El aislamiento social se ha convertido en una herramienta esencial para evitar la propagación del coronavirus y, por eso, las autoridades han decidido reforzar los controles en la zona del Área Metropolitana (AMBA), compuesta por localidades y barrios de la ciudad y del Gran Buenos Aires.
En ese contexto, el secretario de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Marcelo D’Alessandro, señaló que en las últimas horas hubo mayor acatamiento a la orden que dictó el Presidente, pero insistió con que hace falta profundizar el estado de cuarentena: “Hay 564 personas demoradas y vamos a ser cada vez firmes. El que esté en la calle sin motivo quedará a disposición de la Justicia”.
“Los justificativos que han dado algunas personas son insólitos: que están aburridos, que no van a acatar, que no pasa nada...”, contó en declaraciones a Radio La Red. “En un control (de automóviles), hubo una persona que llevaba dos tablas de surf en el techo y dijo que tenía que ir a Mar del Plata a cuidar a su madre...”, ejemplificó el funcionario, con un evidente tono de fastidio.
Por esa razón, la Policía de la Ciudad tiene como misión evitar el ingreso, el tránsito y el egreso de los que no tienen nada para hacer en la vía pública. “Solamente ayer tuvimos 91 personas detenidas y demoradas, 60 del barrio de Núñez. También tenemos más de 30 vehículos secuestrados”, precisó el secretario de Justicia y Seguridad.
Otra de las excusas principales que dan quienes están en la calle es que salieron a pasear al perro; al respecto, D’Alessandro explicó que “hay cosas que se pueden escribir, pero estos temas de la cuarentena apelan a la responsabilidad. Está permitido realizar un paseo corto para que la mascota pueda recorrer, hacer sus necesidades, pero de inmediato se debe volver al domicilio. Y sale una sola persona (con el animal), no puede pasear toda la familia al perro”.
Al ser consultado sobre cómo son los controles en la vía pública, el funcionario explicó: “La persona tiene que justificar esa situación, dar la dirección a la que tiene que ir y debe tener la responsabilidad de no tener contacto con esa persona (a la que va a asistir). Hay que tomar los recaudos de higiene necesarios, limpiar lo que se lleva y dejarlo en la puerta. No es pasar y quedarse a tomar mate. Mi madre tiene 77 años y hace una semana que la veo por videollamada...".
Finalmente, el funcionario porteño remarcó la obligación de respetar el aislamiento: “La gente tiene que entender la necesidad de esto, porque la única manera de parar la circulación social del virus es quedándonos en casa; por eso, vamos a ser cada vez más estrictos".
La cuestión religiosa
En los momentos difíciles, la fe expresada en el apego a la religión se convierte en una herramienta a la que apelan millones de personas. Es allí donde surge un nuevo e inesperado inconveniente para que se cumpla la cuarentena; por ejemplo, las Iglesias Evangélicas, que en muchos casos no suspendieron sus celebraciones.
Sobre ese tema habló el vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, quien advirtió que van a realizar controles: “Les hago un llamado de atención, hay que tener cuidado porque es un lugar en el que se puede contagiar mucha gente, masivamente...”. “Si hay alguna violación de cuarentena nos tienen que llamar al 147”, concluyó.