El Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires resolvió modificar algunos patrones de su protocolo a la hora de considerar a los pacientes sospechosos de contagio de coronavirus.
De acuerdo a un informe presentado a los profesionales sanitarios de los diferentes municipios bonaerenses, se modificarán, entre otras medidas, la consideración de síntomas así como el procedimiento de testeos después del alta médica.
El Ministerio de Salud provincial presentó así una guía de actuación “con el objetivo de tomar mejores medidas de prevención, diagnóstico, tratamiento y seguimiento de los casos”, según detalló en el informe.
Entre las principales modificaciones, se establece un diferente parámetro respecto a la fiebre del paciente que se esté tratando. Antes, se consideraba un síntoma de sospecha el cuadro febril a partir de los 38 ºC. Sin embago, a partir de ahora, una persona que presente un cuadro de 37,5 ºC, ya será considerada sospechosa de contagio de COVID-19.
A su vez, la falta de olfato y gusto también fue introducida entre los síntomas de posible contagio de coronavirus. La anosmia había empezado a ser considerada como un factor de alerta a lo largo del mes de marzo.
La primera encuesta sobre alteraciones olfatorias y del gusto en pacientes con COVID-19 fue realizada en pacientes hospitalizados en Milán durante los primeros tres meses del año en curso. Los resultados de la encuesta mostraron que aproximadamente el 34% de los pacientes con COVID-19 había presentado alteraciones del gusto o del olfato, y 18,6% refirió ambos síntomas. Se realizaron encuestas sobre la falta de gusto y olfato en otros países como Alemania, Estados Unidos, Gran Bretaña e Irán, donde los porcentajes para pérdidas olfatorias oscilan entre 34% y 68% en pacientes con pruebas positivas para COVID-19.
También se estiraron los plazos de toma de pruebas, respecto a las personas contagiadas que recibieron el alta médica y se encuentran bajo un proceso de aislamiento obligatorio.
Antes, se realizaba un test a aquellos contagiados 72 horas después de su última manifestación de fiebre.
"Ahora la toma de esa muestra varía de acuerdo al cuadro clínico: a los 10 días para aquel que está en un centro de aislamiento y a los 14 días para quien está en domicilio”, detalló la directora de Epidemiología del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Teresa Varela, quien agregó que la nueva medida fue resuelta porque se observó que “se necesitaba más tiempo para que el virus se negativice”.
En tanto, se afinaron algunas medidas de procedimiento para el tratamiento de adultos mayores con la confección de un protocolo específico para las residencias o establecimientos donde ellos habitan o visitan cotidianamente.
Por otro lado, se incrementó la red de diagnóstico para la realización de pruebas a unos 18 laboratorios en todo el territorio provincial.
"Además, teniendo en cuenta que estamos entrando en temporada de bajas temperaturas, se indica a los efectores del sistema que pongan énfasis en el estudio por laboratorio de los virus estacionales”, reflexionó Varela.
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