Un puente con la escuela en cuarentena: el trabajo de los tutores voluntarios con los alumnos del Barrio 31

La iniciativa, llamada Apoyo Escolar Barrio 31, se puso en marcha en abril de este año, poco después que se decretara la cuarentena. Con 50 voluntarios repartidos en todo el país, pretende conectar las familias con el estudio. El objetivo es promover la igualdad de oportunidades

Guardar
Victoria y Nahuel en plena
Victoria y Nahuel en plena clase de inglés

Jeremy (13), Nahuel (11), Dylan (10), Ivana (9) y Aldair (6) Rossi Olórtiga son cinco hermanos que viven el barrio 31. Desde hace tres meses no asisten a la escuela primaria Juan José Castelli, un espacio fundamental para su desarrollo y progreso. Hoy intentan seguir con su escolaridad a través de las plataformas online. El acceso a Internet y tener una computadora son la clave. Parece algo elemental, pero en los barrios vulnerables del país, eso puede convertirse en un desafío.

En un contexto de adversidad, un grupo de voluntarios entusiastas decidió tomar las riendas de ese reto, creando así un apoyo escolar para los alumnos del barrio de Retiro.

“No somos maestros ni tampoco pretendemos serlo. Lo que no queremos es quitarle la oportunidad a estos chicos de seguir aprendiendo. Lo que hacemos es un acompañamiento personalizado, adaptado a cada necesidad”, explicó a Infobae Emilio Cornaglia, promotor de esta ambiciosa iniciativa junto a Catherina Dhooge.

El origen de “Apoyo Escolar Barrio 31” no nació en un aula, sino en una pista de skate. Desde 2018, en la Plaza Manzana 99 funciona una escuelita de ese deporte urbano, que tiene como objetivo fomentar esa práctica, pero al mismo tiempo brega para que se despierten vocaciones, además de los valores propios de la actividad. “Con la pandemia tuvimos que poner en pausa los encuentros semanales. Varios chicos se quedaron sin sus prácticas. Pensé de qué manera podría colaborar mantener la escuelita”.

En contacto con Catherina -también voluntaria escolar del barrio de Retiro- idearon un plan virtual para mantener el vínculo que habían creado a lo largo de estos años.

Flor ayuda a Ivana, se
Flor ayuda a Ivana, se hablan todos los días por Whatsapp y se juntan tres veces a hacer la tarea, y el resto del tiempo, aprovechan para hacer dibujos y hasta compartir películas

Estos dos jóvenes se propusieron buscar aliados para llegar a una gran cantidad de familias En una tarea minuciosa, lanzaron la convocatoria para reclutar tutores voluntarios. “A cada interesado le solicitamos que especifique para qué materias y áreas podría dar asistencia”, cuentan.

Empezaron con 15 tutores, y hoy ya son casi 50 de todo el país. Así, cada uno de ellos se convierte en un ‘profe’. Entre todos planifican la logística y preparan las clases de manera virtual, siguiendo las consignas que reciben los chicos por parte de sus maestros de escuela.

Adjuntar la tarea por e-mail, conectarse al whatsapp web o sumarse a una sesión de zoom son rutinas que la pandemia obligó a niños y adultos a incorporar .“Para la gran mayoría de los habitantes de los barrios vulnerables es la primera vez que se enfrentan a estas herramientas digitales, impidiendo así que puedan seguir las lecciones”.

Ante esta realidad, la modalidad de las tutorías y las frecuencias se ajustan a cada familia. “Más allá del contenido -que es importante- tenemos que adaptarnos a los distintos escenarios, hay familias que no tienen wifi, otros que no tienen luz, o que deben compartir una sola compu entre varios”, agrega.

A veces se organizan clases
A veces se organizan clases con más de un profe La empatía y el juego son una de las claves para generar un vínculo

El compromiso: la lección más importante

“Estamos haciendo alegremente cosas terriblemente serias”, reconoce Victoria Cachero, ingeniera Agrónoma egresada de la Universidad Nacional de Córdoba, que vive en Córdoba Capital y en su poco tiempo libre asumió con pasión coordinar la tutoría de los cinco hermanos de la familia Rossi Olórtiga. “La educación es un derecho fundamental, acá estamos haciendo nuestro aporte para que no se los prive”.

“Somos cinco voluntarios en el equipo. Pero en realidad somos seis, porque Kika, la madre, es la que asumió este rol para garantizar un futuro mejor a sus hijos. Está siempre predispuesta a mis sugerencias, les consiguió auriculares para que puedan mantener mejor la concentración, les armó una mesa para que tengan un espacio propio de estudio”.

Esta es la ayuda virtual que reciben los niños del barrio 31 - #Informe

No todo queda en el universo de las matemáticas, lengua o historia, también hay lugar para la música. Santiago (11) , también vecino del Barrio 31, le planteó a su madre sus ganas de tocar un instrumento “como los que veía en los grupos de música”. Se trataba de un piano.

A falta de Juan, su tutor asignado, se propuso asumir el reto. “Como no tenía un teclado le propuse bajar una aplicación en teléfono que simula uno. En la primera clase ya aprendió la canción del Feliz Cumpleaños. Es muy valorable las ganás que tienen”, admite.

La evolución tanto educativa como en el cambio de comportamientos de los chicos tras las clases se nota. “Es una alegría mutua ver cada progreso, la motivación de cada niño, y la autoconfianza que van adquiriendo. Si ellos no bajan los brazos, nosotros mucho menos”, coinciden de manera unánime.

Los tutores también aprenden

Todo los sábados se reúnen virtualmente para intercambiar y compartir las experiencias de la semana. Tienen guías con especialistas en educación. Pero además, como varios viven en el interior del país, toman nota de la historia del inmenso Barrio 31.

Con miras a futuro, Emilio y Cathy quieren expandir la propuesta post pandemia. “Cuando los niños puedan volver a las aulas queremos continuar con el acompañamiento. La educación es la mejor herramienta para que puedan progresar, disfrutando de su infancia con libertad".

Comprometida con la extensión de Apoyo Escolar 31, Victoria remata ."Lo hacemos con alegria, empatizando para fortalecer el vínculo. Queremos que pueda alcanzar todo lo que se propongan y les permita soñar con un futuro mejor”.

SEGUÍ LEYENDO:

Guardar