Quedan más de 10.000 argentinos varados en el exterior como efecto de la pandemia mundial por el COVID-19. Dos grupos de WhatsApp reúnen a más de 800 argentinos esperando regresar al país desde España, uno de los mayores focos de contagio y muertes en el mundo. En su mayoría, están varados entre Madrid y Barcelona y llevan más de tres semanas sin tener una respuesta formal de cuándo podrán volver a la Argentina.
Son cinco las mujeres que crearon las redes de @argentinosvaradosenespaña, la cuenta que reúne a argentinos que denuncian una falta de respuestas por parte del Estado, primero, y en consecuencia, del consulado argentino en Barcelona y en Madrid. “La respuesta a los mails y llamados hasta ahora era ‘pidan colaboración a sus familiares y amigos en Argentina’”, cuenta Lourdes Rivero, una de las administradoras del grupo de WhatsApp que trabaja en el Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, y está varada en Barcelona, viviendo en lo de un catalán que le abrió las puertas de su departamento. “Entiendo y acompaño la medida del Gobierno de priorizar el cuidado de los argentinos, pero acá hay un montón de gente que necesita ayuda y una respuesta concreta”, explica.
A los integrantes del grupo de WhatsApp los está ayudando un conjunto de médicos, psicólogos y personas que hacen donaciones de alimentos, o les brinda alojamiento para los casos de mayor vulnerabilidad. “La gente vino con un presupuesto para vacaciones y tienen gastos que pagar en Argentina, como servicios y cuentas de banco”, detalla Rivero. “Y acá estamos pagando un euro a 90 pesos porque ni siquiera pudieron sacar el impuesto país del 30%”, agregó.
Desde el Gobierno, el canciller Felipe Solá dijo que aún no pueden ofrecer un cronograma con planes de vuelo de regreso porque en el aeropuerto de Ezeiza hay una limitación de ingreso de no más de 400 personas por día. De esta manera, indicó que “en lo inmediato” no puede asegurar la repatriación de esos miles de compatriotas.
El cónsul general de argentina en Barcelona, por su parte, indicó que ya realizaron, en el último mes, aproximadamente 180 recetas de medicamentos para argentinos varados a través del gobierno de Catalunya y aseguró que atienden telefónicamente a las llamadas de emergencia las 24 horas, pero indicó que “los pasos a seguir para quienes no tienen posibilidad de regreso provienen de una orden directa de cancillería”.
“Nosotros no definimos los vuelos, sino que se deciden directamente desde Argentina”, explicó el cónsul. “Hoy no tenemos reclamos pendientes de gente por temas médicos”, aclaró el funcionario, “y en estos días hemos iniciado un proyecto de repartimiento de bolsas de comida para quienes más lo necesitan”.
Las administradoras del grupo de WhatsApp de argentinos varados recibieron un llamado del consulado de Barcelona para colaborar conjuntamente en distinguir los casos más críticos y que requieren asistencia con más urgencia. El grupo ya contaba con un censo que habían realizado de forma interna que se sumó a la información que completaron los varados en el formulario que brinda la Cancillería.
“La ayuda será solo para la gente en caso de extrema vulnerabilidad. Para quienes no se puedan solventar el día a día. Pero, en mi caso y el de muchos otros, no tengo la misma plata tenía hace tres semanas ahora”, reitera Rivero. “Madrid está un poco más organizada que Barcelona, al menos ofrecen hospedaje en el Colegio Mayor Argentino en Madrid y les llevaron una caja con alimentos”.
“Desde el consulado están desbordados y mal gestionados”, indica Julieta Eseverri, la creadora de la cuenta de Instagram @argentinosenbarcelona -dedicada a la comunidad de argentinos que viven en Barcelona- que se encargó de poner en contacto al grupo de chicas que conectó con los más de 800 varados.
“Tenemos la información de las personas que necesitan alimentos y medicamentos y se la enviamos al consulado. En la lista hay embarazadas, adultos mayores con problemas de salud y más de 100 personas que necesitan medicación urgente”, explica Eseverri. “El sentimiento es de abandono. Muchos están pagando entre 20 y 25 euros por día de hospedaje (aproximadamente 1800 pesos), más el 30% de los gastos de la tarjeta de crédito”, reitera.
“La única respuesta que conseguí del consulado fue ‘tengo que esperar a que me den una directiva desde cancillería’”, explicó Lucía Mingorance, una diseñadora gráfica varada en Barcelona. “Nos hicieron una nota en la televisión española y después de ahí pudimos empezar a ejercer un poco más de presión”. A Lucía le cancelaron el vuelo el 13 de marzo y desde ese entonces está intentando volver. Logró conseguir hospedaje en lo de una amiga de su padre que vive en Sitges, al suroeste de Barcelona. “Me salvó porque no conozco a nadie más”, cuenta Mingorance, quién debía haberse reincorporado a su trabajo hace dos semanas. En su caso, sus dos padres son jubilados y no tiene posibilidad de recibir ayuda de la Argentina.
El cónsul argentino en Barcelona, Alejandro Alonso Sainz, aclaró: “Por ahora el tema del hospedaje lo estamos trabajando junto a asociaciones para que nos den una mano para ubicar a la gente. Tenemos las limitaciones de los plazos, que son económicas”. “Todas las inquietudes que nos transmiten al consulado se las comunicamos a la Cancillería y después ellos tienen que conversar con los diferentes organismos del Estado”, resumió. Desde el consulado ofrecen completar una declaración jurada que luego revisan con la AFIP para corroborar si este grupo de argentinos se encuentra en situaciones “realmente apremiantes que no puedan ser atendidas por sus propios medios”.
“Nosotros lo que queremos es que los ciudadanos puedan volver cuanto antes a su casa pero eso no lo determinamos nosotros”, concluyó Alonso Sainz.
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