El testimonio de un argentino a bordo del crucero que llegó desde Brasil a Buenos Aires: “No sabemos cuándo vamos a salir de acá”

Agustín Salatino inició un viaje junto a su novia el 7 de marzo. Desembarcaron en diferentes ciudades de Brasil, donde pasearon e interactuaron con los locales. En la embarcación hay al menos 2.900 pasajeros que están siendo analizados por especialistas de Sanidad de Fronteras. El riesgo de quedar en cuarentena dentro del crucero

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Agustín Salatino y su pareja Romina iniciaron el viaje en el crucero el 7 de marzo
Agustín Salatino y su pareja Romina iniciaron el viaje en el crucero el 7 de marzo

Durante la primera semana de marzo, Agustín Salatino, de 35 años, y su pareja Romina estaban presos de la incertidumbre. La preocupación y el alerta por la evolución de la entonces pandemia del coronavirus en todo el mundo amenazaba el viaje en crucero a Brasil que tenían planificado desde hacía casi un año.

Después de hablar con familiares y de chequear las noticias en Argentina en el momento, Agustín y Romina decidieron subirse al crucero brasileño MSC Música el sábado 7 de marzo. El trayecto suponía la llegada a varias ciudades del país más grande de Sudamérica y una escala en Punta del Este.

“Habíamos comprado los pasajes entre abril y mayo de 2019, durante la llamada ‘Semana de los cruceros’ o algo así. Al principio, nos planteamos la idea de cancelar todo, pero al momento de decidir la situación no estaba tan avanzada como hasta ahora”, le reveló desde su camarote Salatino a Infobae en una conversación telefónica.

Pasaron 10 días de aquel inicio de viaje de vacaciones en el crucero y la situación cambió de manera drástica para la pareja de Buenos Aires. Hoy, el crucero MSC Música se encuentra amarrado en el Puerto de Buenos Aires, con 2.900 pasajeros y cientos de integrantes de la tripulación a bordo, a la espera de que las autoridades sanitarias de la Argentina decidan qué hacer con ellos.

Las autoridades sanitarias se encuentran realizando un operativo de control para detectar si los que están a bordo tienen fiebre y síntomas respiratorios vinculados a los que puede generar el coronavirus. Durante la mañana se generó una interrupción porque los equipos sanitarios debieron atender a una pasajera que sufrió un ACV y tuvo que ser evacuada. Los médicos de la Dirección Nacional de Habilitación, Fiscalización y Sanidad de Fronteras ya retomaron la recorrida, camarote por camarote, para analizar y estar al tanto de la situación.

Los representantes de Sanidad de Fronteras, dentro del crucero recién llegado al Puerto de Buenos Aires
Los representantes de Sanidad de Fronteras, dentro del crucero recién llegado al Puerto de Buenos Aires

Después de haber sido rechazado por el puerto de Punta del Este, de Uruguay, y de pasar toda una noche en el Río de la Plata, entre Montevideo y la ciudad costera del país oriental, el crucero recibió el permiso en Buenos Aires y en las próximas horas se resolverá cuál será el destino de los viajeros.

Ahora sí estamos muy preocupados porque la gente que nos hace los controles está un poco nerviosa. Nos dijeron que si alguno de los que estamos en el crucero presenta síntomas, nos vamos a tener que quedar dentro del crucero por no se sabe cuánto tiempo. No sabemos cuándo vamos a salir del crucero”, explicó Salatino a Infobae.

El crucero brasileño arribó al puerto de Buenos Aires cerca de las siete de la mañana. Desde primera hora, especialistas de Sanidad de Fronteras ingresaron al crucero e indicaron unas medidas a acatar de manera inmediata. Ordenaron que cada viajero espere encerrado en su camarote y en el transcurso del día se les tomaría la fiebre y se constatarían posibles síntomas para detectar casos sospechosos del contagio del virus COVID-19.

El hall principal del Crucero MSC Music, practicamente vacío
El hall principal del Crucero MSC Music, practicamente vacío

En el caso de que aparezca un caso sospechoso, el protocolo indica que el barco debería quedar en cuarentena con todos los viajeros dentro.

En tanto, de no cotejar ningún síntoma entre las más de 3.000 personas, los turistas argentinos podrán bajar del crucero pero deberán someterse a un período de aislamiento de 14 días. Aún no se definió cuál será el procedimiento con los ciudadanos extranjeros.

Según pudo averiguar Infobae, al menos el 80% de los pasajeros son ciudadanos argentinos.

A lo largo de los 10 días que duró el trayecto, Agustín Salatino pudo percibir cómo el tema del coronavirus pasó de ser un factor secundario a convertirse en el asunto trascendental de todo el viaje.

Uno de los puestos de alcohol en gel, dentro del crucero. Están instalados en diferentes puntos estratégicos de la embarcación
Uno de los puestos de alcohol en gel, dentro del crucero. Están instalados en diferentes puntos estratégicos de la embarcación

“Durante los primeros días, se hablaba poco del tema. La tripulación nos daba algunas indicaciones sobre las medidas de precaución, eso de toser con la parte interna del codo en la boca, los procedimientos de lavado de manos. Pero con el pasar de los días, los controles y las recomendaciones se hicieron cada vez más insistentes”, explicó Salatino.

“Ya en los últimos días, había alcohol en gel en todos los rincones del crucero. Si querías ir al teatro o a otro lugar donde se junta gente, antes de entrar había que lavarse las manos con alcohol. Incluso, en el buffet, cuando te sentás en la mesa viene una persona a asegurarse de que te limpies las manos como corresponde y cada vez que entrás al camarote, se prende la televisión, donde se emite un mensaje con las técnicas y los métodos de prevención”, completó.

El crucero partió de Buenos Aires el sábado 7 de marzo. El primer desembarco fue en Ilha Grande. Allí los pasajeros bajaron a la ciudad y pasearon durante varias horas, donde interactuaron con los locales.

Agustín y Romina habían comprado los pasajes del crucero en abril del 2019
Agustín y Romina habían comprado los pasajes del crucero en abril del 2019

El siguiente punto del itinerario era Cabo Frío, pero debido a malas condiciones marítimas, el crucero amarró en la ciudad de Buzios. Luego, la travesía continuó en Río de Janeiro, en Ilhabela y luego ya siguió su rumbo hacia Punta del Este, donde fue rechazado.

“Bajamos en todas las ciudades de Brasil a las que llegamos”, detalló Salatino. “El único control que nos hacían era tomarnos la fiebre justo antes de volver a entrar al crucero”.

Salatino, licenciado en higiene y seguridad, relató cómo las dos familias les expresaron su preocupación por su situación al estar en un país donde el brote ya registró 234 contagiados de coronavirus y fue considerado por Argentina como una región de riesgo.

Todos los pasajeros del crucero se encuentran encerrados en sus respectivos camarotes
Todos los pasajeros del crucero se encuentran encerrados en sus respectivos camarotes

Se estima que en el transcurso del lunes se terminará de tomar la fiebre a los miles de viajeros dentro del crucero. Mientras tanto, Agustín, su pareja y los miles de argentinos que viajaron durante la última semana, ya comenzaron a hacerse a la idea de tener que vivir en cuarentena durante las próximas semanas.

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