En México los femicidios aumentaron 1,6% desde enero al 31 de marzo del 2020, con respecto al 2019, con 244 femicidios (solo en ese período), de acuerdo a datos oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNP). Desde la cuarentena por efecto del Coronavirus, a partir del 16 de marzo al 14 de abril, hubo 163 femicidios, según los datos de la Organización Marea Verde. Y, en promedio, hay diez muertes de mujeres cada 24 horas.
Sin embargo, el Presidente Andrés López Obrador sostuvo que la mayoría de denuncias por violencia de género son falsas. “No quiere decir que no exista la violencia contra las mujeres, porque no quiero que me vayan a malinterpretar, porque muchas veces me sacan de contexto lo que digo: el 90 por ciento de esas llamadas son falsas”.
“Vamos nosotros a continuar defendiendo y protegiendo a las mujeres. Sin ser feministas, somos humanistas. Entonces, para que no se nos confunda. Solo pedirles a todos que seamos lo más objetivos posible y que hablemos siempre con la verdad”, aseveró el Jefe de Estado mexicano el 15 de mayo para negar el aumento de las denuncias de violencia de género por el confinamiento a raíz de la pandemia mundial.
No se le chispoteó. El 6 de mayo López Obrador dijo que su gobierno no advertía un aumento en las denuncias formales. También habló de un programa amplio de protección a mujeres que no especificó. Pero no se retractó sino que en otro discurso defendió la cultura mexicana de la familia y los “valores” en antítesis al crecimiento de la familia.
En realidad, el problema no es la familia sino el machismo. Y que en situaciones de encierro las mujeres pueden sufrir más abusos, golpes, amenazas que cuando pueden trabajar, estudiar o verse con sus amigas y familias y pedir ayuda.
blockquote class="twitter-tweet">📣¡No estás sola! En la @RNRoficial y @ObsNalCiudadano te apoyamos a buscar opciones ante situaciones de violencias.
— Red Nacional de Refugios, AC (@RNRoficial) May 21, 2020
🏠La violencia familiar 📈incrementó 14% y 10 mujeres al día fueron asesinadas durante el confinamiento #NosotrasTenemosOtrosDatos#NosotrasSiTeCreemos pic.twitter.com/zzSy9SEeqM
Pero López Obrador arremetió: “Las familias mexicanas están acostumbradas a convivir en armonía y el confinamiento no las afecta. En las casas de los mexicanos están los hijos, las nueras, los nietos, siempre ha habido una convivencia en armonía, en otras partes que no existe esta cultura, puede ser que al darse el aislamiento se provoquen agravios, confrontación y violencia. No estoy diciendo que en México no haya esta confrontación".
La idealización de las familias para encubrir los femicidios y abusos es peligrosa. En cambio, defender a nuevas familias libres de violencia es otra cosa. Desde la Red Nacional de Refugios (que usan el hashtag #aislamientosinviolencia) criticaron: “Cientos de mujeres en esta cuarentena huyeron de sus casas para salvar sus vidas”. “En abril, incrementaron un 77% el número de mujeres y niños atendidos en refugios y centros de atención externos en comparación con el mismo mes de 2019”, precisaron.
En Argentina el incremento de las denuncias por violencia de género es oficial, ya que las llamadas a la Línea 144 aumentaron un 39 por ciento durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio. En cuanto a los asesinatos de mujeres por razones de género el monitoreo es de la sociedad civil (por una deuda pendiente y vigente del Poder Ejecutivo) y en cuarentena hay un femicidio cada 26 horas. Desde el 20 de marzo al 10 de mayo hubo 49 femicidios, según el Observatorio “Ahora que sí nos ven”.
Las organizaciones territoriales de América Latina llevan contados al menos 292 femicidios durante la cuarentena por la crisis del Covid -19 que comenzó en diferentes etapas, según las decisiones de cada país, alrededor de marzo.
En Argentina contabilizan 53 muertes de mujeres por razones de género, en Bolivia 9 femicidios, en Chile 3, en Colombia 2, en Ecuador 12, en El Salvador 6, en México 163, en Paraguay 2, en Perú 9, en Puerto Rico 6 y en Venezuela 27, según el monitoreo de MundoSur.
Eugenia D’Angelo, directora de MundoSur, y co-fundadora de la Red Interamericana de mujeres profesionales por los Derechos Humanos (RIADH) enmarca: “Si solo se tienen en cuenta las fuentes oficiales y se compara el mismo período del 2019, en México aumentaron los feminicidios un 1.6% de enero a fin de marzo 2020. Por eso, los dichos de López Obrador sobre que durante la pandemia hubo reencuentro familiar y no un aumento de violencia intrafamiliar parecen una provocación y un intento infructuoso de ocultar los hechos, máxime cuando desde las organizaciones territoriales mexicanas están alertando sobre un posible aumento de la violencia de género en virtud de la pérdida de empleo y deterioro de las situaciones económicas de los hogares”.
En Uruguay, el Presidente Luis Lacalle Pou respondió a una consulta sobre cuatro femicidios perpetrados durante marzo: “Lamentablemente, como efecto colateral muy grave, a veces este confinamiento, este aislamiento, trae como consecuencia ese tipo de acciones”, dijo. Y agregó: “Gobernar es tener un justo equilibrio. A veces no es fácil. Pero hay que poner en la balanza. El bien tutelado siempre es la vida. Lamentablemente la vida no se nos va de una sola manera, se nos va de varias, y en ese sentido es que tenemos que ser equilibrados”.
Andrea Tuana, directora de la Asociación Civil El Paso, criticó en La Diaria: “Es alarmante que el Presidente de la República esté hablando de femicidios y no tenga ni la menor idea de cómo se producen los femicidios. Es absolutamente indignante que hable de la violencia de género, que es el mayor problema que tenemos las mujeres uruguayas, como un efecto colateral de una medida sanitaria frente a una pandemia. Que un presidente plantee que esto es un efecto colateral es desolador”.
No fue la única minimización de los femicidios en Uruguay. De efectos colaterales a tratar a las mujeres como ganado hubo un paso. El Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca Carlos María Uriarte, comparó las cifras de femicidios con las de abigeato (robo de ganado). Pero después se retractó. Pidió perdón y dijo que jamás quiso evaluar como similares la gravedad de los femicidios con el robo de ganado porque son “incomparables”.
“La pregunta venía a ver cómo marchaban los abigeatos y mi mención fue referida a que tanto el abigeato como los femicidios, en números, son los únicos delitos que no han cedido. Al contrario, se han incrementado en los últimos tiempos desde que el gobierno asumió”, sostuvo Uriarte al diario El País.
blockquote class="twitter-tweet">El confinamiento en los hogares aumentó los casos de violencia de género.
— Stephanie Demirdjian (@desde_abajo) May 13, 2020
ONU Mujeres Uruguay lanzó la campaña #QueLaPandemiaNoNosCalle para poner el tema arriba de la mesa. Conversamos con @Magda_Furtado para conocer los detalles de la iniciativa. https://t.co/F4aftbKfME
No son frases aisladas si se va leyendo la minimización de los femicidios en los Jefes de Estado de América Latina. D’Angelo puntualiza: “No es ‘lamentable’ que la vida se nos vaya. Nos matan. Nos asesinan. No se nos va la vida. Dejemos de buscar formas bonitas y diplomáticas para decir que nos están matando, que necesitamos acciones profundas, transversales, efectivas y sostenibles en el tiempo por parte de los Estados”.
La Directora de MundoSur puntualizó: “La pandemia y el confinamiento no impactan de la misma forma en hombres, mujeres y disidencias sexuales. Sabemos que algunos Estados de la región están realizando acciones tendientes a prevenir este flagelo. Sin embargo, ante la magnitud y gravedad de los femicidios en América Latina se hace necesario el fortalecimiento de lo implementado y el desarrollo de nuevas estrategias y políticas públicas”.
La propuesta es construir una Red Latinoamericana contra la Violencia de Género. De esta red ya son parte colectivos de México (Marea Verde y Las Libres), Venezuela (La Araña Feminista, Utopix y el Monitor de Feminicidios), El Salvador (Movimiento Salvadoreño de Mujeres), Argentina (MuMaLá), Bolivia (Las Ñañas), Panamá (Centro de la Mujer Panameña), Nicaragua (Católicas por el Derecho a Decidir Nicaragua), Ecuador (Alianza para el Mapeo de Femicidios en Ecuador) y el Foro de Mujeres del Mercosur.
Los traspiés presidenciales no son excepción: son un camino que no lleva a la prevención de la violencia de género sino apenas a un lavado de cara, sin querer cambiar las violencias estructurales del machismo.
En el 2019, en Chile, hubo 62 femicidios. El día en que estaban promulgando la Ley Gabriela (para considerar femicidio a todos los asesinatos de mujeres por razones de género) el presidente chileno expuso: “A veces, no es solamente la voluntad de los hombres de abusar, sino que también la posición de las mujeres de ser abusadas”.
Y prosiguió: “Tenemos que corregir al que abusa y también tenemos que decirle a la persona abusada que no puede permitir que eso ocurra. Y que la sociedad entera la va a ayudar y respaldar en denunciar y en evitar que esos hechos sigan ocurriendo”.
En el acto oficial de principios de marzo estuvo acompañado por su esposa, Cecilia Morel (famosa por el audio de watsap con una amiga en donde decía que las personas que protestaban en Chile por el aumento del metro y la desigualdad económica eran como “extraterrestres”) y la (ahora ex) Ministra de la Mujer, Isabel Plá.
Piñera después tuvo que salir a aclarar su frase y ajustó su discurso: “Quiero ser muy claro: la posición de nuestro Gobierno es tolerancia cero contra todo tipo de violencia y abuso contra las mujeres. Por eso llamo a las mujeres a denunciar de inmediato cualquier riesgo o cualquier amenaza contra su integridad o su vida”.
Sin embargo, no es la primera vez que Piñera relativiza el concepto de “no es no” que es emblemático en la lucha contra los abusos sexuales. En 2011, durante su primer mandato, en la clausura de la XIII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno en Tuxtla, México bromeó: “¿Sabe usted cuál es la diferencia entre un político y una dama? Cuando el político dice que ‘sí’, quiere decir ‘tal vez’; cuando dice ‘tal vez’, quiere decir que ‘no’, y cuando dice que ‘no’, no es político. Cuando una dama dice que ‘no’, quiere decir ‘tal vez’; cuando dice ‘tal vez’, quiere decir que ‘sí’, y cuando dice que ‘sí’, no es dama”.
Y, en junio de 2017, le pareció gracioso sugerir en la localidad de Linares durante la campaña electoral: “Bueno muchachos, me acaban de sugerir un juego muy entretenido. Es muy sencillo: todas las mujeres se tiran al suelo y se hacen las muertas, y todos nosotros nos tiramos encima y nos hacemos los vivos. ¿Qué les parece muchachos?”, expresó Piñera, para luego cerrar la actividad y despedirse de los asistentes.
La ex presidenta chilena y actual Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos Michelle Bachelet lo refutó: “Una violación es expresión de la mayor violencia contra las mujeres. Bromear con eso es despreciarnos a todas y no es aceptable”, escribió. Su esposa lo defendió: “Sebastián ya pidió disculpas. Las chilenas saben del compromiso que él tuvo y seguirá teniendo por el avance de sus derechos”.
Pero ahora Piñera es nuevamente criticado por la designación al frente del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género de la sobrina del ex dictador Augusto Pinochet, Macarena Santelices. Las protestas sostienen #NoTenemosMinistra. De hecho, Santelices le recriminaba a Piñera que tenía que ser más duro con la represión a la protesta social que implicó violaciones sexuales a mujeres por parte de fuerzas de seguridad.
blockquote class="twitter-tweet">Macarena Santelices encubrió y desestimó la acusación de acoso sexual de una colega al director de su colegio. Cómo profesoras sabemos que estos casos son lamentablemente corrientes, por lo mismo, no puede ser que Santelices sea ministra.#NoTenemosMinistra#ChaoSantelices pic.twitter.com/wdDIFPicVF
— Red Docente Feminista (@redofem) May 13, 2020
El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) recabó en sus querellas que mujeres detenidas fueron puestas boca abajo sobre la basura y que militares, con el arma de servicio, después de haberlas amenazado con dispararles si se movían, tocarles sus cuerpos con fusiles y amenazarlas con "penetrarlas con el arma”.
Otro escándalo que objeta a Macarena Santelices como Ministra de la Mujer es que, durante su paso como alcaldesa de Olmué, ocultó una acusación de acoso sexual de parte de un director de un establecimiento educacional hacia una docente.
Por eso, la Asamblea Feminista Plurinacional y la Asamblea Feminista de Plaza Ñuñoa llevaron a cabo un escrache (llamado funa en Chile) con la consigna “No tenemos ministra”. “Estuvimos allí por todas las que no pueden salir porque están encerradas“, expresó Verónica Ávila, miembro de la Asamblea Feminista Plurinacional.
blockquote class="twitter-tweet">Fuimos a decirle a Macarena Santelices que cuando las medidas de cuarentena son más severas, las mujeres corremos peligro. Necesitamos una ministra a la altura, no una ministra encubridora.
— Asamblea Feminista Plurinacional (@AFeministaChile) May 13, 2020
¡Las feministas nos cuidamos!#NoTenemosMInistra #ChaoSantelices #CuarentenaTotal pic.twitter.com/9b64d92laI
En Brasil, el gobierno de Jair Bolsonaro, designó como Ministra de la Familia, Mujer y Derechos Humanos a la pastora evangélica Damares Alves. Ella atribuyó las violaciones a la falta de bombachas. “Las niñas de allá son violadas porque no tienen calzones, la niñas no usan calzones porque son pobres”, argumentó Alves en julio del 2019.
Alves dijo que iba a combatir la violencia sexual concientizando y estimulando las fábricas de bombachas en Tapajós, al norte de Brasil. Otro de sus hits fue cuando festejó en su asunción: "¡Atención, atención! Es una nueva era en Brasil: niño viste de azul y niña viste de rosa”.
Además de recomendar bajar la cabeza en el matrimonio: "Hay que ser sumisa al hombre en el matrimonio", porque "dentro de la doctrina cristiana, dentro de la Iglesia" se entiende que en el matrimonio "el hombre es el líder".
Ahora Bolsonaro enfrenta la renuncia de dos Ministros de Salud (Luis Henrique Mandetta y Nelson Teich), de Sergio Moro (ex Ministro de Justicia y Seguridad Pública) y también de la Secretaria de Cultura, Regina Duarte. Ella se fue del gobierno después de solo dos meses en el puesto porque, supuestamente, extraña a su familia en San Pablo. Regina Duarte protagonizó un escándalo por minimizar las violaciones a los derechos humanos, las muertes y las torturas durante la dictadura militar en una entrevista con la CNN.
En España cuentan con un pacto contra la violencia machista que garantiza que la lucha contra la violencia de género es un tema de Estado y no partidario. Sin embargo, el partido ultraderechista Vox planteaba en su carta electoral derogar la ley que protege a las víctimas.
El lunes 18 de mayo la portavoz de Vox, Carla Toscano, acusó a la Ministra de Igualdad, Irene Montero, de menospreciar “la violencia contra los homosexuales, los ancianos y los niños” y negó la violencia de género: "Parte de una mentira de base cuando afirman que existe la violencia de género”. El negacionismo no es una amenaza, es una realidad.
Toscano llamó a Montero “comisaria de la desigualdad” y la quiso hacer renunciar, además de llamar “chiringuitos” a las políticas públicas en defensa de los derechos de las mujeres y la diversidad sexual. "Una de dos, señora comisaria, o es usted muy ingenua y cree de buena fe que el único ser violento es el varón heterosexual y entonces debería dimitir por ignorante, o sabe que la violencia no tiene sexo y engaña conscientemente a los españoles para imponer su ideología y sacarles el dinero y entonces debería dimitir también”
Y Montero le refutó: “¿Piensan que es casualidad las mujeres asesinadas que hay? 1.051 desde 2003, que es cuando tenemos capacidad de tener los datos. ¿Creen que es casualidad?". ¿Creen que las mujeres, la mitad de la población tiene mayor tasa de desempleo, menor tasa de ocupación, mayor dosis de precariedad, más tasa de parcialidad, de trabajos temporales, asume mayoritariamente el trabajo de cuidados de los niños y niñas y de las personas dependientes, creen que todo esto pasa por casualidad? ¿Qué explicación le dan? ¿La providencia divina?".
Montero enfatizó: “Me parece de verdad un insulto a esas víctimas, un insulto a la democracia española. Hace mucho que esta sociedad, también muchos de sus votantes, saben que la violencia de género tiene la raíz en desigualdades estructurales que tenemos que combatir”.
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