No saben si están curados o no: la incertidumbre de dos “recuperados” que esperan el alta definitiva en sus domicilios

Romina e Ignacio, contagiados con coronavirus, ya recibieron el alta hospitalaria y se encuentran en una nebulosa respecto al alta definitiva. La disyuntiva entre la necesidad de “hisopados negativos” y un tiempo prolongado en las casas como aval de la recuperación total

Imagen ilustrativa de un test positivo de coronavirus (REUTERS/Dado Ruvic/Illustration/File Photo)

El proceso de infección-recuperación-alta definitiva en la Argentina dejó a los primeros infectados locales en un umbral de incertidumbre.

La serie de análisis e hisopados necesarios para poder confirmarse el alta médica total coincidieron en los últimos días con un incremento abrupto de casos sospechosos en todos los hospitales y clínicas. Para esas pruebas se necesitan los mismos reactivos y debe realizarlas el mismo personal que cada día recibe más casos sospechosos de coronavirus.

Por lo tanto, varias personas que recuperaron su buena salud y abandonaron los hospitales después de haberse contagiado con el virus Covid-19, hoy se encuentran en un manto de dudas y falta de certezas: no saben finalmente cuándo les harán los hisopados para buscar el doble resultado negativo -necesario para el alta total, según el protocolo mundial de la OMS- o si podrán considerarse recuperados completamente al transcurrir una determinada cantidad de días en el aislamiento total dentro de sus domicilios.

Romina (prefirió no brindar su apellido) fue la tercera paciente que dio positivo en el sanatorio porteño Anchorena y, según sus cálculos, formó parte de los 30 primeros contagiados de coronavirus en todo el país.

Docente, de 45 años, el martes 10 de marzo regresó de Londres después de haber acudido a un congreso educativo en la capital británica. Cuando llegó a su domicilio, su marido se encontraba en su trabajo y su hija, en el colegio.

Romina permaneció internada en el Sanatorio Anchorena antes de regresar a su departamento del barrio de Belgrano (Christian Bochichio)

Cuando llegué a casa, noté que tenía fiebre y tenía la garganta un poco seca. Acá todavía ni se había declarado la cuarentena, pero intuía que podía haberme contagiado. Entonces le dije a mi marido que por esa noche se fueran con mi hija a dormir a otro lado. Y llamé a una ambulancia para que me vinieran a controlar”, le reveló Romina a Infobae en una charla telefónica.

La docente fue internada al otro día en el sanatorio Anchorena, donde en ese momento había 13 casos sospechosos de contagio del Covid-19. Así, se sometió a un primer hisopado para descartar que fuera un caso de gripe común (influenza).

“Yo casi no tuve síntomas. Tuve fiebre unas horas y un poco de tos y nada más. Desde el primer día que estuve en la clínica, yo estuve trabajando las 9 horas con mi computadora. Al segundo día, ya me sentí bien”, describió.

Recién el sábado, Romina se sometió a un segundo hisopado para corroborar si era positivo de coronavirus. La confirmación llegaría el lunes 16.

El 12 de marzo, el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, anunció un cambio en el protocolo de atención a los pacientes contagiados, dando pie a un seguimiento de los casos leves y "recuperados" en sus domicilios (Adrian Escandar)

Debido a su buen estado de salud y a la cada vez mayor llegada de casos sospechosos, las autoridades del sanatorio decidieron otorgarle a Romina el alta hospitalaria el miércoles 18 de marzo. Debía seguir al menos unos 14 días en su domicilio, absolutamente aislada, a la espera de que le hicieran los dos hisopados en busca del resultado negativo.

Yo hasta el momento no me hice ningún hisopado que diera negativo, aún una semana después de haber recibido el alta hospitalaria. Desde el Ministerio de Salud de la Ciudad me llamaron dos veces por día todos los días, eso lo tengo que destacar realmente. Pero sí hubo una incertidumbre entre ellos y la clínica con el tema de los análisis para buscar mi resultado negativo”, se lamentó Romina.

Mi situación es que ya llevo 21 días sin ver a mi hija y todavía no sé cuándo la voy a ver porque tampoco sé cuándo tendré el alta. Y es desesperante. Yo entiendo que hay que aferrarse a la cuarentena, pero no sé hasta cuándo voy a permanecer en esta soledad completa. En unos días se me acaba la comida y no sé cómo voy a hacer para comprar algo para comer”, se lamentó.

En el transcurso del mediodía del miércoles, Romina fue contactada nuevamente por personal del Ministerio de Salud porteño, quien le envió vía whatsapp un informe detallado para aquellos pacientes que reciben el alta hospitalaria y se encuentran a la espera del alta definitiva.

Imagen ilustrativa. Romina se encuentra en aislamiento completo en un departamento de Belgrano (Shutterstock)

En el documento (Romina cree que recibió uno similar en papel, el día que abandonó el sanatorio), se dan consejos para llevar el procedimiento de aislamiento completo, las medidas de higiene para llevar a cabo en el domicilio donde permanezca y para su cuidado personal y un extracto denominado “Alta institucional, seguimiento de síntomas y alta definitiva”.

En ese documento, el último punto reza: “Luego de 14 días del alta institucional (de su salida de la clínica, sanatorio u hospital), en coordinación con su médico de cabecera y de acuerdo a su evolución, Ud. podrá ser dado de alta definitiva”.

“Yo entiendo que nosotros ya no somos prioridad ahora. De hecho, me pregunto: ¿Es necesario gastar reactivos para comprobar si ya nos curamos cuando debe haber ya miles de casos sospechosos? El tema es que no se termina de saber fehacientemente si me recuperé o no”, sigue Romina.

Asimismo, el documento se contradice con los parámetros que aún permanecen establecidos para brindar el alta definitiva a nivel nacional.

De acuerdo a personal cercano al Ministerio de Salud de la Nación, el protocolo de alta médica definitiva se rige de acuerdo a los parámetros de la Organización Mundial de la Salud (REUTERS/Denis Balibouse)

Una fuente muy cercana al grupo de expertos asesores del Ministerio de Salud de la Nación, le aseguró a Infobae: “Por ahora, sigue siendo así, que se requieren dos PCR (Prueba de Vitamina C Reactiva) negativos, pero estimo que pronto se establecerá un sólo análisis negativo”.

“Las recomendaciones siempre indican que el aislamiento absoluto sea dentro de un hospital, un hotel. Hasta ahora, los ejemplos italianos y españoles de gente que continuó con aislamiento en sus domicilios no fue del todo bien porque a veces hay contagios intrahogar o la gente no toma los recaudos necesarios. Por supuesto, siempre estamos hablando en un escenario en el que el sistema de salud no está desbordado”, completó.

El caso de Ignacio Villalba es similar al de Romina, pero parece encaminarse hacia una solución más rápida.

Ignacio Villalba, durante su período de internación por el contagio de coronavirus

Villalba, de 46 años, llegó a la Argentina procedente de Milán el 3 de marzo. Poco después de que su esposa lo fuera a buscar a Ezeiza, el hombre dedicado a ingeniería de sistemas empezó a sentir los síntomas febriles.

Tres días después de permanecer internado en el Swiss Medical Center de Barrio Norte, los médicos le confirmaron que había sido contagiado con el virus Covid-19. Se convertía en el tercer caso positivo de la Argentina.

Ya trasladado al sanatorio Agote de Recoleta, el martes 10 y el jueves 12 se sometió a dos hisopados, con el fin de corroborar si se había recuperado definitivamente de la enfermedad. Ya el viernes 13 y a la espera de los resultados, las autoridades decidieron derivarlo a un aislamiento domiciliario. Villalba se instaló en un departamento que tiene en la Ciudad de Buenos Aires, mientras que su pareja y sus dos hijos menores permanecieron en el domicilio familiar, en Berazategui.

Ignacio Villalba se hizo un hisopado el sábado 14 de marzo, volvió a darle positivo

El sábado 14, desde el sanatorio le avisaron que no se pudieron procesar los dos últimos hisopados y un grupo de especialistas se acercó a su departamento para tomarle una nueva prueba.

Villalba permaneció una semana sin novedades respecto al hisopado en un departamento sin gas, servicio de internet ni TV por cable. Encima, el envío de viandas de comida diarias que recibía por parte del Ministerio de Salud porteño se detuvo por unos días.

“Me las tuve que arreglar pidiendo comida a un servicio de mensajería. Le pedí a la portera del edificio que recoja la comida y que me la dejara al otro lado de la puerta de mi departamento, así todos los días”, explicó Villalba.

Como si fuera poco, el resultado del último hisopado llegó el último sábado. “Me llamó la médica del sanatorio este sábado 21 y me dijo que el hisopado que me hicieron el sábado 14 también había dado positivo”.

Así, el ingeniero de sistemas pasó las últimas 72 horas sin novedades sobre la realización de un nuevo análisis, ni una certeza sobre cuándo podría confirmarse su alta definitiva. En un primer momento le habían dicho que al cumplirse 21 días de la fecha de internación podría recibir el alta, pero, dado el positivo del análisis del sábado 14, no existía médico que quisiera firmar un documento de alta médica definitiva.

Villalba recibió el alta hospitalaria el viernes 13 de marzo

La respuesta esperanzadora llegó este miércoles al mediodía. “En primer lugar, el Ministerio de Salud porteño me volvió a mandar la vianda. Lo cual estaba esperando mucho. También me dijeron que al cabo de los 14 días desde que me dieron el alta hospitalaria, ya podría considerarme de alta médica completa. Esos 14 días se cumplen el próximo viernes, dentro de dos días”, explicó Villalba a Infobae.

Quiero destacar que el Ministerio de Salud de la Ciudad me acompañó y que trató de ayudarme como pudo. Además, me confirmaron que el viernes me firmarán un documento en el que se corroborará el alta médica”, se ilusionó.

Al no tratarse de un sistema de salud colapsado, tanto Romina como Ignacio se vieron presos de una encrucijada de procesos de alta, hisopados y resultados de análisis contradictorios. En cambio, en países como Italia o España, con sus sistemas sanitarios desbordados, los nuevos contagiados permanecen con la enfermedad, se recuperan y se dan a sí mismos el alta sin visitar ni una vez un hospital y sin someterse nunca al hisopado.

Tanto estos dos pacientes recuperados como todo el sistema de salud de la Argentina esperan no tener que llegar a esa situación.

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