Esta mañana, el jefe de Gabinete de la ciudad de Buenos Aires, Felipe Miguel, indicó que las proyecciones de la gestión porteña muestran que el aislamiento social, preventivo y obligatorio podría prolongarse entre seis y diez semanas, debido a la suba en la curva de contagios, según los registros del Ministerio de Salud de la Ciudad.
Aunque la decisión de extender la cuarentena le corresponde al Gobierno nacional, el funcionario no descartó que la cuarentena pueda sostenerse hasta fines de julio o principio de agosto.
“El ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, hablaba de una etapa de duración del aislamiento para la Ciudad de acá a entre seis y diez semanas; es lo que muestran las proyecciones con las que estamos trabajando. Nos sirven muchísimo para poder dimensionar el refuerzo que hicimos al sistema de salud”, expresó Miguel en diálogo con Luis Novaresio por Radio La Red.
“Es la mejor proyección que tenemos en este momento, que puede requerir un aislamiento de entre seis y diez semanas. Habrá que ver cómo serán esas seis a diez semanas y si permiten una mayor o menor apertura de las actividades. Las iremos tomando día a día, con todos los datos necesarios. Son decisiones que toma el Gobierno nacional”, indicó el jefe de Gabinete.
Durante la jornada del miércoles, de los 706 casos de coronavirus detectados en todo el país, 361 fueron de la ciudad de Buenos Aires. Ayer también se confirmaron cuatro decesos en Capital Federal.
En cuanto a la prolongación de la cuarentena, Miguel manifestó que “es responsabilidad del Gobierno nacional y nos da el espacio para compartir criterios y toda la información necesaria. Los casos de contagio están aumentando a un promedio actual de 400 por día, lo que el sistema de salud puede sostener y atender como corresponde, además de que estamos preparados para más, pero hace 15 días eran un promedio de 80 casos diarios, se multiplicaron por cinco".
“Con el Gobierno nacional compartimos opiniones, criterios y los datos. Ellos tienen en cuenta los datos que compartimos, pero la definición la toman ellos. En relación a la duración, hice referencia a la curva de casos, que muestran un crecimiento. Esto no es matemático, no tiene una precisión absoluta. Son las mejores precisiones que se pueden construir en base a las experiencias en otras ciudades de otros países”, remarcó por la tarde, en una entrevista con TN.
Y agregó que “lo que no podemos hacer es detener el virus, pero sí podemos, desde lo individual, cumplir con las medidas y recomendaciones para reducir el ritmo del incremento de los casos de contagio y desde el Estado reforzar el sistema de salud”.
Consultado por la posibilidad de flexibilizar algunas actividades en determinados barrios, el jefe de Gabinete porteño sostuvo que “no es una buena solución porque el virus está circulando en todos los barrios porteños”.
“A lo largo de la cuarentena hay diferentes estadios. Cuando la curva empieza a descender se irán abriendo diferentes actividades. La curva no va permanentemente en ascenso, estamos experimentando el crecimiento”, dijo Miguel.
En cuanto a los masivos contagios en los barrios más vulnerables de la Ciudad, el pasado lunes el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, aseguró que “no es realizable” un aislamiento total de la Villa 31 en el caso de que haya un brote importante de infectados allí, como se hizo recientemente en la Villa Azul de la provincia de Buenos Aires, ya que ambos asentamientos tienen características diferentes.
Sobre este tema, Miguel destacó: “En los barrios populares activamos el operativo Detectar (para detectar posibles contagios por cercanía o descartar otros), de desinfección con postas febriles (para medir la temperatura a todos los que sale y entran) y las cámaras térmicas, que estarán a partir de mañana”, indicó el jefe de Gabinete, además de recordar “el mayor centro de aislamiento con 790 camas, que dispusieron ayer en el complejo de Costa Salguero”.
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