Hoy al mediodía, el preparador físico Ángel Paz -acusado de golpear violentamente al vigilador Gustavo Granucci porque le pidió que se quedara en su casa tras volver de un viaje- grabó un video desde su casa en la torre Rosales Park Tower que se viralizó rápidamente.
En el video, de poco más de un minuto de duración, Paz ensayó un pedido general de disculpas:
“Hola, soy Miguel Paz, me conocieron tristemente por la agresión a una persona. Quería pedir disculpas públicas, en primer lugar a Gustavo por haberlo agredido. No se merecía esa agresión. De corazón te pido disculpas y espero que puedas perdonarme. A toda la sociedad, a todos los argentinos y a los que vieron el video, sepan que estoy muy arrepentido. Fui un cobarde. A las autoridades y al Presidente por tomarse el tiempo de tomar cartas en el asunto. No tomé real dimensión de las medidas de prevención. A mi familia y amigos, vecinos, por esta situación que les estoy haciendo pasar. Estoy arrepentido”, aseguró.
Paz habló bajo arresto domiciliario, pedido por el fiscal Martín Gómez de la UFI de Vicente López Este, que lo investiga por lesiones y amenazas y que lo indagó el lunes a través de una videoconferencia. El personal trainer también tiene una causa en su contra en la Justicia federal sanisidrense a cargo del doctor Lino Mirabello por violar la ley que rige para la cuarentena, que castiga a quienes propaguen una enfermedad.
En su indagatoria, el preparador trató de mostrarse arrepentido por el hecho. “Fue una mala reacción”, dijo sobre su golpiza bestial al vigilador que fue felicitado por el presidente Alberto Fernández. Paz admitió que volvió de un viaje de Estados Unidos y que no cumplió con el aislamiento. Argumentó que tuvo un problema familiar con su padre y que no tenía noción de los alcances del DNU porque “era muy reciente”. “Mi papá está con una afección y mi mamá me pidió que fuera a ayudarla”, relató.
Paz también contó que se enteró por sus vecinos que el vigilador había dicho que lo iba a denunciar. “Cuando volví de viaje había mucha paranoia en el edificio. Sentí que mi familia estaba asediada por los vecinos. Me entero que el vigilador le había hecho saber al resto de los vecinos que me iba a denunciar. Me enojó esa situación. Lo llamé por teléfono y le pedí que no lo hiciera, que no me denuncie. Se lo pedí bien pero como noté que no me daba pelota decidí bajar para explicarle los puntos (sic)”, declaró en su indagatoria.
Paz todavía no fue indagado en la causa de la Justicia federal. Las violaciones a las cuarentenas impuestas a quienes regresan de zona de riesgo en el exterior se convierten en un punto particularmente sensible para la sociedad. El Ministerio de Seguridad de la Nación recibió 2400 llamadas a la línea 134 habilitada para hacer denuncias en su primer día de actividad. Cerca de 130 casos fueron considerados para su posterior investigación.
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