Sofía Rodríguez (26) es dueña del gimnasio Soma ubicado en Las Cañitas. Un emprendimiento familiar que empezó su madre, pero con el paso del tiempo ella se hizo cargo. “Somos una empresa pequeña, un gimnasio de barrio. Pero estos últimos años con todas las crisis económicas y cambios de gobierno fue muy difícil mantenernos”, explica Sofía.
Desde los tres años Sofia va todos los días al gimnasio, primero le hacía compañía a su mamá y a medida que fue creciendo aprendió de administración, de impuestos, de sueldos y hasta de clases de gimnasia y alimentación. “Ahí adentro aprendí todo, desde cómo manejar una empresa hasta cómo hacer y dictar ejercicios y clases con las mejores técnicas y posturas”, detalla.
La pandemia del coronavirus le pegó muy fuerte al gimnasio, no solo por la cuarentena sino por la preocupación que siente de sobre qué pasará en ese momento. Los gimnasios han sido identificados como focos de infección para que el COVID-19 se propague, debido a que estos lugares están llenos de sudor. “Tengo miedo que esto dure más meses de lo que dice el Gobierno y que nos fundamos. Hace 26 años que la venimos remando, pero esta crisis es la mas dura de todas. Nosotros seguimos teniendo que pagar cuentas y haciendo el mantenimiento de los equipos, pero no tenemos ganancias. Y si algún día lo vuelvo a abrir, ¿la gente vendrá o tendrá miedo a contagiarse?”, cuenta Rodríguez.
“Esta pandemia nos afectó muchísimo y no sabemos cómo ni cuando nos vamos a poder recuperar, estimamos que podemos tardar dos años para recuperar lo invertido ya que el lugar lo alquilamos y todos los meses hay que pagar el aqluier, expensas y servicios. Que por ser Cañitas, los alquileres son números irracionales.... También ahora tenemos que renovar contrato, a un precio altísimo, con plata que no tenemos. Vamos a tener que endeudarnos para poder salir adelante", explica sofia
“Argentina es un país muy duro para vivir, donde las pequeñas empresas no tienen la oportunidad para crecer, donde los impuestos son más grandes de lo que uno factura. Todos los días sale un nuevo reglamento para tener un local abierto -que implica dinero- lo que hace que cada vez sea mas difícil trabajar y poder lograr todo lo que pide el gobierno. La pandemia nos esta afectando a todos como sociedad y en lo económico. Nosotros como pequeña empresa nos sirve mucho facturar en el día a día, para pagar impuestos, sueldos y demás. Esto de no poder trabajar hace que no se generen esos ingresos, pero tenemos que seguir pagando igual los servicios y los sueldos”, dice angustiada la dueña del gimnasio.
-¿Pidieron alguna ayuda al gobierno?
-Por el momento no sacamos ni pedimos ningún beneficio al gobierno pero estamos poniéndonos al tanto con los beneficios que hay para las pymes.
-¿Cómo cambio tu estilo de vida?
-Tuvimos y vamos a tener que achicar gastos. No solo en compras diarias de supermercados sino que en la vida misma. No vamos a poder darnos más lujos como salir a comer por la noche, por lo menos por un tiempo hasta que se acomode todo. Las compras diarias siguen siendo las mismas pero buscamos precios cuidados y promociones, si es que están los productos en las góndolas.
SEGUÍ LEYENDO: