En la Parroquia San José del Obispado San Justo se empezó por la conformación de un Comité de crisis para los barrios carenciados de esa diócesis: Puerta de Hierro, 17 de Marzo, 17 de Marzo bis y San Petersburgo.
Los primeros beneficiados fueron los mayores y otras personas en emergencia habitacional, ya que la comunidad de San José abrió sus puertas con la consigna “Nadie en la calle, nadie sin casa”. En sus instalaciones, está dando albergue a más de 350 personas, entre ellas familias, personas mayores y otras con dificultades causadas por adicciones.
“Desde los más pobres a todos. Una experiencia de salvación comunitaria”, dice el comunicado de la Parroquia San José del Obispado de San Justo. Es la traducción práctica del “Me quedo en mi casa, me quedo en mi barrio”, que propusieron los curas villeros en la reunión que mantuvieron con el presidente Alberto Fernández hace una semana en Olivos.
Como señaló el padre Pepe Di Paola en esa ocasión, no se le puede pedir a la gente que se quede todo el día encerrada en una casilla de chapa. No es realista. Por eso, en los barrios más pobres del conurbano, se adapta la consigna dada por el Gobierno -quedarse en casa- a una modalidad más comunitaria.
De este modo, en varias parroquias algunas instalaciones fueron reconvertidas en albergues para facilitar la cuarentena de las personas sin techo o viviendo en condiciones de mucha precariedad.
Este martes, en el marco de las tareas de asistencia que el Ejército Argentino está desarrollando en la emergencia causada por la pandemia de coronavirus Covid-19, llegaron varios camiones con alimentos a Puerta de Hierro, “uno de los lugares más pobres de la Matanza”, según el comunicado.
El campamento base se instaló en el Polideportivo Tierra, Techo y Trabajo de la Parroquia San José para organizar la distribución de 1500 raciones diarias de comida.
“Este trabajo se suma al de la Parroquia San José en estos tiempos en que la crisis sanitaria se conjuga con la crisis social en los barrios más postergados de la ciudad y el Conurbano Bonaerense”, informan.
Además de las personas a las que da albergue, la Parroquia incrementó sus otras actividades habituales de asistencia, abriendo sus cuatro comedores de dia y de noche y distribuyendo 5000 raciones diarias de comida.
“A la crisis del Coronavirus la enfrentamos con justicia social y la unidad de todos. Creemos que el municipio, la provincia, la nación, la iglesia, los movimientos sociales, los sindicatos y las empresas tienen que unir sus fuerzas ante uno de los momentos más difíciles de nuestra historia”, dice el comunicado. Y concluye: “Dios no se olvidó de los pobres”.
Entre las necesidades que tienen para asistir a la gente en esta emergencia, están las sábanas, toallas y mantas, además de artículos de tocador y de limpieza y también algunos utensilios de cocina y elementos para entretenimiento, como juegos de mesa y radios.
La diócesis de San Justo está presidida por monseñor Eduardo García, que fue nombrado Obispo de esa zona de Matanza en 2014 por el papa Francisco. Desde 2003, García había sido obispo auxiliar de la arquidiócesis de Buenos Aires de la que Jorge Bergoglio era arzobispo.
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