Al menos 34 empleados del Sanatorio de la Providencia del barrio porteño de Balvanera dieron positivo en la prueba de coronavirus y se espera aún el resultado de más testeos. Por la tarde, el Hospital Italiano comunicó que 19 profesionales de la salud también dieron positivo.
El Ministerio de Salud de la Ciudad confirmó este jueves el brote que se produjo en la clínica de Balvanera y alcanza actualmente a cuatro médicos, enfermeros, camilleros y personal de administración del centro de salud. Hasta el momento no se reportaron casos graves, solo cuatro de ellos están internados, y el 70% permanece asintomático.
De acuerdo a la investigación epidemiológica que llevó a cabo la cartera de salud porteña, que aún está en curso, se sospecha que la expansión del virus dentro del sanatorio se produjo a partir de una paciente que ingresó por una cirugía de columna a mediados de marzo y luego se convirtió en un caso sospechoso de COVID-19 al desarrollar una neumonía. La paciente fue aislada, hisopada y el resultado finalmente dio positivo.
Hasta este miércoles, cuando se confirmaron los primeros 30 casos entre el personal, la clínica funcionó normalmente, a pesar de que se cerraron progresivamente un piso de terapia intensiva, luego otro de clínica y finalmente la unidad coronaria. Ya este jueves, sin embargo, el sanatorio disminuyó considerablemente su capacidad operativa y adoptó restricciones en la guardia.
Ya no se admiten nuevos pacientes y algunos que incluso ya se habían atendido anteriormente y acudieron a una consulta o a buscar una receta, se encontraron esta mañana con móviles de televisión en la calle, las puertas cerradas y personal del centro ingresando únicamente por la puerta del garaje. También familiares de pacientes internados que vieron el revuelo por las noticias y se acercaron para obtener algún tipo de información. Hasta el mediodía no hubo respuestas y muchos se limitaron a saludarlos a través de las ventanas que dan a la calle Tucumán al 1800.
“No hay manera de determinar cómo pasó por el momento, pero el hecho concreto es que había dos pacientes con coronavirus internados y cuatro pacientes que estaban en la clínica por otras patologías y de golpe pasaron a ser enfermos de coronavirus”, indicó además esta mañana Javier Pokiok, secretario gremial de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA), en diálogo con Infobae.
Minutos antes de las 16, el Hospital Italiano de Buenos Aires difundió un comunicado en el cual notificó de 19 casos positivos por COVID-19. “Tres colaboradores se encuentran internados con evolución satisfactoria y los 16 restantes se encuentran con seguimiento en su domicilio, cumpliendo con el período de aislamiento definido en los protocolos vigentes. En cuanto al análisis epidemiológico de estos casos, cabe resaltar que uno tuvo antecedente de viaje, dos habían asistido en forma directa a pacientes con enfermedad confirmada, mientras que los 16 restantes fueron contagios por otros motivos”, informaron las autoridades.
Desde el Italiano comunicaron que, tras conocerse los primeros casos, se avanzó en la “adopción de múltiples medidas para el cuidado del personal”. Entre ellas un plan de capacitación, que alcanzó a más de 7.500 colaboradores; y la amplificación de los testeos por coronavirus en el personal.
“Hicimos obligatorio el uso de barbijos quirúrgicos, pusimos a disposición de los colaboradores todos los elementos necesarios para la protección personal y establecimos circuitos separados para pacientes con y sin sospecha de COVID-19”, agregaron. También se destacó que, como método preventivo, se promovió el trabajo a distancia de todas las personas que pudieran hacerlo.
De acuerdo al Ministerio de Salud porteño, que conduce Fernán Quirós, las autoridades de la clínica habían sido capacitadas con los protocolos sanitarios para el COVID-19.
Desde la asociación gremial indican que la clínica fue “negligente” en la aplicación del protocolo pero que el problema está también en el protocolo mismo. “Al personal de sanidad no nos contagian los pacientes que sabemos que tienen coronavirus, nos contagian los otros”, explica Pokiok. “Una persona con una fractura expuesta, por ejemplo, tiene que entrar forzosamente a un centro médico y el protocolo que da Nación y que las clínicas implementan no se aplica con todos los pacientes, solo con los sospechosos de coronavirus. Entonces a esos pacientes se los atiende y de un momento a otro resulta que se contagió el personal. Lo que estamos pidiendo al sistema es que cualquier paciente, tenga o no una patología sospechosa de COVID-19, sea tratado como tal".
En cuanto al accionar de la clínica, desde ATSA aseguran que, cuando aparecieron los primeros casos, hace una semana y media, la reacción fue lenta. “Estuvimos tres días discutiendo el aislamiento de un camillero que trasladó dos veces a un paciente con COVID y finalmente dio positivo. Mientras no la aislamos, esa persona pudo haber contagiado tal vez a tres personas más”, dice Pokiok. “Por eso esto se expandió tanto. La clínica aduce que sigue los protocolos, pero en el protocolo hay muchos grises”.
“El caso del Sanatorio de la Providencia no hace más que recordar la importancia de reforzar todas las medidas de protección dentro de las instituciones de salud y los cuidados personales que debe tomar cada uno de los ciudadanos”, indicaron desde la cartera de Salud de la Ciudad en un comunicado. “Sería una lástima que se pierdan tantas camas y respiradores por negligencia y que falten trabajadores de la salud cuando lo requiera la pandemia”, expresaron desde la asociación gremial.
Otro problema son los insumos para la correcta aplicación del protocolo. Esto es, guantes, barbijos y toda la indumentaria necesaria para atender a un paciente aislado o infectocontagioso: “El costo para una clínica de dar ese tipo de protección es enorme. Tendríamos primero que aplicar un protocolo para que todos los pacientes sean tratados como sospechosos de COVID y luego el Estado debería de alguna manera establecer un precio de compra de insumos para que las clínicas puedan pagarlo. Algunas no pueden hacerlo y otras tienen el recurso y prefieren ahorrarlo”.
Sin embargo, asegura, la pandemia es una situación novedosa que “les quemó los libros a varios”. Desde el sindicato aseguran que las autoridades de la Ciudad les dijeron que el gobierno “no tiene poder de sanción” en este casos. “No hay leyes ni los organismos están preparados para hacerse cargo de los casos puntuales. ¿De quién es la responsabilidad? De un profesional, de un enfermo, del que armó el protocolo, del que lo aplicó. Es imposible determinar cómo empezó, quién se lo pasó a quién o con qué nivel de negligencia. Se diluye”.
Hasta el momento y desde que los casos positivos tomaron estado público, algunas empresas de medicina prepaga comenzaron a retirar a sus afiliados internados en la clínica para trasladarlos a otros centros. Sin embargo, hasta el momento no se confirmó una evacuación obligada de todos los pacientes y el personal. Los trabajadores contagiados ya fueron licenciados y están siendo monitoreados por el equipo de Epidemiología del Ministerio de Salud porteño.
Fotos: Franco Fafasuli
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