En la ciudad de Lobería, al sur de la provincia de Buenos Aires, no se había registrado ningún caso de coronavirus desde el inicio de la cuarentena obligatoria hasta los primeros días del mes de junio.
Este martes, sin embargo, una mujer de 40 años que trabaja en el lavadero del hospital municipal Gaspar Campos y estuvo con fiebre y dolor de garganta, dio positivo por COVID-19 y se convirtió en el primer caso confirmado de la ciudad y el tercero en todo el distrito bonaerense. Las autoridades identificaron luego al menos a 20 contactos estrechos de la mujer, que fueron aislados al igual que sus siete compañeros de trabajo en el centro de salud.
Como la mujer estaba en buen estado de salud general, no fue necesaria su internación y quedó aislada en su casa con seguimiento médico telefónico. Horas más tarde de que se diera a conocer la noticia, un puñado de vecinos de esa ciudad -que tiene aproximadamente 10 mil habitantes- se acercaron durante la noche a la casa de la mujer y arrojaron piedras y palos hacia el techo provocando algunos daños menores en la vivienda.
La mujer dio aviso al 911 y dos móviles policiales se dirigieron al lugar pero, para cuando llegaron, los agresores ya habían huído, por lo que no fueron identificados ni hubo detenidos por el hecho. Según informaron medios locales, el nombre y hasta la foto de la mujer habían circulado por grupos de WhatsApp vecinales, lo que aceleró su identificación y posterior agresión hacia ella.
Ante esa situación, la Municipalidad de Lobería emitió un comunicado para evitar episodios de violencia similares. En el flyer difundido en redes sociales, las autoridades municipales recordaron que un paciente con coronavirus no representa un riesgo mientras esté aislado en su casa e instaron a los vecinos a respetar su intimidad, no compartir sus fotos en redes sociales, no especular sobre su salud y a ofrecer ayuda en caso de que sea necesario.
“Invitamos a la comunidad a adoptar conductas empáticas y solidarias con las personas que están siendo tratadas por COVID-19, su entorno familiar y social”, expresaron. La mujer ahora continúa aislada en su casa junto a sus hijo de 22 años y fueron aislados también su hijo de 19, su madre de 84 y su hermana y su cuñado, ambos de 58 años.
“Necesito agradecerles tanto amor hacia nosotros”, publicó en un mensaje en redes sociales una hermana de la mujer contagiada, en agradecimiento a las muestras de apoyo que recibió la familia tras la agresión. “Hoy nos toca estar de este lado, tal vez mañana te toca a vos o a un ser querido, la rueda gira para todos. Son tiempos muy difíciles, solo el amor nos puede salvar y gracias a Dios toda mi familia lo tiene”, agregó.
“Gente querida, no se queden con las piedras de anoche. Edifiquen sobre ellas desde el amor ¡Lobería no es eso!”, continuó su hermana en el posteo, según publicó el sitio 2261. “No olviden que lo que dan siempre vuelve. Cuiden y protejan a los suyos. Los abrazamos y pido a Dios por todos. Gracias infinitas a todo el equipo de salud y autoridades por estar junto a nosotros conteniendo a toda la familia”.
En el distrito, el caso de esta mujer se suma al de un matrimonio de la localidad de San Manuel que regresó de un viaje a Chile y ya están recuperados. En este último caso, sin embargo, no se sabe aún cuál fue el nexo epidemiológico para que la mujer terminara contagiada, ya que en el hospital donde trabaja no hay casos confirmados, ni tampoco hay vínculos por el momento con los casos de la ciudad Necochea, que está a 50 kilómetros y tiene 23 infectados. Ninguno de sus contactos estrechos presentó síntomas hasta el momento.
En la ciudad de Lobería, mientras tanto -donde según el último reporte diario hay 57 personas en cuarentena preventiva y otras 125 que ya la finalizaron- continúa el aislamiento obligatorio pero se habilitaron en los últimos días de mayo el ciclismo, la pesca y las salidas a correr de forma individual en horarios específicos y en zonas alejadas.
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