El viernes pasado, unos 300 intelectuales y firmaron un fuerte documento para cuestionar la cuarentena obligatoria decretada por el gobierno nacional, en el que plantearon que en la Argentina se vive “una infectadura” y que “la democracia está en peligro”. Las respuestas a la solicitada no se hicieron esperar y desde varios sectores, incluido el propio jefe de Gabinete Santiago Cafiero, manifestaro sus críticas.
Uno de los firmantes fue el periodista Nicolás Lucca (38), panelista del Canal de la Ciudad, quien se convirtió en protagonista de otro polémico episodio derivado del documento contra el aislamiento social. El comunicador es integrante del programa Hoy nos toca a la Noche, que en su emisión de ayer decidió tratar el tema de la solicitada, pero llamativamente y sin una gran explicación fue excluido del debate. El motivo: ser uno de los 300 que firmaron la extensa crítica emitida el viernes último.
El acto de censura no fue una conjetura ni una sospecha de las redes sociales a partir de su ausencia en el programa. Todo lo contrario. Fue la propia conductora del envío, la periodista Diana Deglauy, la que comunicó -antes de comenzar a discutir el tema- la decisión tanto del canal estatal como de la producción del envío de dejarlo afuera.
“Queríamos aclararles que Nicolás Lucca por ser parte del texto y de haber avalado con su nombre esta situación, los directores del canal y también la producción prefieren que no esté en el análisis del tema por tener cierta parcialidad al respecto”, señaló la compañera del periodista. Inmediatamente, sin mayores preámbulos, le dio paso a una comunicación con el embajador argentino en España, Ricardo Alfonsín, con quien analizaron el tema casi hasta el final del programa, cerca de las 23 horas.
Además de su labor en televisión, Lucca es autor del libro “Te Odio. Anatomía de la sociedad argentina” y escribe periódicamente en su blog personal titulado "Relato del Presente, donde ayer, horas antes del episodio que vivió en el Canal de la Ciudad, publicó un texto en el que explicó las razones que lo llevaron a sumarse al documento de la “infectadura”.
Entre varias de las cosas que escribió, el periodista señaló que “le hubiera gustado cambiarle algunas cosas, sumarle otras y quitar algunas palabras”, pero “no estaba a su alcance”. En ese sentido, añadió: “Antes que nada, y por si hiciera falta aclarar a algún recién amanecido, no soy anti cuarentena, sino pro instituciones. No existe país exitoso e inclusivo en el mundo sin instituciones fuertes, que trascienden la temporalidad de las personas. Y a título personal, el texto podría haber sido mucho mejor, pero poco importa”.
Dijo que el concepto de que “la democracia está en riesgo” en el sentido institucional fue lo que lo llevó a firmar la solicitada y que el “neologismo “infectadura” le causó gracia”. “Forzado y un poco contradictorio con el objetivo. O sea: si el tema es que todas las decisiones las toman infectólogos, habría ido por “Infectocracia”. Sin embargo, son minucias: los mensajes necesitan ganchos para que se preste atención y las solicitadas no se escriben para que no las lea nadie sino para que se viralicen. En ese sentido, infectadura me parece un neologismo forzado, pero obtuvo lo que buscaba: que se hable”, remarcó.
Lucca, paradójicamente, se refirió a las críticas que sufrieron aquellos que firmaron el texto y mencionóla palabra “censura”. Cuestionó que se opongan sólo por la palabra “infectadura” y no por todo el contenido del documento. O que desde diversos sectores del oficialismo los tildaron de “anticuarentena”.
“Es la famosa poscensura de la que tanto hemos hablado por aquí: el Estado ya no necesita censurar a nadie porque tiene a millones de pelotudos que lo hacen por él, hostigando al emisor de una frase para que la borre, o la próxima se auto censure. Y ese era para mí el sentido de la carta también: en un pueblito tan manso como el nuestro, ya no hace falta ningún Estado de Sitio. Lleno de buchones, secuestros de vehículos que hasta ahora nadie preguntó por su legalidad, aperturas y clausuras discrecionales. Pero el que pregunta qué onda es un desclasado”, escribió.
Deglauy, la conductora del ciclo hizo un descargo en su cuenta de Twitter, luego de que fuera señalada por muchos usuarios como una de las responsable de lo ocurrido. En ese sentido, aclaró -tal como ya lo había hecho durante el programa- que la decisión fue exclusivamente de las autoridades del canal. En diálogo con Infobae, la comunicadora ratificó lo que expuso en la red social y dijo que “prefiere mantenerse alejada del barro de Twitter”. Esto a partir de los ataques que recibió luego del acto de censura contra su compañero
“Soy la conductora de un programa pero no tomo todas decisiones editoriales. Nicolás Lucca habló sobre el tema y después no participaba de las preguntas de análisis. Esa decisión NO FUE MIA. Me pareció una mala decisión. Y por eso aclaré quién la tomo. En el vídeo se nota mi incomodidad. Si no lo aclaraba, no se enteraba la cantidad de gente que se dedica a insultarme por acá. Para algunos es fácil agredir. Me costó procesar todo. No estoy acostumbrada a este barro. Yo soy una laburante. Nunca quise protagonizar escándalos y busco ser lo más neutral en cada comentario. Repito a los que acá acusan: si yo no lo decía, vos no te enterabas. Así que yo, de censura, nada”, escribió la periodista.
Lucca, por su parte, explicó lo que pasó previo al programa y desligó completamente a Deglauy del episodio. “Antes del corte que está circulando hablé diez minutos sobre la carta de la infectadura. Por decisión de la producción no pareció ético que participe de una entrevista teniendo posición tomada. Mi amiga Diana Deglauy solo comunicó lo que le pidieron. Eso es todo”, escribió en Twitter.
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