Esta mañana, un violento motín estalló dentro del penal de Villa Devoto, la última cárcel federal de la ciudad de Buenos Aires. Los reclusos incendiaron las celdas, colgaron colchones prendiéndose fuego y alcanzaron el techo del establecimiento, del cual desmontaron parte de su estructura.
En medio de la tensión penitenciaria por el coronavirus, un grupo de detenidos se rebeló en uno de los niveles de la cárcel: los propios detenidos enviaron videos a Infobae donde se puede ver un incendio entre las celdas. Vecinos de la zona, mientras tanto, reportaron desde temprano sonidos de detonaciones compatibles con disparos de balas de goma. Se registraron once agentes penitenciarios heridos.
Una alta fuente penitenciaria reconoció: “Tomaron la planta uno del penal, el nivel reservado para narcos y detenidos que cursan estudios universitarios”. La fuente se sorprende: los disturbios suelen comenzar en los sectores poblados por detenidos acusados de delitos violentos como robo y homicidio. Otra fuente de peso dentro del Estado coincide: “No sé qué les van a dar para que se calmen. Esto ya escaló a nivel político”.
El conflicto comenzó a la mañana en la planta uno, con narcos y detenidos que estudian en el sistema universitario del penal, hubo fuego, incendios, otros reclusos se sumaron. Los guardias del Servicio Penitenciario Federal no pudieron contenerlo.
Personal de la Procuración Penitenciaria también se hizo presente en el penal. Poco antes del mediodía, los presos comenzaron a ganar los techos: envueltos con mantas para amortiguar las balas de goma, arrancaron las chapas y salieron a mostrarse con palos, bengalas de humo y trapos con consignas.
“Pedimos hisopado para toda la población. No nos condenaron a muerte, nos condenaron a las penas que estamos pagando. No pedimos escaparnos, no queremos que nos maten, pedimos salud y el derecho a la vida. No queremos que nos encierren para morir como ratas, no queremos morir”, reveló Carlos Ojeda, de Mataderos, condenado en 2017 por el Tribunal Oral N°30, en primera instancia, a nueve años de cárcel por el delito de tentativa de homicidio.
Por la tarde, tras nueve horas de protesta, la violenta situación llegó a su fin tras la firma de un acta en la mesa de diálogo conformada con las autoridades de diversas áreas del Gobierno nacional. Sin embargo, otro grupo permanece en el techo y amenaza con continuar las acciones violentas.
Se conformó una mesa de diálogo integrada, entre otros, por los jueces de la Cámara de Casación Gustavo Hornos y Daniel Morín, además de representantes del Ministerio de Justicia, Procuración Penitenciaria y el SPF, más los delegados de los internos, uno por pabellón.
El miedo al contagio y el reclamo para que la Justicia resuelva los pedidos de excarcelaciones de cara a la pandemia del coronavirus -una problemática que marca también al Servicio Penitenciario Bonaerense, con casi 1200 presos en huelga de hambre declarada y dos motines en una semana en cárceles como la N°10 de Moreno o la 23 de Florencio Varela, que terminó con 20 presos heridos y un muerto a causa de las heridas de postas de goma, atraviesa a la protesta.
Video: Thomas Khazki
Fotos: Adrián Escandar
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