El Ministerio de Salud recomendó no hacer autopsias para los casos sospechados de coronovirus

Es que aún no está claro si el cadáver conserva el poder de contagio. Recomendaciones para el personal de la morgue y funenarias

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(Gustavo Gavotti)
(Gustavo Gavotti)

No hay certezas sobre qué pasa con las personas que se infectaron con coronavirus después que mueren. Por eso se conisdera que sus cadáveres podrían suponer un riesgo de contagio para las personas que estén en contacto con ellos. Es por ello que, desde el Ministerio de Salud, sugirieron seguir las instrucciones de la Organización Mundial de la Salud sobre el cuidado a los difuntos, la forma de realizar la autopsia y el manejo de los servicios funerarios.

Según esa normativa, el cadáver debe ser “adecuadamente empacado en la bolsa”. Así, se puede sacar sin riesgo para conservarlo en el depósito mortuorio, colocarlo en un ataúd para llevarlo al tanatorio, enviarlo al crematorio o realizar el entierro.

“El cadáver debe ser transferido lo antes posible al depósito después del fallecimiento. Antes de proceder al traslado del cadáver, debe permitirse el acceso de los familiares para una despedida sin establecer contacto físico con el cadáver, ni con las superficies u otros enseres de su entorno o cualquier otro material restringiéndolo a los más próximos y cercanos. Las personas que entren deben tomar las precauciones de transmisión por contacto y gotas, siendo suficiente una bata desechable, unos guantes y una mascarilla quirúrgica”, se informó

Los que se ocupen del traslado del cadáver también deberán contar “con equipos de protección personal adecuados, similares a los recomendados para el personal de salud que atiende casos en investigación, probables o confirmados para infección por COVID-19 según disposiciones vigentes y cumplir con las normas de bioseguridad dispuestas por ley a tal fin, respecto de quienes manipulan materiales biológicos potencialmente infecciosos”.

En general se recomienda no realizar autopsia a los cadáveres de personas fallecidas por COVID-19, ya fuesen casos clasificados como caso en investigación, probable o confirmado, salvo indicaciones clínicas fundamentadas. Así se hizo durante la pandemia de la influenza A H1N1, en una resolución que fue apoyada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

"Si la autopsia se considera realmente necesaria y se puede garantizar que ésta se realiza en un ambiente seguro se podrá llevar a cabo, cumpliendo las recomendaciones respecto al equipo de protección individual y la minimización de la producción de aerosoles. Se deben seguir los protocolos de descontaminación, mantenimiento y eliminación de residuos utilizados habitualmente para otro tipo de microorganismos con el riesgo de propagación y mecanismo de transmisión similar", se indicó a través del Ministerio de Salud.

En consonancia con esta disposición, la Procuración Bonaerense ratificó este martes este criterio a través de una resolución en donde informó a los fiscales provinciales las "medidas preventivas urgentes con relación al COVID-19 respecto del personal que cumple funciones en morgues".

El jefe de los fiscales provinciales Julio Conte Grand señaló que “de manera excepcional y provisoria en el marco de la emergencia sanitaria vigente” deberán evaluar la realización de la autopsia siempre que se trate de “muertes no traumática ocurrida en contexto de encierro y siempre que se trate de casos de personas fallecidas por COVID-19 , de conformidad con los criterios epidemiológicos vigentes, ya se trate de casos clasificados como sospechosos o confirmados”.

Se precisó que los agentes fiscales intervinientes deberán, "de acuerdo a las particularidades de cada supuesto, resolver de manera fundada la posible prescindencia de la realización de la operación de autopsia correspondiente, siempre y cuando puedan concluir razonablemente que la muerte fue producto del padecimiento y se descarte la participación criminal de terceros". Esa conclusión se dará en base un "examen médico externo, la historia clínica de la persona fallecida -ya sea de la unidad penitenciaria, sanitaria u hospital correspondiente y las placas radiográficas" del fallecido.

En las funerarias, se debe informar de que se trata de un cadáver de una persona fallecida por COVID-19. Las personas que realicen estas actuaciones deberán aplicar medidas de protección similares a las recomendadas para el personal sanitario que atiende a pacientes de COVID-19.

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