El maestro correntino que usa la radio para que los chicos de zonas rurales puedan seguir estudiando en la cuarentena

El aislamiento que impone la pandemia del coronavirus motivó que en Colonia Pando, Corrientes, los niños reciban clases a través de la FM local, ya que la señal de internet es deficiente. El docente espera que su idea pueda replicarse en todo el país

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La ciudad de San Roque,
La ciudad de San Roque, en la provincia de Corrientes.

San Roque está a 140 kilómetros al sur de la capital de Corrrientes. Con costumbres y modos de pueblo, con las puertas de las casas siempre sin llaves y bicicletas dejadas por sus dueños en la vereda, fundada el 11 de octubre de 1773, tres años antes de la creación del virreinato del Río de la Plata. Durante la guerra de la Triple Alianza, cuando los paraguayos ocuparon la provincia, su gobernador Ignacio Lagraña estableció allí, en una casa a una cuadra misma de la iglesia, la gobernación. Los restos de esa vivienda de paredes de adobe, hoy monumento histórico, se le protege con un tinglado para que las lluvias no terminen su tarea destructora contra el barro más que centenario.

Alcanza los diez mil habitantes, que viven principalmente de la agricultura y la ganadería. En esa economía de subsistencia, para consumo propio y también para vender, se cultivan maíz, sandía, batata, mandioca y cítricos.

Hace tiempo que en San Roque se cuidan del dengue. En la provincia ya se registraron más de 500 casos, 2 de ellos en el propio pueblo. Felizmente, se erradicó el Mal de Chagas, gracias a que desaparecieron los ranchos de adobe y paja donde la vinchuca anida.

Y en esta época de cuarentena del coronavirus, San Roque se alineó a lo dispuesto tanto por el gobierno nacional como el provincial en materia de prevención y cuidados. Aunque una brillante iniciativa, que partió de un docente y periodista, está haciendo la diferencia.

A la hora de la siesta

El maestro, que todo el mundo conoce, se llama Daniel Bruno. Tiene 53 años, nació en la ciudad, está casado con una docente del nivel primario y secundario y es padre de una nena de 12. A los 19 años ya era maestro rural en un paraje conocido como Arroyo González, entre 2009 y 2013 fue el primer viceintendente que tuvo la ciudad y ahora se está dando el gusto de estudiar para martillero público.

El periodista y docente Daniel
El periodista y docente Daniel Bruno.

Por las mañanas, Bruno se desempeña como administrativo en la Escuela Normal Juan García de Cossio (nombre del fundador del pueblo), y por las tardes se transforma en el director de FM 107.7 San Roque; además, trabaja en Radio Sapucay, AM 1370.

Con la cuarentena, los chicos no pudieron volver a las escuelas. Y fue ahí cuando se le ocurrió la idea de dar clases a través del programa de radio que tiene en la FM local, Fuego 88.7, “la más escuchada”, advierte.

Todos los lunes y -en pronto los martes también- “a la hora de la siesta” enseña Lenguaje Artístico y Comunicacional -taller de radio- a 45 chicos de cuarto año del colegio Madre Teresa de Calcuta, ubicada en Colonia Pando, a 30 kilómetros del pueblo.

Colegio Madre Teresa de Calcuta,
Colegio Madre Teresa de Calcuta, en Colonia Pando.

Colonia Pando es un municipio nuevo, creado en 2009, y está formado por siete colonias, en las que viven familias de escasos recursos. Sus alumnos son hijos de pequeños productores que, cuando no están en el aula, ayudan a sus familias en las tareas rurales. El colegio les brinda una merienda, que en estos días de cuarentena, les llega a sus casas a través de sus tutores.

La zona le abre la puerta a los chicos a continuar sus estudios cuando terminen la secundaria. En Pando pueden ser Técnicos en Logística, una ocupación clave en el proceso productivo agropecuario. Y están los que planean irse a San Roque, donde es posible formarse como maestro de nivel inicial, de primaria o de profesor de matemática, Lengua y Literatura.

La escuela en la radio

La idea de las clases radiales, celebrada y apoyada tanto por la rectora del colegio Griselda Romero como por las autoridades educativas provinciales, tuvo sus escollos. De los 45 chicos, sólo 27 disponían del uso del WhatsApp. Entonces, los 18 restantes deben compartir los celulares con los compañeros que sí lo tienen. Con otros, que son hermanos, la solución fue más sencilla. Como no se puede confiar en la señal de internet, muchas veces deficiente e inestable, se eligió a la radio que, por su proximidad, llega a todos los hogares.

Bruno con la rectora Griselda
Bruno con la rectora Griselda Romero

Durante la semana, Bruno envía a sus alumnos por celular las consignas y los contenidos de la clase siguiente. Y los lunes, a las 14:30, en el horario en el que habitualmente dicta la materia, brinda su clase por la radio.

La misma dura 40 minutos y los alumnos le mandan, en la semana, respuestas a las consignas que se distribuyeron los días anteriores. Bruno, cada día realiza una suerte de recordatorio al aire, del día y hora de la clase, para que nadie la pase por alto. “Pero la motivación es tal, que a ningún chico se le ocurre perdérsela”, afirma.

Es que las clases de Bruno siempre fueron distintas. En esas tardes de calor húmedo, donde la tensión eléctrica no da abasto para hacer funcionar el aire acondicionado, suele dictar su taller en el patio y pone a prueba la creatividad e inventiva de sus alumnos, usando el ambiente que los rodea. Y ellos, sorprenden y responden con más entusiasmo.

Los chicos participan del programa a través de mensajes de WhatsApp, que el profesor va leyendo, y en los últimos 10 minutos salen al aire dos alumnos con contenidos elaborados por ellos mismos. "El lunes pasado uno habló sobre las medidas de prevención del coronavirus y el dengue y el otro sobre las consecuencias económicas de la pandemia. Son temas que ellos preparan, y que no leen, sino que lo comentan con sus propias palabras”, remarca el docente.

Espontáneamente, participaron del programa “alumnos de trayectoria discontinua”, esto es adultos, además de los tutores de los chicos. Y toda la ciudad estuvo pendiente.

Malvinas, la otra motivación

Bruno es asmático y cuando los médicos le recomendaron la práctica de alguna actividad aeróbica, se hizo maratonista. Y halló otro camino para continuar motivando a sus alumnos, uniendo el deporte con Malvinas, su otra pasión. Es que en Colonia Pando vive Elma Pelozo, la madre octogenaria del soldado Gabino Ruiz Díaz, quien murió a las 10 de la mañana del 28 de mayo en la batalla de Pradera del Ganso, combatiendo para el Regimiento de Infantería 12.

A comienzos de marzo, un equipo periodístico de Infobae la acompañó hasta el cementerio de Darwin donde, por primera vez, pudo visitar la tumba de su hijo. La identificación de sus restos abrió el camino para el proceso que llevó a que, hasta hoy, 115 de 122 caídos enterrados como Soldado Argentino Solo Conocido por Dios recuperaran su nombres.

Gabino había nacido en Pando y desde hace años, la escuela primaria Nº216 donde se educó lleva su nombre, así como la plaza principal del pueblo. En San Roque viven 12 veteranos.

Elma Pelozo, la  mamá
Elma Pelozo, la mamá del soldado Gabino Ruiz Díaz, en una de las maratones en honor a su hijo caído en Malvinas.

Hace tres años que Bruno tuvo la idea de organizar la maratón que, con la aprobación de Elma, lleva el nombre de Gabino. Es una posta atlética de 30 kilómetros que parte de San Roque y que termina en la puerta del Colegio Madre Teresa de Calcuta, en Pando. Y se cierra con un acto, en el que se recuerda a Gabino y a Malvinas.

“Educar y sembrar conciencia”, insiste Bruno. Y espera que la iniciativa de las clases por radio replique en las FM que cada pueblo y paraje poseen. “Así cuando el país vuelva a la normalidad y se pase lista de cómo se cuidó la educación durante la pandemia, nosotros vamos a poder decir que aportamos un granito de arena” concluye.

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