Por decisión de la Justicia, la Policía Federal secuestró este jueves en Pergamino una máquina de fumigación agrícola para realizarle pericias sobre la limpieza de sus tanques y los productos que se utilizaron días atrás para desinfectar el centro de esta ciudad bonaerense como medida preventiva contra la pandemia de coronavirus.
Las autoridades buscan determinar si este aparato, conocido comúnmente como “mosquito”, no tiene restos de agrotóxicos en su interior, una sustancia que ya viene generando importantes problemas en esta región de la provincia de Buenos Aires.
De hecho, el año pasado se fijó “un límite restrictivo y de exclusión” de poco más de 1.000 metros desde la zona urbana para la fumigación por vía terrestre, ya que esta práctica estaría empeorando la calidad del agua y provocando graves enfermedades en la población.
El secuestro de la máquina agrícola se dio por orden del titular del Juzgado Federal Nº2 de San Nicolás, Carlos Villafuerte Ruzo, quien actuó en línea con lo solicitado por la Fiscalía Federal de San Nicolás, a cargo de Matías Di Lello, quién comunicó al magistrado que una de estas máquinas había recorrido la zona céntrica de Pergamino para aplicar desinfectantes para combatir virus y bacterias y así ayudar en la lucha contra el COVID-19.
En su dictamen, explicó que este tipo de aparatos se utiliza generalmente en los campos y que, si no está correctamente limpia, puede contener restos de agroquímicos, cuya utilización en la parte urbana de la ciudad está prohibida por la Ordenanza Municipal Nº 8126/14.
Por eso, Di Lello solicitó al juez que evaluara el secuestro del “mosquito” y la documentación con los actos administrativos que dieron lugar a la fumigación para constatar si las autoridades municipales tomaron los recaudos pertinentes para ese tipo de práctica.
Fue entonces cuando la Policía Federal se presentó en la municipalidad de Pergamino para cumplir con ese pedido tras recibir la autorización del magistrado y los efectivos se llevaron todos los materiales relacionados con el caso, además de algunos informes con los antecedentes respecto a las medidas que se tomaron con la máquina fumigadora, como condiciones de uso, limpieza de sus tanques y productos utilizados.
En septiembre del año pasado, el mismo Juzgado Federal dispuso que a partir de ese momento no se podía pulverizar a menos de 1.095 metros de cualquier zona urbana de esta ciudad bonaerense ni a menos de 3.000 metros si la práctica es aérea.
Esta decisión se tomó en el marco de una causa por infracciones a la Ley de Residuos Peligrosos y envenenamiento de aguas potables, luego de que un estudio científico hecho en aquel momento sobre una familia de Pergamino determinara que todos sus integrantes tienen daño genético producto de las fumigaciones en este lugar.
En su fallo, el juez Villafuerte Ruzo aclaró en aquella oportunidad que la medida implicaba “el no uso de plaguicidas, herbicidas, insecticidas, agroquímicos, productos fitosanitarios, fungicidas, y cualquier otro paquete de agroquímicos mediante fumigaciones terrestres (mosquito, mochila, aspersores) o aéreas, como glifosato como principio activo o sales derivadas del mismo; así como también respecto de los siguientes plaguicidas: Atrazina, Triticonazol, Metolaclor, Acetoclor, Clorpirifos, Glifosato, Imidacloprid, Desetil, 2.4D; y de los siguientes formulados comerciales Roundup Full II, Roundup Max II, Roundup Ultramax”.
En los análisis realizados en abril del 2019 en el agua del barrio de Villa Alicia, en esta ciudad bonaerense, se encontraron 18 agroquímicos con alto contenido tóxico, algunos de los cuales se sospecha que pueden generar trastornos en la reproducción y malformaciones congénitas, mientras que de otros se sabe que son cancerígenos, producen mutaciones en el ADN que inducen abortos espontáneos o están prohibidos en Europa.
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