Un suboficial mayor del Servicio Penitenciario Bonaerense que cumple funciones en la Alcaidía Departamental N° 3 de La Plata, ubicada en la localidad de Melchor Romero, fue diagnosticado en las últimas horas con coronavirus y se encuentra internado en un hospital de la zona. Se trata del mismo establecimiento donde están alojados actualmente los 8 rugbiers acusados de asesinar al joven Fernando Báez Sosa, pero las autoridades aseguraron que el empleado contagiado no tenía contacto con los internos. Es el tercer caso de personal carcelario infectado en la provincia de Buenos Aires.
Las autoridades del SPB aseguraron a Infobae que el hombre, de 46 años de edad, se desempeñaba como escribiente en el área de vigilancia de esta unidad, por lo que trabaja en un sector que está alejado de los lugares que utilizan las personas privadas de la libertad.
Según explicaron las mismas fuentes, el agente comenzó a presentar algunos síntomas el miércoles pasado, por lo que se activó el protocolo previsto para los casos sospechosos de COVID-19 y se procedió a aislar en sus domicilios tanto al suboficial mayor como a otros 15 compañeros con los que compartió las últimas jornadas laborales. Hasta el momento, ninguno de ellos presentó síntomas.
Si bien todavía no se pudo confirmar cómo contrajo la enfermedad, se cree que el contagio ocurrió a través de la pareja del hombre, que es enfermera del Hospital Gutiérrez de La Plata.
Por otra parte, los médicos que dependen de la Dirección Provincial de Salud Penitenciaria realizaron charlas a los agentes ante esta situación, “para llevar información precisa y tranquilidad”, al tiempo que aseguraron que “se adoptaron todas las medidas pertinentes para acotar la propagación del virus”.
“Ante la presencia de los síntomas en el suboficial nos pusimos en alerta y averiguamos con quienes había estado en la guardia para aislarlos como nos indica el protocolo”, destacó el titular del Servicio Penitenciario Bonaerense, Xavier Areses.
Además, el SPB resaltó que desde que comenzó la pandemia del coronavirus, la institución avanzó con la implementación de “medidas para evitar el ingreso del coronavirus en los centros de detención”, como acciones de bioseguridad y un protocolo de actuación para casos sospechosos.
Unos días atrás se habían informado otros dos contagios entre el personal de diferentes cárceles de la provincia: uno en la Unidad N° 22 de Olmos y otro en la Unidad N° 21 de Campana.
El primero de estos casos es de una mujer que cumple funciones en el área de seguridad, en el puesto de conserjería, por lo que tampoco tuvo contacto con los detenidos, pero sí con el oficial que la relevó en su lugar de trabajo y otros ocho compañeros de la guardia.
En tanto, el infectado de Campana fue un suboficial de la guardia penitenciaria de dicha ciudad, que a principios de abril comenzó a sentir malestar corporal y algo de fiebre, por lo que rápidamente le hicieron un hisopado para comprobar si tenía COVID-19. El resultado del test llegó unos días después y fue positivo.
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