El avance del coronavirus sobre los asentamientos y barrios populares del área metropolitana de Buenos Aires -una de las principales preocupaciones del Gobierno nacional, provincial y local en la pandemia de coronavirus- no se detiene.
En la Ciudad de Buenos Aires -el distrito con mayor número de contagios- se registraron este lunes, de acuerdo a las cifras oficiales, 248 nuevos casos en las villas porteñas, que ya suman 2841 infectados y una nueva muerte, la del vecino y referente social de la Villa 31, Agustín Navarro, que llevó a 23 el número total de fallecidos. Además, los casos de COVID-19 en barrios populares representan al día de hoy el 39% de los casos de toda la ciudad.
Navarro, de 57 años, era referente de la agrupación social Barrios de Pie y coordinador de un merendero en la 31. Había sido diagnosticado hace 10 días, fue aislado en un hotel en Recoleta y luego de que su condición empeorara a causa de que también padecía de algunos problemas respiratorios, fue derivado al Hospital Ramos Mejía, donde finalmente falleció este lunes.
Según explicaron a Infobae desde Barrios de Pie, la mujer de Navarro, sus tres hijos, su yerno y tres nietos se encuentran ahora aislados en su casa dentro del barrio por prevención. Su hija Verónica ya dio positivo y el resto se realizará el hisopado esta semana. “Con el avance de la pandemia en los barrios populares, somos los militantes sociales quienes día a día ponemos el cuerpo. Junto a la familia, los integrantes del movimiento y los vecinos del barrio estamos transitando este doloroso momento”, señalaron desde la agrupación en un comunicado.
La muerte de Navarro se produjo apenas una semana después del fallecimiento de los referentes sociales Victor Giracoy y Ramona Medina, una vecina de 42 años que había sido una de las principales voces del reclamo contra el Gobierno porteño por la falta de agua potable en la villa en plena pandemia.
La Villa 31, en Retiro, donde residían los tres referentes sociales, es todavía la más afectada por el virus, seguida por la Villa 1-11-14, en el Bajo Flores, donde se registró la primera muerte a mediados de abril.
En ese contexto, el gobierno porteño instaló 50 “postas sanitarias” en los accesos de la 31, la 1-11-14 y la 21-24, donde se toma voluntariamente la temperatura a los vecinos que ingresan al barrio. También se produjo una ampliación del Operativo DetectAR (Dispositivo Estratégico de Testeo para Coronavirus en Terreno de Argentina) para identificar casos positivos, que ya está presente en cuatro barrios de emergencia. Ese plan también se encarga de rastrear los contactos estrechos y derivar los casos sospechosos al Centro de Testeo para mantenerlos a resguardo.
Esta mañana, en conferencia de prensa, el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, informó que en la Villa 31 se testearon 1722 personas, de las cuales 1125 resultaron positivas. En la 1-11-14 fueron testeadas 974 y se confirmaron 437 y en la Villa 21-24 se testearon 393, de las cuales 105 dieron resultado positivo. El dispositivo también se llevó a cabo esta semana en Ciudad Oculta y comenzará hoy en la Villa 20.
“Tenemos una concentración del conflicto en los barrios populares, y allí vamos a concentrar nuestra atención y esfuerzo. Vamos a aumentar la cantidad de tests", señaló este sábado por la noche el presidente Alberto Fernández, durante el anuncio desde la Residencia de Olivos en que ratificó la decisión de extender la cuarentena hasta el 7 de junio. “Los casos van a subir porque hemos detectado dónde está el virus, y no sabemos dentro del espacio geográfico a cuántos ha infectado. Esto es parte de lo que esperábamos que ocurra”.
Este domingo, en tanto, Horacio Rodríguez Larreta indicó que actualmente hay más de 1.200 residentes de las villas aislados en hoteles y que esa capacidad aumentará en los próximos días con la implementación de un centro de aislamiento en Costa Salguero con capacidad de 700 camas y, desde este lunes, con el uso de la Terminal de Cruceros de Retiro, en conjunto con el Gobierno nacional, para la realización de testeos en casos leves y espera de resultados y derivación. El jefe de Gobierno anunció también la implementación de cámaras térmicas en distintos barrios, que tienen la capacidad de medir la fiebre a mucha gente a la vez.
“En el Barrio 31, dado que el [Polo Educativo María Elena] Walsh tiene una magnitud de espacio que no nos alcanza y para poder clasificar y garantizar los flujos de persona de manera segura, el Presidente nos ha ofrecido este lugar para llevar una parte de las personas, sobre todo las que tienen bajo riesgo”, agregó Quirós. “La idea es fortalecer, profundizar y ampliar la estrategia del Barrio 31 con un dispositivo físico que nos permita hacerlo de manera más humana, contenida y segura para todos”.
En el inicio de la semana, el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, aseguró que “no es realizable” un aislamiento total de la Villa 31 como se implementó recientemente en Villa Azul, en el partido bonaerense de Quilmes, ya que ambos asentamientos tienen características diferentes. El funcionario señaló el barrio popular porteño “tiene 45 mil habitantes” y está situado en “una zona central, en una estación de trasbordo de las más importantes de la Argentina, porque tiene no solo la terminal de tren y la conexión con el subte, sino también la de colectivos de larga y media distancia” y que, por el contrario, Villa Azul “tiene 5 mil habitantes”.
“No es realizable, no es lo mismo. En este barrio lo que hemos hecho es otra intervención distinta que es la de meterse, ir a buscar los caso, armar puestos febriles y desalentar la modalidad. Pero es otra realidad”, agregó en declaraciones al canal Todo Noticias.
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