El municipio de Moreno está en alerta tras la confirmación de una muerte de una jubilada por coronavirus. La mujer, una paciente de 82 años, contrajo la enfermedad en un geriátrico ubicado en la localidad de Paso del Rey que, luego que se confirmara el positivo, fue clausurado por las autoridades municipales. Pero el cuadro podría ser más grave: el gobierno local intentaba confirmar si otra paciente del establecimiento -fallecida el pasado 11 de abril- también había sido contagiada.
A través de un comunicado oficial, el municipio a cargo del intendente Mariel Fernández informó que la primera víctima -identificada como Carmen Britez- falleció el pasado 5 de abril en un sanatorio privado y que, cinco días después, las pruebas en laboratorio confirmaron que la mujer era portadora de COVID-19. Ese dato consta en los partes epidemiológicos diarios, que difunde la secretaría de Salud local.
Pero con el correr de los días, la preocupación por las circunstancias de esa muerte fueron en aumento. Las autoridades sanitarias se comunicaron con los responsables del geriátrico “La Nona”, de donde era la paciente fallecida, a fin de realizar un relevamiento de las históricas clínicas de los adultos mayores alojados. El 11 de abril, se detectó que otra paciente del geriátrico perdió la vida. Un día después, el domingo 12, se activó el protocolo por la pandemia.
La sorpresa que se llevaron en el municipio y los vecinos de Moreno es que el geriátrico no contaba con los papeles en regla. Nueve días después de la primera muerte, el 13 de abril, el hogar de ancianos fue clausurado por “no cumplir con los requerimientos de habilitación provincial y municipal”, confirmó el gobierno local. Vecinos consultados por este medio les llamó la atención lo ocurrido, ya que el establecimiento era desconocido para el público. “Nadie sabía que había un geriátrico, pero nadie”, indicaron.
“Mi mamá estaba internada en este geriátrico. El 2 de abril le dolía el pecho, la espalda, no podía respirar, y llamaron a la ambulancia. El 5 de abril falleció. La última vez que vine, el 15 de marzo, me llamó la atención que había una sola enfermera con 28 abuelos, se la veía complicada”, dijo Lorena, su hija, en diálogo con el canal CrónicaTV. “El viernes 10 nos llamaron de la clínica para informarnos que le habían hecho el hisopado a mi mamá. No lo sabíamos”.
Ante un panorama repleto de irregularidades, las autoridades de Moreno en conjunto con la Dirección de Epidemiología del gobierno bonaerense resolvieron ayer trasladar a los residentes en un sanatorio de la Ciudad de Buenos Aires. Se trata de unas 15 personas que fueron hospitalizadas en el centro de salud, mientras que otros 2 residentes del hogar volverán con sus familias, que garantizaron que se cumplirán las condiciones de aislamiento bajo declaración jurada.
La municipalidad notificó que se están realizando los análisis correspondientes para verificar si la segunda persona fallecida en el hogar “La Nona” es portadora de COVID-19.
Lo ocurrido en el hogar de ancianos de Moreno es el segundo caso en el país donde se identifica un contagio por coronavirus en un geriátrico. Este fin de semana, en la localidad cordobesa de Saldán, unos 21 jubilados y 6 empleados contrajeron la enfermedad pandémica luego de que se confirmara que un médico del PAMI diera positivo al virus, a pesar de ser asintómatico.
Además de Brítez, en Moreno son tres los decesos por coronavirus y 32 contagiados confirmados. Entre los fallecimientos está Luis Suárez, el abuelo de 71 años que se contagió de su nieto Eric Luciano Torles Pereyra (24), quien volvió de Estados Unidos y compartió con él una fiesta de 15 donde participaron un centenar de personas. Tras violar la cuarentena, el joven contagió a otros 20 asistentes y quedó imputado por homicidio culposo, según publicó hoy Infobae. El tercer caso es Mercedes Robles, una mujer de 67 años fallecida el 10 de abril. Todos estaban internados en la Clínica “Mariano Moreno”.
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