Con motivo del quinto aniversario de la primera marcha por #NiUnaMenos, cuyo disparador fue el femicidio de Chiara Páez en Rufino (Santa Fe), distintas agrupaciones realizaron una concentración en la Plaza de Mayo durante las horas de esta tarde.
“Para gritar juntas contra los femicidios, travesticidios, negativas de la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) y demás violencias. Vamos a denunciar que el Estado y el gobierno son responsables, y a exigir medidas concretas en favor de las mujeres y disidencias”, propuso en un comunicado la agrupación de Mujeres Juntas y el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST).
A pesar de los reclamos permanentes, en lo que va del año una mujer fue asesinada cada 26 horas. Con el encierro, durante los últimos dos meses, los casos crecieron exponencialmente. Solo en la Provincia de Buenos Aires, las denuncias a la Línea 144 aumentaron un 60%: ocho de cada diez llamados son de mujeres que sufren violencia en el hogar.
Desde su página oficial y redes sociales, el colectivo de activistas feministas “Ni Una Menos” propuso distintas actividades para esta fecha. A las 18 se llevó a cabo la lectura de un documento colectivo. A las 19, un ruidazo se replicó en todas las provincias del país en puertas, balcones, ventanas y barrios. El cierre se dio a las 21, con un proyectorazo.
Asimismo, este miércoles el Congreso de la Nación se iluminó de violeta, el color que caracteriza al movimiento #NiUnaMenos, en apoyo a la lucha contra la violencia machista.
Justamente allí, el 3 de junio del 2015 la convocatoria de Ni Una Menos reunió alrededor de 300.000 personas. Los femicidios, el abuso sexual, el acoso callejero y la clandestinidad del aborto salieron a la luz y tomaron una dimensión que no habían tenido hasta ese momento.
La noche de la movilización, la actriz Erica Rivas, el actor Juan Minujín y la historietista Maitena leyeron un documento donde se detallaban datos sobre la situación de violencia contra las mujeres en Argentina y en el que se planteaban cinco reclamos puntuales.
El reclamo principal: la implementación del Plan Nacional de Acción para la Prevención, la Asistencia y la Erradicación de la violencia contra las mujeres, que establece la Ley 26.485. Le seguían que se garantizara el acceso de las víctimas a la Justicia; la elaboración de un Registro Oficial Único de víctimas de violencia contra las mujeres; la Educación Sexual Integral en todos los niveles educativos en todo el país; y la protección de las víctimas de violencia con monitoreo electrónico de los victimarios, “para asegurar que no violen las restricciones de acercamiento que les impone la Justicia”.
Cinco años después de esa histórica marcha, algunas cosas cambiaron. ¿Una de las más importantes? La creación de un registro oficial de femicidios que, hasta ese momento, eran relevados por la Organización no gubernamental Casa del Encuentro con datos de lo que se publicaba en los medios.
A pedido de la Vicepresidenta de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Elena Highton de Nolasco, se presentó el Primer Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina. "Solo dimensionar lo que sucede permitirá el diseño de políticas públicas efectivas”, sostenía el documento. Hasta el domingo, el último registro de femicidios de la Corte Suprema era de 2018. Esta semana, a 5 años de “Ni Una menos” se publicaron los datos de 2019.
Por otro lado, en diciembre de 2019 se creó el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad. También se sancionaron algunas leyes, como la Ley Brisa (que otorga una reparación económica a niñas, niños y adolescentes cuyo progenitor haya asesinado o participado del crimen de su mamá) y la Ley Micaela (de Capacitación Obligatoria en Género y violencia contra las mujeres para todas las personas que integran los tres poderes del Estado).
Mientras tanto, el reclamo de ese primer #NiUnaMenos sigue vigente. “Basta de femicidios. Vivas y libres nos queremos”.
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