En cuarentena, los armenios argentinos conmemoran el 105 aniversario del genocidio que sufrió su pueblo

Mañana, 24 de abril, se cumple un año más del secuestro y ejecución de 250 líderes armenios en Turquía, prólogo de un crimen masivo que se cobró un millón y medio de personas. En vez de una marcha, en nuestro país -el único en el mundo que reconoce esta atrocidad en sus tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial- se preparan actividades online

Guardar

“¿Quién se acuerda del aniquilamiento de los armenios?”, la frase fue dicha por Adolf Hitler en 1939, cuando puso la maquinaria asesina del nazismo al servicio de la desaparición del pueblo judío. No obstante el horror que hoy podría producir esa frase, en aquel momento era cierto que buena parte del mundo parecía haber olvidado el primer genocidio del siglo XX, en el que un millón y medio de armenios fueron masacrados por quienes gobernaban Turquía en la segunda década de la centuria pasada.

Así sucedió durante años, y aún hoy la mayor parte de los países no lo reconocen. Apenas se cuentan una treintena en todo el mundo. Argentina lo hizo el 1° de septiembre de 1987, cuando el entonces presidente Raúl Alfonsín dio un discurso ante la comunidad armenia en el que dijo: “Han llegado a nuestra tierra empujados por acontecimientos dolorosos, en momentos durísimos, quizás de los más duros que ha debido sufrir un pueblo todo, como fue el genocidio de 1915”. Veinte años más tarde, Néstor Kirchner impulsó la Ley 26.199, que declaró al 24 de abril como “Día de acción por la tolerancia y el respeto entre los pueblos”, para conmemorar aquel hecho horroroso.

Esa fecha emblemática recuerda el día en que 250 líderes armenios fueron arrestados en Estambul, llevados a Ankara y fusilados. Antes y después (hasta 1923), dos millones de armenios viviendo en el entonces Imperio Otomano fueron despojados de sus bienes, torturados y ejecutados de mil formas distintas. Y obligados a abandonar el territorio en una dolorosa caminata por el desierto sirio, en el que morían de hambre y sed.

Este año se conmemoran los 105 años de ese horror. No habrá, como es usual, la marcha de reclamo por memoria y justicia que la Comunidad Armenia de Argentina lleva a cabo en cada aniversario hacia la embajada turca.

Instituciones Armenias de la República Argentina (IARA) lanzó un comunicado: “La pandemia del COVID-19 ha paralizado al mundo y lo ha sumido en un estado de catástrofe, muerte, incertidumbre e inacción. Por lo tanto, no podemos marchar, pero sí podemos y debemos recordar para que en ningún lugar del mundo, nunca más, tengan lugar delitos de lesa humanidad como el genocidio armenio”.

“Los sobrevivientes del genocidio armenio encontraron en la Argentina un país que los acogió y les brindó la posibilidad de integrarse plenamente y reconstruirse como comunidad. Pero probablemente ninguno de ellos haya imaginado que la Argentina se transformaría en el primer y único país que, hasta el momento, reconocería el genocidio armenio a través de sus tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial. Esta singularidad argentina es el fiel reflejo de un Estado y una sociedad comprometida con la memoria, la verdad y la justicia".

Una de las instituciones armenias más reconocidas, la Fundación Luisa Hairabedian (FLH), propuso una serie de actividades a distancia para aquellos que deseen recordar el genocidio. El 24 a las 19 horas se iniciará el ciclo de Instagram Live de la FLH (@flhairabedian) denominado: “Genocidios, reparaciones y justicias o el límite de lo imposible”. Del mismo participará el doctor Alexis Papazian (FLH/UBA) y Mariano Nagy (CONICET UBA) con auspicio de la Cátedra Libre de Derechos Humanos de la Facultad de Filosofía y Letras.

A nivel internacional se colaboró en la publicación de la versión en español del sitio web https://www.armenian-genocide.org de Armenian National Institute con sede en Washington DC, Estados Unidos. Y, simultáneamente se está difundiendo en colegios primarios y secundarios de todo el país un cuadernillo educativo con contenido y material de derechos humanos a docentes y estudiantes vinculados al genocidio armenio.

Seguí leyendo:

Guardar