En la cuarentena los llamados a la Línea de Salud Sexual del Ministerio de Salud de la Nación para acceder a una Interrupción Legal del Embarazo (ILE) pasaron de, un promedio, de 5 a 11 consultas diarias a 70 cada 24 horas. En el aislamiento social, preventivo y obligatorio la demanda telefónica para ser acompañada en el acceso a un aborto legal creció 536 por ciento.
Por el aislamiento social, preventivo y obligatorio ir al hospital, visitar al médico, salir apurada a una guardia o pasar por la salita barrial no es igual que antes. Solo pueden circular quienes son trabajadores esenciales o tienen permiso. De todos modos, tanto en la Ciudad como en la Provincia de Buenos Aires hay directivas para que se realicen las Interrupciones Legales del Embarazo.
Por ejemplo, la recomendación de la Coordinación de Salud Sexual, Sida e ITS de la Ciudad de Buenos Aires explícita que si una paciente requiere de una Interrupción Legal del Embarazo (ILE) los y las médicas deben interpretarlo como una urgencia la primera consulta. Se debe evitar que se postergue la atención. Y que, en la medida de lo posible, no se debe derivar a la mujer a otro centro del mismo nivel de atención y resolver el acceso al procedimiento en la primera consulta. Y que se debería realizar monitoreo telefónico de la situación. Además que hay que intentar evitar las internaciones y realizar procedimientos ambulatorios.
Pero el encierro genera dificultad para ir a un consultorio y la llamada es una forma de estar acompañada sin salir de casa. Por eso la atención telefónica creció y se convirtió en una plataforma mucho más utilizada para que haya distanciamiento social pero no desinformación sexual.
“Si la gente está aislada por la cuarentena por lo menos puede preguntarnos más sobre anticoncepción, anticoncepción de emergencia e Interrupción Legal del Embarazo (ILE), y si hay turnos o barreras para la atención en los servicios de salud sexual. Hacemos un acompañamiento más cercano e intenso en el contexto de aislamiento social, preventivo y obligatorio”, remarca a Infobae Victoria Pedrido, a cargo del Área de Relaciones Institucionales y Cooperación Internacional de la Dirección Nacional de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud de la Nación.
“Desde abril incorporamos nueve personas más a la atención de la Línea de Salud Sexual porque en cuarentena la atención telefónica es vital”, destaca Pedrido. Si una joven no tiene permiso para circular y no se puede tomar un tren para llegar al hospital donde suele pedir pastillas no tiene que exponerse a un embarazo no buscado, tampoco un chico que vive con su novia pero se quedó sin preservativos y sin trabajo. Por eso, llamar para preguntar a dónde pueden ir a buscar anticonceptivos, entre otros motivos de consulta, es crucial. Estar aislados no es sinónimo de estar expuestos ni desamparados.
Dolores Fenoy es la ex Coordinadora de la Línea de Salud Sexual y destaca: “El 0800 fue creado como un dispositivo de comunicación de llegada directa a la ciudadanía hoy cobra un sentido mucho más significativo en el contexto de pandemia porque permite el acceso de las mujeres que están en aislamiento y que tienen dificultades para llegar a los centros de salud y tener asistencia personalizada. Por eso, la línea sirve para generar accesibilidad a las mujeres. No solo brinda información, sino también derivación”.
Desde el 2018 los dos principales motivos de llamados son las consultas por aborto y anticoncepción. Pero un cambio fuerte son las consultas por vasectomía especialmente entre jóvenes. El 17 de mayo de ese año, en los debates en la Cámara de Diputados sobre la Interrupción Legal del Embarazo (ILE), la referente feminista rosarina Majo Gerez llevó una remera con la frase “googleá vasectomía”.
El efecto en muchos varones fue real: googlearon y llamaron para averiguar sobre el método anticonceptivo masculino. También hay más llamadas por vasectomía de varones jóvenes. "Se nota el cambio en los varones jóvenes por las consultas sobre anticoncepción quirúrgica”, visualiza Pedrido.
La Línea 0800-222-3444 se lanzó hace diez años en la gestión de Paula Ferro al frente del Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable, con el lema “Tener derechos te cambia la vida” y ahora la consigna está revitalizada, en la gestión de Valeria Isla, con la consigna “Ejercer tus derechos te cambia la vida”.
Desde ese momento tuvieron más de 80 mil llamados. Es una línea telefónica de atención gratuita y confidencial. Se define como un espacio para dudas o problemas de acceso a derechos sexuales y reproductivos, sin importar la edad.
La atención telefónica brinda información sobre métodos anticonceptivos y el acceso a la Interrupción Legal del Embarazo (ILE). También da información sobre salud sexual, detalla las obligaciones del sistema de salud, da recomendaciones para prevenir infecciones de transmisión sexual y genera una atención amigable con personas LGBTIQ+. Además se pueden hacer denuncias sobre violencia sexual. La campaña para difundir el 0800 lleva el hashtag #DerechosEsenciales.
Fenoy subraya: “El 0800 permite a las autoridades de la Dirección Nacional de Salud Sexual contar con información clave para efectivizar las políticas públicas de salud sexual. La pro actividad es una característica de la línea”, valoriza Fenoy, pionera en la atención telefónica comprometida con los derechos sexuales del Ministerio de Salud de la Nación.
Y contextualiza: “La línea tiene un crecimiento en la cantidad de personas que atienden y un gran impulso a partir de las movilizaciones del 2018. Crecieron los llamados y cambiaron las consultas de mujeres que reclaman atención del Estado para interrumpir su embarazo por causales. Por eso es importante que en esta gestión se tome a la línea como una herramienta muy eficaz y de bajo costo en términos de presupuesto con posibilidad de contar con monitoreos para ver si se cumplen las directivas de salud sexual en el territorio”.
Dolores ya se retiró del trabajo pero destaca: “Me enorgullece haber acompañado a Paula Ferro en su creación y seguir contactada con los equipos, los consultores y las consultoras, que atienden el teléfono”.
Pedrido resalta: “La Línea 0800 se lanza para facilitar el acceso a los servicios de salud y para poder hacer una pregunta, de modo confidencial, en una línea gratuita. Se escucha, se orienta y se deriva si se denuncia un incumplimiento. Si se requiere de la intervención de la Dirección de Salud Sexual y Reproductiva se hace y no se termina la comunicación cuando se corta”.
La atención telefónica cambia con el tiempo y según el contexto (por eso ahora se resignifica cuando el encierro deja en la sensación de desamparo a muchas jóvenes, mujeres, trans, no binaries) y para las cuales poder hacer consultas sin moverse de casa es un cable a tierra de mucho valor. La escucha de la Línea de Salud Sexual es una caja de resonancia de los momentos sociales, culturales y políticos.
Pedrido subraya: “Se dinamizó la respuesta del Estado”. Y detalla: “La Línea se hizo eco de muchos cambios como la Ley de Identidad de Género y el matrimonio igualitario, las movilizaciones de las mujeres y las personas con capacidad de gestar por el derecho al aborto legal”.
En la Línea notan otro empoderamiento de quienes llaman. Antes si tenían que preguntar por el acceso a una Interrupción Legal del Embarazo -porque afectaba su salud (física o emocional), porque era producto de una violación, porque ponía en riesgo la vida o porque era un embarazo inviable (todas las causales delimitados en el fallo F.A.L. de la Corte Suprema de Justicia de la Nación del 2012)- decían “es para una amiga”. Y ahora directamente cuentan su situación y piden ayuda directa. Esos llamados no son meras consultas informativas sino que son nombrados técnicamente “secuencias” porque son derivados para su seguimiento.
“La letra de la ley no es igual cuando se dinamiza y hay una respuesta del Estado, con todos los desafíos que eso implica”, destaca Pedrido. Y apunta: “Hay una decisión de impulsar la Línea 0800 y de respaldar a los trabajadores y trabajadoras que realizan la atención. Se reconoce ese trabajo y se apoya desde la escucha de la gestión”.
En la Argentina hay mejores leyes que derechos efectivos. Desde la implementación del cupo femenino se aprobaron una catarata de normas que dan derecho a la anticoncepción gratuita, la ligadura de trompas y la vasectomía, el parto respetado, el respeto a la identidad de género autopercibida, la fertilización asistida igualitaria, entre otras. Pero, muchas veces, esos derechos encuentran obstáculos cuando se llega a un hospital, sanatorio o centro de salud.
Por eso la Línea de Salud Sexual permite generar un puente para que los derechos se cumplan, se llegue a donde hay menos piedras en el camino, mejores profesionales o se denuncie en donde no se cumple con las leyes actuales.
En el 2019 la línea registró 13 mil llamados de los que 5.332 resultaron en secuencias: una consulta que no termina cuando se corta el teléfono sino que es derivada para su seguimiento por parte de la Dirección de Salud Sexual para la intervención del Programa de Salud Sexual y Reproductiva (PNSSyR) en su resolución. De ese total de llamadas con atención personalizada 3.722 demandaron la intervención para el acceso a la Interrupción Legal del Embarazo (ILE).
“Hubo un crecimiento exponencial de las demandas sobre aborto al calor de lo que sucedió en 2018”, informa Pedrido. “La respuesta a las demandas por abortos legales que han crecido en cuarentena es al 100 por ciento y con rapidez, en contacto con los servicios de salud locales, con todo lo que cuesta en algunos casos –subraya-. Desde su lanzamiento, pero sobre todo en este momento, la Línea es una herramienta fundamental que tiene un gran valor agregado como una estrategia efectiva durante la crisis del Covid -19 para que haya justicia reproductiva”.
Durante abril, en plena cuarentena, hubo 1.075 consultas. La mayoría de los llamados (414) fueron de la Provincia de Buenos Aires. Pero también de la Ciudad de Buenos Aires (108); Mendoza (62); Córdoba (60); Salta (57) y Santa Fe (31), entre otras provincias.
Entre enero, febrero, marzo y abril del 2020 se realizaron 3.730 llamados. El 54,3 por ciento de las consultas es para averiguar por el acceso a abortos legales; el 27,8 por ciento para preguntar por anticonceptivos; el 5,0 por ciento para obtener información sobre vasectomías y el 2,6 por ciento requiere datos sobre ligaduras tubarias. También hay consultas sobre VPH, diversidad sexual y violencia.
La mayoría de las que buscan ayuda en salud sexual –ocho de cada diez- son mujeres. El 24 por ciento son jóvenes de entre 20 y 24 años y el 12 por ciento son adolescentes. El 63,86 por ciento de las llamadas sobre aborto son de mujeres y el 18,48 por ciento de varones.
La diferencia de género es muy fuerte cuando se produce un embarazo que no puede llevarse adelante. La anticoncepción es bastante paritaria con 26,93 por ciento de mujeres y 25,36 por ciento de varones. La vasectomía es el único ítem masculino con una mayoría de 39,86 por ciento de varones y un 0,87 por ciento de consultas femeninas.
El aumento de la demanda va en ascenso. En el 2017 hubo 4.749 llamadas; en el 2018 –en medio del auge de la marea verde y la revolución de las hijas- la cifra casi se duplicó a 8.525; en 2019 se llegó a 13.104 consultas y en el 2019, atravesado por el aislamiento y el Coronavirus, en solo cuatro meses ya se registraron 3.730 demandas telefónicas.
El debate sobre la legalización del aborto en el 2018 sacó la interrupción del embarazo del closet y la práctica, aunque sigue en la clandestinidad, permitió informar que en la Argentina existe el aborto legal por causales y que no es un tabú. Las consultas de mujeres, jóvenes y adolescentes lo reflejan.
En el 2017 hubo 380 llamadas para consultar por aborto legal en la Línea de Salud Sexual. En el 2018 hay un antes y un después del debate parlamentario. Entre enero y junio hubo 737 consultas, pero entre julio y diciembre (después de la media sanción en Diputados el 14 de junio) se registraron 2.113 llamadas. En total, 2.850 en un año histórico.
En el 2019 no hubo movimiento legislativo, pero se terminó el silencio. Las llamadas al 0800-222-3444 para preguntar cómo acceder a un derecho ratificado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación sin arriesgarse a la clandestinidad fueron 4.540. Y en el 2020, hasta abril, ya se produjeron 1.842 llamados de mujeres (sus madres, hermanas, amigas o novios, padres y amigos) que necesitan saber como acceder o realizarse una Interrupción Legal del Embarazo (ILE).
Las secuencias por aborto refieren a cuando la línea no es solo un call center de consultas, sino en los casos en que la Dirección de Salud Sexual acompaña los casos para que reciban atención en el lugar de residencia de un centro de salud para que puedan acceder a su derecho.
En el 2017 hubo 291 secuencias; en el 2018 se acompañó a 1.998 personas gestantes a acceder a un aborto legal; en el 2019 se siguió la situación de 3.750 personas que requerían de acompañamiento para que se cumpla con el acceso al derecho y entre abril y enero del 2020 se logró que 1.618 mujeres no tengan que silenciar su miedo o buscar en la clandestinidad (redoblada por el encierro y el aislamiento) para acceder a un aborto legal.
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