La curva de contagios por coronavirus en las villas de la Ciudad de Buenos Aires no deja de crecer. Según cifras oficiales, hasta este lunes se confirmaron 87 nuevos casos que llevan el número total de infectados a 1410 en las villas porteñas, donde hay además hasta el momento 12 muertes por COVID-19.
Este domingo, la muerte por coronavirus de Ramona Medina y Víctor Giracoy, vecinos y referentes sociales de la Villa 31 provocaron conmoción y encendieron nuevamente las alarmas por el avance de la pandemia en los barrios populares de Buenos Aires y particularmente en esa villa de emergencia del barrio porteño de Retiro, que concentra la mayor cantidad de casos, seguida por la 1-11-14 del Bajo Flores. Además, 337 personas han recibido el alta en estos barrios.
En ese contexto y en conjunto con el Ministerio de Salud de la Nación, el gobierno porteño continuará en los próximos días con el operativo DetectAR (Dispositivo Estratégico de Testeo para Coronavirus en Terreno de Argentina) en las Villas 31 y 1-11-14 y, desde este lunes, también en la Villa 21-24/Zavaleta. El objetivo es rastrear casos sospechosos para su tratamiento y derivación y seguimiento de contactos estrechos.
“Este es un dispositivo que exige y requiere una política pública que se adapte estrictamente a las necesidades del barrio. Cada barrio tiene una necesidad diferente pero todos tienen mucha necesidad. El Ministerio de Salud ha dispuesto la adaptación de todas las áreas del ministerio para poder acompañar en este momento tan difícil”, señaló esta mañana el titular de la cartera de Salud porteña, Fernán Quirós, durante una conferencia de prensa sobre la situación sanitaria de la ciudad.
De esa manera, informó el ministro, en la Villa 31 fueron testeadas 984 personas, entre las cuales 585 tests confirmaron la enfermedad. En la 1-11-14, donde empezó una semana después, hubo 374 personas testeadas y 165 casos confirmados y, en la 21-24, que empezó ayer, se testearon 40 personas y hay 4 casos confirmados al día de hoy.
El gobierno porteño colocó además esta semana unas nueve postas sanitarias de prevención en esas villas para que los vecinos puedan tomarse la temperatura y evaluar otros síntomas para detectar posibles casos de COVID-19.
Este martes por la tarde, además, el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, se reunirá con representantes de movimientos sociales para coordinar la ayuda comunitaria en los barrios populares y planificar una detección de casos rápida, con especial atención en las villas porteñas pero también en los asentamientos y barrios populares de la provincia de Buenos Aires.
"En la mayoría de los barrios tenemos comedores, hacemos concientización y trasladamos a los vecinos a los centros de aislamiento. Hay que redoblar los esfuerzos para que no nos pase lo de la Ciudad de Buenos Aires, que actuó tarde, y evitar que la situación empeore. Estamos a tiempo”, señaló en ese sentido Daniel Menéndez, subsecretario de Políticas de Integración y Formación de la Secretaría de Economía Social de la Nación, en diálogo con Infobae.
Para algunos vecinos y referentes sociales del barrio, sin embargo, las medidas son “insuficientes”. Este lunes al mediodía, los integrantes del Comité de Crisis de la Villa 31 realizaron una conferencia de prensa desde la Parroquia Cristo Obrero para reclamar al gobierno porteño que se declare inmediatamente la emergencia sanitaria, habitacional y alimenticia en el Barrio Padre Mugica.
“Rescatamos la importancia del operativo Detectar de testeos masivos y acompañamos la iniciativa relevando a nuestros vecinos, pero hay que decir que recién el 5 de mayo se pudo concretar y por iniciativa del Gobierno nacional, llegando a esa fecha con más de 150 vecinos contagiados en nuestro barrio", expresaron y exigieron la conformación de “una mesa de trabajo seria y real” entre el comité y las autoridades de los Ministerios de Desarrollo Humano y Hábitat y el Ministerio de Salud porteños junto al Ministerio de Salud nacional.
También reclamaron el acondicionamiento de hoteles u otros espacios para "el aislamiento de personas en contacto estrecho que no puedan realizarlo en sus viviendas”, unidades móviles para el traslado de vecinos las 24 horas, atención psicológica para las personas internadas o aisladas, prohibición de desalojos y “asistencia urgente a todos los comedores y merenderos con elementos de limpieza, higiene, bioseguridad y raciones de comida”.
Los vecinos realizaron además un aplauso y un pedido de justicia por la muerte de Ramona Medina, una vecina de 42 años de la 31 y referente del área de Salud de la Casa de las Mujeres y Disidencias de la organización social La Poderosa en el barrio.
Su fallecimiento generó un alto impacto este fin de semana, al producirse solo algunos días después que la mujer denunciara en un video desde su casa en el sector Bajo Autopista la falta de agua potable para cumplir con las recomendaciones de prevención necesarias. Más tarde se conoció también la muerte por coronavirus de Víctor Giracoy, referente de más de 25 años en el comedor “Estrella de Belén” de la Villa 31.
El premio Nobel de la Paz argentino Adolfo Pérez Esquivel y la referente de Madres de Plaza de Mayo –línea fundadora– Nora Cortiñas, que habían anunciado que denunciarían la situación que atraviesa en plena pandemia la Villa 31 frente a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, sumarán ahora en su presentación la muerte de Ramona.
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