Nicolás Caro (21), el ladrón que asesinó en agosto de 2015 al joven kiosquero Agustín Cantello durante un robo en Luján, fue beneficiado la semana pasada con prisión domiciliaria. Su excarcelación generó un fuerte repudio en la ciudad bonaerense hasta el punto que un grupo de concejales del Frente Renovado (FR) emitieran un comunicado en el que expresaron su rechazo por la medida de la justicia.
La salida de prisión de Caro no está relacionada con la emergencia sanitaria del COVID-19 pero sí se dio en un contexto en el que miles de presos de todo el país pidieron a la justicia ser liberados de la cárcel por miedo a contraer la enfermedad. Por eso, -según medios locales- cuando los vecinos observaron al joven de 21 años nuevamente en la ciudad, expresaron su repudio en las redes sociales e instaron a denunciarlo ante la justicia en caso de que sea visto en las calles. “Si lo ves en la calle, llama al 911. Él es Nicolás Caro, que asesinó a Agustín Cantello. La INJusticia de nuestro país le otorgó la prisión domiciliaria. No nos hagamos los boludos. Metámonos para que no haya otro Agustín", dice el mensaje viralizado en el que se incluye la cara del asesino.
“Ante la indignante noticia que da cuenta del beneficio de la prisión domiciliaria en favor del asesino de un joven lujanense, desde el Frente Renovador de Luján manifestamos nuestro repudio a esta irresponsable decisión de la justicia, y expresamos nuestra preocupación ante la posible liberación de cientos de detenidos en todo el país”, señalaron los ediles en su comunicado. “El Presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa, manifestó que los jueces deben cumplir con la Ley de las Víctimas de Delitos, quienes tienen el derecho a ser escuchados cuando se toma una decisión que implica un beneficio para el imputado, y en caso que ello no ocurra advirtió que pedirá el Juicio Político de esos magistrados. El cumplimiento de una sentencia judicial es el acto de reparación que el delincuente le debe a su víctima y a toda la sociedad, lo cual se constituye en el acuerdo de convivencia social que tenemos todos los argentinos”, agregaron desde el FR.
Gabriel Jurina, uno de los concejales que emitieron el mensaje, habló con el medio Luján en Línea y ratificó el rechazo de la decisión judicial. “Es un individuo que debería estar purgando su condena en la cárcel, porque así lo determinó la Justicia. Expresamos nuestro repudio e preocupación ante estas medidas arbitrarias y denigrantes para la sociedad. Es un individuo que debería estar purgando su condena en la cárcel, porque así lo determinó la Justicia. Expresamos nuestro repudio e preocupación ante estas medidas arbitrarias y denigrantes para la sociedad”, sentenció.
El pedido del arresto domiciliario fue hecho al comienzo del aislamiento preventivo y obligatorio decretado por el gobierno nacional. Si embargo, en un primer momento, el Tribunal de Responsabilidad Penal Juvenil N° 1 negó el planteo, lo que hizo que la defensa apelara. Fue así que la Sala Tercera de la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal de Mercedes, a cargo de Luis Alejandro Gil Juliani, otorgó el arresto domiciliario el 21 de abril pasado por “buena conducta y continuar con sus estudios”.
Fuentes judiciales reseñadas por el diario Luján Hoy, dijeron que “el condenado se encontraba llevando adelante su correspondiente tratamiento tutelar, concurriendo a talleres y continuando con sus estudios, y que no hubo planteo por tratarse de grupo de riesgo ante la pandemia de COVID-19”. En ese sentido agregaron que “tiene pedido de salida laboral, aunque la Fiscalía se opuso y el tribunal no resolvió aún”.
El crimen
El brutal crimen ocurrió el 13 de agosto de 2015, cuando Caro, por entonces de 16, ingresó al comercio, esperó que Agustín (25) atendiera a otro cliente y luego sacó un arma. Si bien el joven quiosquero le entregó el dinero, recibió un disparo en el pecho. Llegó con vida al Hospital, pero a los pocos minutos falleció. El hecho quedó grabado en las cámaras de seguridad del lugar.
Caro decidió seguir adelante con sus planes luego de dispararle a Cantello. Minutos después, se dirigió a otro comercio, le apuntó a un hombre y le exigió la entrega de dinero. Días después fue entregado por su propio abuelo.
Caro fue declarado fue declarado culpable de “robo calificado por el uso de arma de fuego”, “homicidio agravado por el uso de arma de fuego portación ilegal de arma de fuego de uso civil, en concurso ideal”. La sentencia está firme y espera que el Tribunal Penal Juvenil le imponga la pena. Desde el inicio estuvo alojado en Centro Cerrado Almafuerte en tratamiento tutelar, donde cursó sus estudios secundarios.
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