La ciudad de Necochea, al sur de la provincia de Buenos Aires, que estuvo 60 días sin nuevos casos de coronavirus (hasta el pasado 23 de marzo registraba solo tres personas que habían viajado al exterior), está en alerta por la aparición de 22 nuevos contagios a raíz de un baby shower clandestino al que asistieron al menos 30 personas.
A partir de este lunes, según confirmó esta mañana la secretaria de Salud del municipio, Ruth Kalle, las autoridades comenzarán a investigar también el festejo de cumpleaños clandestino de una paciente con COVID-19 que había asistido previamente al baby shower.
Según explicó la funcionaria, la cadena de contagios se inició con el contacto entre una mujer y un hombre que había viajado a Buenos Aires para someterse a un cateterismo en el Sanatorio Güemes del barrio porteño de Palermo, donde hay 36 empleados de la institución con coronavirus, entre médicos, enfermeros y camilleros, y otros 47 aislados.
“Este hombre que fue con su yerno a Buenos Aires, tiene una hija y esa hija tiene una nieta: todos están contagiados. Esa mujer con quien tuvo contacto, el caso índice, tiene además tres hijos varones, dos convivientes y uno no”, explicó Kalle en diálogo con la periodista María O’Donnell en Radio Metro. “Había una cadena de contagio que nos preocupaba mucho porque la ex nuera de uno de los convivientes tiene una hijita y trabaja en un lugar donde viven 10 chicos discapacitados. Por suerte ese contacto dio negativo y toda esa cadena dio negativa”.
El foco, sin embargo, según explicó la especialista, no se expandió tanto por los contactos estrechos y familiares sino que efectivamente se inició con la realización del baby shower el pasado sábado 23 de mayo. “El brote que tuvimos tuvo que ver con esa reunión: primero porque está prohibido juntarse y celebrar nada y segundo porque se juntaron 30 personas en una casa pequeña”, indicó. “Fue un hallazgo. El dato nos aparece por el costado porque este es un lugar chico y la gente empieza a asustarse y a contar. A veces incluso datos falsos y nosotros los vamos chequeando. Al principio parecía que eran 10 o 15 personas y ahora son al menos 30”.
La “paciente cero”, sin embargo, no asistió personalmente a la reunión, aunque sí sus hijos, con los souvenirs que ella confeccionó para la celebración: “Pensemos que la autopista del virus son las superficies y que además van dos de sus hijos que estaban contagiados y en ese momento no lo sabían”. La mujer, además, trabaja en un hogar de ancianos donde hay otra empleada y una residente infectadas.
Esa señora mayor, que está asintomática, es una de los dos pacientes que están internados en el Hospital Municipal Emilio Ferreyra, junto a un hombre “con un cuadro respiratorio que no implica asistencia mecánica”. Los 20 restantes, entre los cuales está la mujer embarazada que protagonizó el baby shower, permanecen aislados en sus domicilios “con todas las medidas de seguridad y los protocolos establecidos”.
A esa preocupación, sin embargo, se suma la presunta realización del festejo de cumpleaños de una mujer que asistió al baby shower, presentó síntomas y espera hoy el resultado del hisopado para comprobar si tiene el virus.
“Nosotros tenemos un circuito extrahospitalario de atención respiratoria. Toda persona que se sospecha con un síntoma de coronavirus va a unos containers que instalamos en la plaza frente al hospital. Ahí hacemos hisopados y tomas de muestras”, explicó Kalle. “El último descubrimiento es una mujer que apareció ayer contando que había estado en el baby shower el sábado y el martes festejó su cumpleaños, del que participaron varias personas también”.
“El martes tuvimos un caso en 26 pruebas; el miércoles, de 18, 6 positivos; el jueves fue 12 positivos de 36 y ya el sábado 4 de 79. Eso nos había empezado a indicar que el foco lo habíamos empezado a controlar, pero ahora apareció el cumpleaños y hoy el panorama ya es diferente”, expresó la funcionaria. “A partir de esto vamos a tomar la decisión de cómo seguir”.
Por esa violación de la cuarentena hay al menos una decena de causas penales iniciadas. “Vamos por líneas simultáneas, la de Salud es una. El intendente [Arturo Rojas] se puso a la cabeza de la investigación y el secretario de gobierno y todo su equipo junto con la policía y el juzgado federal iniciaron causas penales por la irresponsabilidad y porque han atentado contra la salud pública. Es un delito que tiene prisión”, expresó.
“Ayer se hicieron allanamientos para obtener datos de los celulares porque la gente no termina de decir la verdad y nuestra única herramienta al día de hoy es que la gente nos cuente minuciosamente dónde trabaja, con quién vive, con quién tomó mate y a qué mercado fue a comprar”, agregó en diálogo con Radio La Red.
“Nosotros queremos llegar hasta el último contacto para poder controlar el foco. Esa es nuestra tarea y nuestra prioridad en este momento”, manifestó y recordó la importancia de que haya una revisión de la falta de responsabilidad social. “Cada uno va a tener que asumir conciencia de sus actos. Yo creo que esta gente no tuvo conciencia plena en el momento. La gente venía como minimizando las medidas y pensando ‘no pasa nada si me junto’. Hubo una irresponsabilidad que tiene que tener una consecuencia y una pena y la gente que no participó y está contagiada también quiere que se tomen medidas”.
En cuanto al futuro de la cuarentena en Necochea, Kalle explicó que la ciudad balnearia está ahora en Fase 4 porque hacía dos meses que no presentaba casos, pero que ahora deberá reverse esa situación. “Habíamos empezado a permitir apertura de comercios bajo protocolo, apertura de hoteles al 40% y las caminatas porque acá hay mucha playa, mucho parque”, remarcó. “Pero evidentemente hay gente que violó la cuarentena de una manera brutal porque hubo más de 30 personas durante más de dos horas comiendo y compartiendo mate en un lugar pequeño con niños dando vueltas. Cada vez aparece más gente pero necesitamos la verdad, necesitamos que la gente nos cuente todo. La gente tiene vergüenza hay relaciones que no son fáciles de contar pero necesitamos que puedan asumir la consecuencia de sus actos y decir la verdad al menos al sistema de Salud”.
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