Tras la reunión del presidente Alberto Fernández junto a los gobernadores provinciales, en donde uno de los temas tratados fue el cuidado especial para los adultos mayores, el gobierno de la ciudad de Buenos Aires comunicó cómo será el plan preventivo y de atención frente al coronavirus para las 490 mil personas que integran este grupo.
El programa de distanciamiento y asistencia será la principal acción para los adultos que superan los 70 años. El objetivo de acompañarlos y cuidarlos originó la red “MayoresCuidados”, en donde más de 30 mil personas se postularon para ser parte de esta tarea. También el acuerdo con los encargados de los edificios, a quienes se les encomendó la labor de cubrir las necesidades básicas de los vecinos y evitar que salieran de sus casas.
Si bien la principal recomendación para evitar el contagio y la propagación del virus es el distanciamiento social, desde la gestión porteña contemplaron que, principalmente para este grupo etario, es importante sostener una vinculación afectiva para que el aislamiento sea más llevadero. El Gobierno de la Ciudad implementó una red de cuidado también compuesta por familiares, vecinos y diversas organizaciones sociales para ayudar y mejorar la organización material de la vida diaria.
Para discriminar con eficiencia cada caso, los adultos mayores fueron clasificados en cuatro grupos: quienes viven en hogares unipersonales o multigeneracionales sin vulnerabilidad socioambiental y aquellos que lo hacen en hogares unipersonales o multigeneracionales con vulnerabilidad socioambiental.
Se entiende por hogares unipersonales o monogeneracionales a aquellos adultos mayores que viven solos o conviven con otro adulto mayor; y hogares multigeneracionales a quienes conviven con personas no mayores.
Cuando el adulto mayor tenga condiciones de vulnerabilidad habitacional en hogares multigeneracionales se plantearán estrategias de fortalecimiento del cuidado comunitario y resguardo en instituciones comunitarias. El mismo consiste en llevar al adulto mayor a lugares donde pueda transitar el aislamiento social y preventivo en condiciones sanitarias favorables y acompañado afectivamente. En ningún caso será obligatorio que se mude temporariamente a un centro de resguardo.
Tanto a los voluntarios como a los familiares, vecinos u otras personas que asistan a este grupo, se les recomendará mantener un metro y medio de distancia, saludar desde lejos, higienizarse las manos antes y después y planificar telefónicamente la compra de alimentos o el pago de haberes. Este último punto busca evitar la extensión de diálogo presencial.
A quienes vivan con un adulto mayor, las mismas recomendaciones, sumadas a la importancia de no compartir objetos personales y, si es posible, que cuente con una habitación y baño separados. El Gobierno porteño también aconseja “evitar la sobreinformación, establecer una rutina para información, sólo en algunos momentos del día. Buscar un canal oficial para informarse, para evitar las sensaciones de miedo, inseguridad o pánico. La salud mental es un elemento de especial cuidado en estas situaciones”.
Respecto a quienes viven en una situación de vulnerabilidad socioambiental -más de 4.700 según los registros-, se fortaleció la red de cuidados comunitarios con “promotores barriales”. Se asignará un promotor capacitado o agente barrial referenciado por la red comunitaria del barrio donde vive el adulto mayor. Cada 10 adultos mayores, un promotor barrial que hará mismas tareas previamente mencionadas y mantendrá las recomendaciones señaladas.
También interrogará la presencia de tos, odinofagia, dificultad respiratoria o fiebre. Lo visitará una vez por día pero no podrá realizarle los cobros bancarios.
Los adultos mayores que viven en hogares multigeneracionales y bajo estas mismas condiciones, contarán con centros de resguardo de gestión parroquial o comunitaria u otros establecimientos extrahospitalario, como hoteles. “Serán lugares para no más de 20 personas cuidadosamente acompañadas con comodidades como baño con agua caliente, TV y talleres de esparcimiento”, especificaron.
Previo a la mudanza se firmará un consentimiento en presencia de testigo o familiar y se realizará una evaluación de salud en el Centro de Salud y Acción Comunitaria (CeSAC) más cercano. Se hará una evaluación funcional y sanitaria del adulto mayor. Se relevará su medicación habitual, tipo de dieta, antecedentes médicos, riesgo epidemiológico. Y se le aplicará la vacuna antigripal.
Los principales barrios involucrados son: 31 (Retiro), 15 (Ciudad Oculta), 21-24 Zavaleta (Barracas-Nueva Pompeya), 20 Papa Francisco (Villa Lugano), 1-11-14 Barrio Ricciardelli (Bajo Flores), Fraga (Chacarita), Rodrigo Bueno (Costanera Sur) y Carrillo-Fátima (Villa Soldati). En estos barrios habrá 28 lugares donde los adultos mayores podrán seguir con el distanciamiento social y preventivo fuera de sus casas. ”
Hasta el momento 3.453 adultos mayores se registraron para recibir la ayuda de algún voluntario. Quienes requieran hacerlo deben anotarse a través de la línea 147. Un operador solicitará los datos personales (nombre y apellido, DNI, dirección, teléfono, etc.) y preguntará qué tipo de ayuda precisa.
En cuanto al acuerdo con los encargados de los edificios, la Ciudad firmó un convenio con el SUTERH para llevar adelante acciones de prevención del COVID-19. Tras la masiva concurrencia a los bancos del viernes pasado, las entidades acordaron entregar las tarjetas de débito activadas para facilitar el cobro de haberes y el pago de todo tipo de servicios.
SEGUÍ LEYENDO: