Los casos confirmados de coronavirus en las villas porteñas aumentan todos los días de forma exponencial y la curva de contagio sigue creciendo. Este martes sumaban 249, el miércoles subieron a 300 y, de acuerdo al parte diario del gobierno porteño de este jueves, se informaron 64 casos nuevos –de los 84 confirmados ayer en toda la ciudad–, que suman en total 365 casos positivos en todos los barrios vulnerables de la ciudad de Buenos Aires.
Esta explosión también generó la preocupación del gobierno nacional. En el reporte diario, la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, destacó hoy los operativos conjuntos con la ciudad de Buenos Aires para detectar de manera precoz, casa por casa, los casos positivos. “Están dando resultado para aislar a los pacientes y se va a mantener”, afirmó.
Al respecto, agregó que habrá una nueva reunión entre los equipos técnicos de ambas jurisdicciones para implementar acciones conjuntas. La Villa 31 de Retiro sigue encabezando la lista con 237 casos, seguida únicamente por la 1-11-14, el asentamiento de Bajo Flores, donde se produjo la primera muerte por el virus en villas. La cifra total de fallecimientos por COVID-19 en las villas porteñas se mantiene en 6.
La distribución de casos en barrios vulnerables se completa con otros 9 en Ciudad Oculta; 7 en la Villa 21-24 (Zavaleta); 3 en Barrio 20; 2 en el Barrio Ramón Carrillo, Rodrigo Bueno y Barrio Fátima y uno en Los Piletones; Barrio Inta y Barrio Mitre.
En el día de ayer, además, 5 pacientes fueron dados de alta y el total de personas con alta institucional es de 36. Esto no significa que estén completamente recuperadas del virus, sino que ya no es necesario que permanezcan internados y deben continuar con los cuidados sanitarios correspondientes desde sus casas.
Por otro lado, Vizzotti destacó que la provincia y la ciudad de Buenos Aires representan el 64% de los casos positivos de coronavirus en el país, con un total de 1.871 y 1.506 contagios respectivamente. “Es donde estamos trabajando fuerte con cada una de las jurisdicciones para interrumpir la circulación y minimizar la transmisión”, amplió la funcionaria.
“En los barrios vulnerables, la vacuna más poderosa que tenemos para esta enfermedad, que es el distanciamiento físico, es muy complejo de implementar y muchas veces es imposible. Por eso las políticas públicas tienen que ser particulares para estos barrios y tienen que ser intensivas”, expresó el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, en una conferencia de prensa el pasado martes. Y agregó: “Tenemos que adaptar el Estado a las condiciones del barrio y no viceversa”.
Ante el incremento de los casos en el Barrio 31, esta semana se comenzó a implementar el operativo sanitario DETeCTAr (Dispositivo Estratégico de Testeo para Coronavirus en Terreno de Argentina), para identificar de manera temprana a personas con coronavirus y derivarlas para su atención.
A través de ese sistema se entrevistó a 367 personas de 113 hogares. De todas ellas, 32 habían cumplido con la definición de caso sospechoso y fueron testeadas con la prueba de PCR en unidades móviles sanitarias. Esta mañana se confirmaron 16 casos positivos más.
“Es otra demostración importante de lo que significa cuando el gobierno nacional y de la ciudad combinan políticas. Hemos tenido una potencia importante en el barrio trabajando con todas las organizaciones barriales y la Iglesia", señaló en el día de ayer Quirós durante una visita al Hospital Muñiz. "Hemos visitado casa por casa, identificamos 39 personas con cuadro clínico sospechoso, hemos llevado al Instituto Malbrán los resultados, hemos llevado a las personas a los hospitales de la ciudad y tuvimos 30 positivos, lo que demuestra que esta estrategia de rastreo activa en el barrio es útil”.
Desde el gobierno porteño aclararon, sin embargo, que “no se trata de testeos masivos”, para evitar generar una aglomeración de gente que “pondría en dificultad el operativo epidemiológico”, que también se empezó a llevar a cabo en el barrio La Paz del partido bonaerense de Quilmes.
Las villas y asentamientos en la ciudad son una preocupación para las autoridades locales ya que las condiciones ambientales y habitacionales, principalmente el hacinamiento, dentro de los barrios dificultan el aislamiento social obligatorio, donde funciona una suerte de “cuarentena comunitaria”.
En la 31, puntualmente, se produjo en la última semana un corte que dejó casi 10 días sin suministro de agua o con muy baja presión a varias manzanas. El equipo técnico de Agua y Saneamientos Argentinos (AySA), que no tiene jurisdicción técnica dentro de la 31, y el equipo de obras públicas del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, mantuvieron en los últimos días una serie de reuniones para coordinar soluciones a este problema. Como resultado, el Gobierno de la Ciudad se comprometió a comenzar esta semana las obras pendientes para brindar agua al barrio.
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