Al igual que lo sucedido el viernes, las calles de la ciudad se vieron durante la mañana del lunes con una actividad mucho mayor respecto de las semanas anteriores. Aún con la medida de la cuarentena obligatoria en vigencia, se percibió una suerte de relajación que se reflejó en un mayor número de peatones en las calles, largas filas de autos en los accesos a la Capital y la inclusión de nuevos rubros en la denominada por el Gobierno como “cuarentena administrada”.
A lo largo de las primeras horas del lunes, se observaron largas filas en las paradas de colectivos y trenes y un movimiento constante de personas en las principales terminales de transporte público de la ciudad. También se registraron filas y demoras más prolongadas en los principales accesos de automóviles a la Capital.
En materia de tránsito, el Gobierno de la Ciudad informó que durante las primeras horas de la mañana del lunes hubo un 16% de incremento en las autopistas porteñas, en comparación con los valores de la semana pasada. Mientras, los sensores que posee la Secretaría de Transporte en las principales avenidas detectaron un 11% de aumento.
Los medios de transporte público también vienen registrando un incremento sostenido, pese a que todavía las cifras se mantienen muy por debajo de las medias habituales. El subte maneja una caída del 4% de su circulación, los trenes un 10% menos de sus pasajeros habituales y los colectivos manejan una merma del 30% del volumen de sus pasajeros.
Las cifras oficiales del viernes ya dejaron la evidencia del incremento de la actividad en el tramo final de la cuarentena anunciada por el presidente Alberto Fernández. Solo en esa jornada, el Gobierno de la Ciudad registró el ingreso a la Capital desde la provincia de Buenos Aires de unas 800 mil personas.
De acuerdo a las primeras estimaciones, se espera que en el transcurso del lunes ingresen a la Ciudad entre unos 900 mil y un millón de individuos.
El mismo lunes por la mañana se dio inicio a la ampliación de permiso laboral para diferentes rubros comerciales.
El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, calificó la iniciativa durante la semana pasada como una “cuarentena administrada”. Así, el gobierno nacional resolvió, mediante la Decisión Administrativa 524, habilitar 11 nuevos rubros:
1- Establecimientos de cobranza de servicios e impuestos (Como Rapipago o Pago Fácil)
2- Oficinas de Rentas de las provincias, de la Ciudad de Buenos Aires y de los municipios
3- Actividad registral nacional y provincial, con sistema de turnos y guardias mínimas
4- Venta de mercadería ya elaborada de comercios minoristas, a través de plataformas de comercio electrónico, venta telefónica y otros mecanismos que no requieran contacto personal con clientes
5- Atención médica y odontológica programada
6- Laboratorios de análisis clínicos y centros de diagnóstico por imagen
7- Ópticas, con sistema de turno previo.
8- Peritos y liquidadores de siniestros de compañías aseguradoras
9- Establecimientos para la atención de personas víctimas de violencia de género
10- Producción para la exportación, con autorización previa del Ministerio de Desarrollo Productivo
11- Procesos industriales específicos, con autorización previa del Ministerio de Desarrollo Productivo
Asimismo, además de la Capital y la provincia de Buenos Aires, la medida entró en vigencia para las provincias de La Pampa, Neuquén, Formosa, Santa Cruz, Corrientes, Tierra del Fuego, Salta, San Juan, Córdoba, Jujuy, La Rioja, Chubut, Catamarca, Río Negro, Entre Ríos, Mendoza, Santa Fe, Chaco, San Luis y Misiones.
Si bien la implementación de los permisos de los nuevos rubros fue realizada a través de turnos escalonados, en las primeras horas de la mañana algunos de los "nuevos comercios permitidos" ya registraron un incremento inmediato de la actividad.
Tal fue el caso de las oficinas de pago de servicios, como RapiPago y Pagó Fácil. Entre las 8:30 y las 10 de la mañana, se registraban en varios de sus locales de diferentes barrios filas constantes de entre 20 y 30 personas. Esas colas eran formadas con el perímetro mínimo de distanciamiento social establecido.
Ya sobre las 10 de la mañana, la actividad en la calle mermó y se volvió a graficar la postal clásica de los días de cuarentena: muchas persianas bajas, movimientos mínimos de gente en las veredas, la gran mayoría con barbijos puestos, y una circulación paulatina de vehículos.
Los controles, constantes
Pese a la inclusión de 11 nuevos rubros entre los permisos esenciales de trabajo, las medidas de seguridad y los controles de circulación dentro de la Ciudad se mantuvieron firmes.
A un mes de la implementación de la cuarentena obligatoria, la Policía de la Ciudad detuvo a un total de 820 personas, otras 10.775 fueron demoradas, notificadas o trasladadas a sus domicilios y fueron secuestrados unos 210 vehículos.
Además, la línea de teléfono 147 recibió un total de 16.959 denuncias por violación de la cuarentena. En los últimos días se habilitó también la posibilidad de denunciar por el no uso de tapabocas caseros en la vía pública.
En tanto, debido a la habilitación de los nuevos rubros, se sumaron controles en las inmediaciones de los centros de trasbordo (Constitución, Once y Retiro), paradores de Metrobus y bocas de subte. Ahora no sólo se controla el permiso de circulación, sino que también se toma la fiebre y se chequea el uso de tapabocas.
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