“No podemos aplaudir a las nueve de la noche y discriminar a las nueve de la mañana”, dijo Victoria Donda, directora del Instituto Nacional contra la Discriminación (INADI). Su referencia aludía a las ovaciones nocturnas desde ventanas y balcones y a los mensajes de segregación y estigmatización que empezaron a aparecer en las redes sociales. Los destinatarios eran los mismos: personal de la salud. El Gobierno porteño se pronunció sobre el escrache a médicos y enfermeros, una práctica que los acusa y señala como responsables de la transmisión del virus.
“Es una situación inadmisible”, dijo el vicejefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Diego Santilli, esta mañana en conferencia de prensa. “Los profesionales de la salud, los médicos, las médicas, los enfermeros y las enfermeras son los que están al frente de la pandemia. Son los que están luchando contra este enemigo invisible que hoy no tiene vacuna, que la única vacuna que tiene es la de aislarnos”, argumentó.
La consulta de un periodista reparaba en dos acontecimientos que tomaron notoriedad en los medios. El caso de una médica, inquilina en un departamento del barrio de Belgrano, y el de dos residentes que hacen guardias en el Hospital Gutiérrez y que viven en un edificio en Venado Tuerto, Santa Fe. Dos cartas, una entregada bajo la puerta y otra pegada en el ascensor, amenazaba a estos tres profesionales de la salud. A la médica la intimaban a evitar el tránsito en zonas comunes, “caso omiso se le imputarán delitos”, rezaba la carta; y a los residentes les pedían directamente que se fueran para “no contagiar a todos”.
Desde el INADI, en los últimos días, comenzaron a notar un incremento en casos de discriminación a quienes son portadores del virus y a sus familiares. También reciben más denuncias de vecinos que escrachan a los médicos, que acusan a los personas de estar infectadas y a quienes incluso recibieron el alta hospitalaria. El reporte que recibió Infobae se titula “Discriminación en tiempos de coronavirus”, incluye cifras y ensaya un cuadro de situación sobre la situación actual. “Sumar discriminación a una situación de salud ya crítica de por sí resulta una actitud repudiable”, concluye.
En la misma sintonía, expuso hoy Santilli, quien prefirió, a su vez, hacer foco sobre las otras actitudes de la comunidad: “Yo me quiero quedar con el otro costado de la sociedad, con los 30 mil voluntarios que se inscribieron en el programa Mayores cuidados, con la solidaridad de la gente que todos los días ayuda y acompaña a un adulto mayor, con los argentinos que se aislaron y que son la inmensa mayoría. Ese tipo de actitudes no condicen con nuestra sociedad. Sepamos cuidar a todos aquellos que nos están cuidando”, expresó el funcionario.
Diego Santilli acompañó hoy al jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta, a Felipe Miguel, a María Migliore y a Fernán Quirós, ministro de Salud de la Ciudad, en el anuncio del Plan Integral de Cuidado y Acompañamiento de Adultos Mayores. “Lo principal es ayudarlos a quedarse en casa: vamos a brindarles asistencia para que otras personas colaboren con sus compras, trámites o el paseo de sus mascotas y también a promover el vínculo afectivo de forma virtual con familiares o voluntarios, para que estén contenidos”, explicó el jefe de Gobierno porteño.
A su vez, Rodríguez Larreta se manifestó al respecto del uso o no de los barbijos caseros: recomendó que todos los porteños que tengan que salir a la calle lo hagan con sus bocas tapadas y solicitó que los barbijos reglamentarios queden a reserva de los profesionales de la salud.
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