subrayando las bondades del nuevo software, Fondebrider explicó que con su uso “vamos a poder mejorar nuestra capacidad de respuesta en los casos que ya estamos trabajando. Además estamos preparados para casos de tragedias masivas, que lamentablemente suceden. Es una de las herramientas informáticas más potentes que existen para mejorar nuestra capacidad de trabajo con la información que obtenemos en el campo, en el laboratorio y con las familias”.
El antropólogo, además, aclaró que no es necesario que los familiares que ya aportaron su muestra de sangre deban volver a hacerlo ya que “esa información será volcada por nuestro equipo al nuevo sistema. Toda la información será confidencial y sólo utilizada con fines identificatorios, como siempre sosteniendo nuestro compromiso con las familias”.
En Argentina, el EAAF fue fundado en 1984 y trabajó inicialmente en la identificación de personas víctimas del delito de desaparición forzada entre 1974 y 1983. Hasta el momento, recuperó más de 1.400 cuerpos, identificó a más de 800 personas y aportó pruebas en la mayor parte de los juicios de lesa humanidad.
Aún continúa esa labor, ya que tiene en resguardo más de 600 cuerpos recuperados del período 1974-1983 sin identificar. En las últimas dos décadas, su trabajo se expandió a otros casos que involucran restos de personas sin identificar o la búsqueda y recuperación de cuerpos de personas desaparecidas en todo el mundo.
Su Laboratorio de Genética Forense fue responsable de la identificación de 115 soldados argentinos que habían sido enterrados como NN en Malvinas.
El trabajo del EAAF con una gran cantidad de muestras recuperadas luego del atentado de la AMIA permitió la identificación de la víctima número 85 y, en 2017, trabajó en la recuperación e identificación de los tripulantes y pasajeros de una avioneta que había despegado desde el Aeródromo de Don Torcuato y caído en el Delta de Tigre.
También, a pedido de fiscales y jueces, el Equipo trabaja en más de 20 casos al año de desapariciones individuales o de hallazgos de restos sin identificar. “Este software va a potenciar nuestra capacidad de identificación en todos nuestros proyectos, ya que permite su aplicación transversal", sostuvo Vullo, y aseveró que se encuentran en la fase de instalación y capacitación.
"Comenzaremos a aplicarlo en el corto plazo en las bases de datos que actualmente contamos de restos de desaparecidos del período 1974-1983 y sus familiares, y también para soldados caídos en la guerra de Malvinas. Este sistema será implementado tanto en Argentina como en otros países que nos puedan convocar de América Latina y el mundo. Por ejemplo, en el Proyecto Frontera, para la identificación de migrantes desaparecidos en el corredor Centroamérica-México-Estados Unidos”, explicó Vullo.
El EAAF tiene su sede central y sus laboratorios forenses de antropología y genética en la Argentina. En sus 36 años de existencia trabajó en más de 65 países alrededor del mundo y actualmente tiene proyectos activos en más de 20 países. Se especializa en casos de violaciones a los derechos humanos, violencia institucional, trata de personas, víctimas de violencia política, étnica o religiosa, así como la intervención en casos de desapariciones y recuperación de restos.
El intenso trabajo y la destacada trayectoria le valieron al Equipo Argentino de Antropología Forense el reconocimiento que derivó en su postulación para recibir el Premio Nobel de la Paz 2020. El fundamento de la candidatura radica en “la tarea del EAAF en el ámbito de la ciencia aplicada a conocer la verdad y colaborar con la justicia”. La candidatura fue presentada por Karina Batthyány, secretaria ejecutiva del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, y Alejandro Villar, rector de la Universidad Nacional de Quilmes.
Además lanzó una biblioteca global de protocolos para la gestión de personas muertas por COVID-19 con el fin de promover normas seguras y el trato humano de familiares y fallecidos.
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