Este viernes se puso en funcionamiento la primera de las Unidades Febriles de Urgencia (UFU) que serán incorporadas a 18 Hospitales General de Agudos y Pediátricos de la Ciudad de Buenos Aires. La medida dispuesta por el Ministerio de Salud porteño apunta a crear un circuito cerrado de atención a pacientes febriles sospechosos de COVID-19 y evitar la aglomeración de personas en las guardias.
Las UFU se instalarán en espacios anexados a los hospitales Tornú, Durand, Álvarez, Santojanni, Piñero, Penna, Muñiz, Ramos Mejía, Pirovano, Fernández, Gutiérrez, Argerich, Elizalde, Ferrer, Zubizarreta, Vélez Sarsfield, Cecilia Grierson y Rivadavia. La ubicada junto a este último centro médico ya está en funcionamiento desde hoy.
En estos flamantes consultorios atenderán únicamente a personas que presenten síntomas respiratorios, tos, mucosidad, y que tengan o hayan tenido en los últimos días fiebre. Allí les tomarán muestras y les realizarán el diagnóstico inicial.
Al llegar a una UFU las personas son recibidas por un orientador quien autoriza el ingreso solo a quienes tienen síntomas relacionados al coronavirus. Una vez dentro del pabellón, los pacientes ingresan a un consultorio donde les hacen evaluaciones de signos vitales, frecuencia respitatoria y cardíaca, saturación de oxígeno a aire ambiental, tensión arterial y temperatura, además de un examen físico respiratorio.
Si el paciente es descartado como sospechoso de haber contraído el virus, será derivado a la guardia común del hospital. En caso contrario, será resguardado en otra unidad de aislamiento transitorio. Allí deberá esperar para su traslado: si su cuadro es leve, se lo derivará a uno de los hoteles designados para cumplir la cuarentena; en cambio si es moderado irá a la sala de piso en un hospital; y si es grave, se lo llevará a una cama de cuidados intensivos.
Cada UFU ocupa en promedio una superficie de 280 metros cuadrados. En su interior están equipadas con dos consultorios de interrogatorio, cuatro consultorios médicos, baños químicos, y depósitos con insumos esterilizados, reserva de muestras biológicas, artículos insumos de limpieza y tachos de residuos patógenos.
También hay un puesto para el coordinador de la nueve salas de Unidades Transitorias de Aislamiento (UTA) anexas, donde los pacientes son aislados hasta su traslado y derivación (la logística de los traslados necesarios queda a cargo de la Secretaría de Transporte de la Ciudad).
La atención -a cargo de enfermeros, médicos de guardia y estudiantes de las carreras de enfermería y medicina- está abierta para todo público, incluso para quienes posean obra social privada, o para aquellos que tienen su domicilio en la provincia de Buenos Aires (en ese caso, la derivación se resolverá con cada municipio).
Cada paciente será atendido por orden de llegada, excepto los casos graves. Antes del ingreso, en el suelo hay señalizaciones dibujadas para respetar la distancia obligatoria en la fila. Las autoridades sanitarias recomiendan a cada persona llevar las pertenencias esenciales por si se determina el aislamiento y el paciente no pueda regresar a su casa.
Esos nuevos consultorios especiales funcionan los siete días de la semana, con jornadas de 8 a 20 que con el tiempo se irán extendiendo.
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