Seis millones de judíos murieron en guetos y en campos de concentración y exterminio Nazi. Algunos en cámaras de gas, otros víctimas de la desnutrición, el trabajo forzado y las pestes que los enfermaron hasta llevarlos a una muerte agónica. Otros, lograron resistir y sobrevivieron al horror. En honor a ellos, desde 1959, en Israel las sirenas aéreas comenzaron a sonar durante dos minutos para recordarlos, los vehículos a detener su andar y las personas a permanecer en silencio. Desde que se estableció la fecha de recordación, los establecimientos públicos no abren, los medios televisivos y radiales emiten canciones y documentales sobre el Holocausto y las banderas quedan a media asta.
Este año, las conmemoraciones tradicionales no se realizarán a causa de la pandemia que tiene a medio mundo en cuarentena, aislado. Lo que, paradójicamente, hace recordar con especial emoción esta fecha que se celebra cada año en el día 27 del Nisán (el primer mes del calendario hebreo bíblico, que comienza a partir de la liberación de los hebreos de la esclavitud en Egipto) y, de acuerdo al calendario gregoriano, este año se conmemora el 21 de abril.
“Este día es para homenajear a las víctimas del Holocausto y para comprometernos a considerar a los otros seres humanos como iguales a nosotros”, resumió Jonathan Karszenbaum, director ejecutivo del Museo del Holocausto, a Infobae.
La Shoá (Holocausto) fue la persecución y el asesinato sistemático, burocráticamente organizado de 6 millones de judíos por parte del régimen nazi y sus colaboradores
En 1959, el Parlamento israelí (la Kneset) dictó la Ley del Día de Recuerdo del Holocausto y el Heroísmo, que establece: “El 27 de Nisán es el Día de Recuerdo del Holocausto y el Heroísmo, dedicado cada año a la unión con el recuerdo de la Shoá que causaron los nazis y sus ayudantes al pueblo judío y con el recuerdo de los actos de heroísmo y los actos de rebelión en aquellos días [...]”.
Al respecto, explicó Karszenbaum: “Cuando se creó el estado de Israel, el primer líder David Ben-Gurión decidió establecer el día de recordación con referencia al Levantamiento del Gueto de Varsovia, ocurrido el 19 de abril de 1943, pero ese día coincidía con la primera noche de la Pascua Judía, el Pésaj, pero como no se puede conmemorar un día de duelo durante un día de festividad la fecha fue trasladada dos semanas, al día 27 de Nisán. Es por eso que esta fecha quedó de alguna manera simbólica entre la festividad de la Pascua judía, que dura 8 días, y la festividad de la independencia de Israel, que es el 28 de abril”.
El día de Recordación del Holocausto, inicialmente, fue propuesto por el pueblo judío. “Es la fecha en que las comunidades judías del mundo y de Israel recuerdan a las seis millones de víctimas judías y a todas las consecuencias nefastas que trajo la existencia del nazismo para toda la poblaciones europeas”, añadió el director ejecutivo del Museo del Holocausto de Buenos Aires.
Debido al contexto mundial por el COVID-19, este año las conmemoraciones serán, principalmente, protagonizadas por campañas virtuales. Al respecto, Karszenbaum sostuvo que “fue un desafío para todas las instituciones que nos dedicamos a la memoria, al recuerdo de las víctimas, al homenaje y a la educación sobre cómo transmitir las enseñanzas del Holocausto sin tener eventos presenciales, con gente”.
Entre las campañas, el Museo del Holocausto tiene actividades propias y se sumó a propuestas de otras instituciones. “El acto central, que se realizará junto a la DAIA esta tarde a las 18:30, es el que se hubiera hecho de haber estado en algún estadio o teatro de la ciudad Buenos Aires”, aseguró.
De la campaña propia, adelantó que habrá cinco videos sobre la música de la infancia de los sobrevivientes, realizados con la idea de rescatar que además de sobrevivir ellos lo hicieron las canciones que los acompañaron antes del horror. “Es el pasado de su pasado”, calificó.
19 de abril de 1943: Levantamiento del Gueto de Varsovia
Para 1933, cuando el nazismo llegó a Alemania, la población judía de Europa superaba los nueve millones y la mayoría residía en los países que una década más tarde ocuparía el ejercito nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
Entre octubre y noviembre de 1940, después de que las tropas nazis derrotaran a Polonia -1 de septiembre de 1939-, los judíos que vivían en la capital y en otras regiones, fueron confinados en lo que sería el Gueto de Varsovia. Estaban en pleno centro de la ciudad y sobre las borradas ruinas de un gueto similar de la Edad Media.
Era un rectángulo de 18 kilómetros de longitud, con un paredón de 3 metros y 400 mil judíos atrapados. En la peor etapa de la guerra, llegarían a ser 500 mil. Allí vivían custodiados por miembros de la Schutzstaffel, la despiadada SS, y la policía polaca. Todos los judíos eran obligados a llevar de manera visible la estrella de David.
Los despojaron de todo: sus ropas, sus casas, su libertad. Dejaron de ser considerados personas y obligados a tolerar burlas y humillaciones. Pero en enero de 1943 comenzaron las primeras muestras de resistencia que se intensificarían en abril, sorprendiendo a los escuadrones de la muerte nazis.
El Gueto de Varsovia, establecido el 11 de noviembre de 1941 hasta mayo de 1943.
Los 35 mil judíos que quedaban allí iniciaron una organización para impedir que el ejército nazi acabara con ellos, tal era la orden. Al llegar, fueron enfrentados en una resistencia judía que duró 27 días. Esa heroica resistencia, de un puñado de civiles contra un poderoso ejército, dejó cientos de combatientes ejecutados, entre ellos el líder del levantamiento de solo 24 años, Mordejai Anielewicz.
“El 19 de abril de 1943, una primera noche de Pésaj, un grupo de jóvenes judíos resolvimos en el Gueto de Varsovia que no nos entregaríamos. Que no seríamos cosificados, que los judíos no permitiríamos que nos exterminen impunemente. El Levantamiento del Gueto de Varsovia fue nuestro Nunca Más”, dijo Ariel Gelblung, representante para América Latina del Centro Simon Wiesenthal, durante el acto de recordación del año pasado.
La matanza fue desenfrenada. En homenaje a la sublevación, a las víctimas, a los héroes y a los sobrevivientes de la Segunda Guerra Mundial, el gobierno israelí designó Día Holocausto y el Heroísmo (Yom ha-Shoá en hebreo). Esta jornada se inicia con la puesta del sol del 27 de Nisán y finaliza al atardecer siguiente, de acuerdo a la forma tradicional judía de determinar el día.
Tradicionalmente, la Ceremonia de Estado en Yad Vashem comienza con la presencia del presidente del Estado de Israel y el Primer Ministro. Seis sobrevivientes del Holocausto encienden seis antorchas, que representan a los seis millones de judíos asesinados. Luego, se presentan videos en los que se cuentan las historias de los elegidos para encender las antorchas.
A la mañana siguiente, suena una sirena durante dos minutos en todo el país. En esos dos minutos, se detiene el trabajo y todos permanecen en silencio en reverencia a las víctimas del Holocausto.
Después de la sirena, se realizará la ceremonia de colocación de coronas en Yad Vashem: este año será sin público general. Durante todo el día, tanto la televisión como la radio transmiten programas sobre el Holocausto. Recientemente, otros países y comunidades judías han adoptado Yom ha-Shoá como día de conmemoración de las víctimas del Holocausto.
“Si deseamos vivir y legar la vida a nuestra descendencia, si creemos que debemos allanar el camino hacia el futuro, en primer lugar, no debemos olvidar”, escribió el profesor, activista sionista y político israelí Ben Zion Dinur, en 1956.
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