Leonardo Makse (49) padece Esclerosis Lateral Amiotrofica (ELA), una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta a las neuronas motoras del cerebro y la médula espinal ocasionando el debilitamiento muscular. En estos momentos se encuentra varado en Miami, ciudad a la que llegó el 14 de marzo para iniciar un tratamiento médico, junto a su hijo Franco de 16 años.
Cuando debían regresar a Buenos Aires Aires, el 28 de marzo, los vuelos ya habían sido cancelados y desde hace dos semanas se encuentran a la espera de un vuelo de repatriación, al igual que otros 120 argentinos.
“El tratamiento que vine a hacer comienza con las dos semanas aquí y luego sigue por dos meses en Buenos Aires. En principio tenía cita para el mes de febrero y luego me lo cambiaron para el 16/3”, contó Leandro.
Para esa fecha, la OMS ya había declarado la pandemia por coronavirus. Pero como ya no podía seguir postergando el tratamiento por tratarse de una enfermedad progresiva decidió viajar igual. “De hecho, mi condición física se resintió en ese mes que postergaron mi cita con el médico”, señaló.
La Esclerosis Lateral Amiotrófica, al atacar también los pulmones, lo convierte en un paciente de altísimo riesgo de coronavirus. Leo, además, presenta dificultades para caminar y para hablar y es asistido permanentemente por su hijo; quien se encarga de salir únicamente para hacer las comprar.
Ambos están haciendo la cuarentena en un monoambiente alquilado en Coral Gables, que se encuentra a unas 6 cuadras de la clínica y a 15 minutos del centro de Miami.
Si bien el Consulado está al tanto de su situación y puso a disposición de ambos una nómina de hoteles donde podrían hospedarse hasta que se facilite su regreso al país, prefirieron continuar aislados en ese departamento debido a sus problemas respiratorios.
De acuerdo a las estadísticas que maneja el gobierno estadounidense, Miami se convirtió en el epicentro del coronavirus del estado de Florida, con 6000 infectados y 66 muertos. Sus casi 2,5 millones de habitantes se encuentran haciendo confinamiento no obligatorio y solo les sugieren salir de sus casas para comprar alimentos, hacer ejercicios o asistir a celebraciones religiosas.
Su hermano Hernán, que vive en Nueva York y está en permanente contacto con ellos, dijo que en Estados Unidos la cuarentena es muy distinta a la que se hace en Argentina. “Acá es solo una sugerencia del gobierno, no es un lock down como se hizo allá. Desde acá vemos que Argentina se puso al frente de esta lucha, hizo lo que tenía que hacer y por eso tiene”, señaló este hombre, quien hace 4 semanas debió abandonar esa ciudad para mudarse a New Jersey porque “la situación se les estaba yendo de las manos”.
Con este preocupante panorama y sumado a que se avecina una temporada más activa de huracanes que la habitual, Leo le escribió una carta pública al presidente Alberto Fernández donde le pide que “duplique los esfuerzos” para repatriar a todos los argentinos porque “en Miami se espera el pico de infección de coronavirus para las próximas dos semanas”.
“Entiendo que tanto el Presidente como el Ministro de Salud están haciendo esfuerzos denodados por repatriar a todos los Argentinos en el exterior. De hecho esta semana han salido varios vuelos a distintos puntos de América y entiendo que eso lleva su tiempo. No estoy pidiendo que salga un vuelo mañana para venir a buscarnos, pero ya van para dos semanas que esperamos y hoy escuchando al Canciller Felipe Solá, donde expresaba su preocupación por el tema, decía que los dos problemas principales que tienen son Madrid y Miami justamente por ser las ciudades con mayor cantidad de pasajeros varados”, escribió Leo en la misiva, consciente de que “la tarea no es fácil” porque también depende de que EEUU autorice esos vuelos.
El canciller Felipe Solá admitió el miércoles pasado en una videoconferencia ante los diputados de la Comisión de Relaciones Exteriores que la Cancillería hoy no puede asegurar una programación de vuelos para repatriar argentinos “en lo inmediato” porque los acuerdos de pasajes de regreso se negocian cada día con las compañías aéreas y porque el Ministerio de Salud fijó un tope de ingreso diario de 400 argentinos por el aeropuerto de Ezeiza.
Hernán contó que desde la Embajada están siguiendo muy de cerca su caso. “Se están moviendo todos. No solo me contactaron a mí sino también a su ex mujer que está en Buenos Aires. No tengo ninguna queja para hacer sobre ellos, todo lo contrario. Sabemos que en el momento en que salga la directiva para hacer el vuelo de repatriación, Leo tendría prioridad”, remarcó.
Todos están esperanzados de que esa decisión se tome lo antes posible ya que “Miami podría convertirse próximamente en Nueva York”, estima Hernán, y los infectados podrían dispararse significativamente. “Hoy mi hermano está libre de ese virus. En la clínica donde hizo el tratamiento le hicieron el examen de COVID-19 y le dio negativo, igual que a mi sobrino”, enfatizó.
Actualmente, Leo sigue todos los tratamientos para ELA recomendados por sus médicos neurólogos en Argentina y avalados por la Asociacion de ELA que son Edaravone, Riluzole y Nuedexta. “El tratamiento en Miami es para ayudar en la recuperación de su tonicidad muscular ya que hasta el momento su enfermedad no tiene cura”, precisó su hermano.
Por lo pronto, Leo está bien de salud aunque golpeado psicológicamente por la incertidumbre de cuándo podrá volver a su departamento del barrio porteño de Floresta. “Cuenta con todos los medicamentos y si le llegaran a faltar sabe que allá también se consiguen”, dijo su hermano.
Mientras que Cancillería trabaja contra reloj para repatriar a los más de 10 mil argentinos que se encuentran varados en el exterior, este sábado confirmó el plan de vuelos que se prevé para esta semana y Miami no figura en el listado. El lunes irá un vuelo a Cancún para traer argentinos varados; el martes saldrá otro a Perú; el miércoles irán dos Hércules de la Fuerza Aérea a Ecuador; el jueves otro vuelo a Punta Cana y el viernes saldrá un vuelo a Australia.
Seguí leyendo: