Esta vez la calle no estaba dividida. El #19F es el “Día de Acción Global por el acceso al Aborto Legal y Seguro” y, al ser una fecha feminista, no hubo vallas que separaran verdes de celestes. Los pañuelos eran sólo verdes y se preparaban para estar en alto a las 19 cuando en todo el país se hizo en simultáneo un nuevo “pañuelazo federal” para exigir que el aborto legal se convierta en ley este año.
Con todo su peso simbólico, el Congreso de la Nación volvió a ser el marco de la concentración de quienes salieron a “tomar las calles” para reclamarle a diputadas, diputados y senadores que voten a favor del proyecto presentado ya ocho veces por la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
El escenario se montó sobre Entre Ríos, entre Hipólito Yrigoyen y Avenida Rivadavia. Sobre sus tablas, a las 19, el colectivo chileno “Las Tesis”, autoras del fenómeno global “El violador en tu camino”, encabezó una coreografía con la letra adaptada a la problemática local. La performance de las mujeres con ojos vendados, hecha por primera vez públicamente con la letra modificada, fue impactante.
“El patriarcado es un juez, que nos obliga a parir, y nuestro castigo, es la violencia que ya ves. Es femicidio. Maternidad como destino. Es violación. Es aborto clandestino”, dice parte de la letra adaptada, de cuya escritura participó la escritora argentina Claudia Piñeiro. Piñeiro llegó a la plaza cerca de las 17 hs. para brindar una exposición en la carpa 4, dedicada a la “ficción” junto a otras autoras. También expuso Dolores Reyes, autora de Cometierra, y Belén López Peiró, autora del libro “Por qué volvías cada verano”, que leyó un fragmento de su libro sobre abuso sexual, “a carpa llena”.
La previa al pañuelazo fue una fiesta. Mujeres y disidencias sentadas en rondas en la avenida cortada, tomando mate, pintándose la cara con purpurina verde o violeta, aceptando la invitación de la Campaña: “Vení a ser parte de la historia”. Entre todas y en una mesa en la que invitaban a hacer collages, Laura, docente de 53 años, armó uno con varias consignas -"Mi cuerpo, mi decisión", “aborto legal para no morir”- y dijo a Infobae: “Vine porque es necesario que nos vuelvan a ver en las calles. Confío en que este pañuelazo sea otro puntapié para que salga la ley”.
A su lado, Agustina, de 19 años, vino con su mamá y armaron juntas un collage en rojo con la frase “Basta de muerte por aborto clandestino”. Dice que va a todas las convocatorias desde 2018 y que espera “que se pueda cambiar algo, que sea ley”. Cecilia, de 25, y Wendy, de 24, son amigas y llegaron desde Quilmes. Vinieron, dicen, “para que las que no puedan pagar un aborto lo puedan hacer de manera segura. Confiamos en que este año salga porque este gobierno tiene otro enfoque”. Están atentas y coinciden con el resto: quieren que el proyecto de ley que prepara el gobierno esté en sintonía con el consensuado por el movimiento feminista.
Cerca de donde conversan con Infobae, la fotógrafa Eleonora Ghioldi presentó una proyección en la que mostró un trabajo titulado “Aborto legal ya”, donde habla con profesionales de la salud, socorristas, sociólogas y personas que abortaron para hacerles la misma pregunta. “¿Por qué aborto legal si?”. Con la idea de mostrar que los abortos suceden en todos los cuerpos, Ghioldi entrevistó también a chicas en silla de ruedas y a varones trans que tienen capacidad de gestar y por tanto, también sufren las consecuencias del aborto clandestino.
Minutos antes de la hora del “pañuelazo” seguían llegando mujeres de todas las edades. Alicia, también docente y de Congreso, dijo a Infobae: “Siempre vengo. Creo que este año la ley se va a aprobar siempre y cuando sigamos insistiendo desde las calles”. Después de lo que pasó el año pasado -en referencia al rechazo en el Senado al proyecto de ley que había tenido media sanción en Diputados- guardó su pañuelo “pero hoy volví a sacarlo y a ponerlo en mi mochila”.
¿El merchandising? Pins a 30 pesos con puños y pañuelos verdes, también con heroínas de series o personajes femeninos como Mary Poppins o Alicia en el país de las maravillas. Pañuelos a 100, no sólo verdes, símbolo del reclamo por el aborto legal, seguro y gratuito, sino naranjas -símbolo de la separación de la Iglesia del Estado- y violetas, que representan la lucha por los derechos de las mujeres. También se podían comprar “feminaipes”, barajas en donde los protagonistas no son reyes ni sotas sino puños cerrados con pañuelos verdes atados a la muñeca y, claro, reinas. Además, hubo shows de stand up feministas.
Entre la multitud estuvo la escritora Ana Correa, autora del libro “Somos Belén”, que cuenta el drama de una joven que fue presa en Tucumán tras un aborto espontáneo. “Todas las movilizaciones del movimiento de mujeres y diversidades me convocan porque tenemos mucho para pelear para que se respeten nuestros derechos en la Argentina", dijo a Infobae Correa, que contó con la presencia del presidente Alberto Fernández en la presentación de su libro. “Creo que este año va a salir la ley, necesitamos que salga: es una deuda que tiene la democracia argentina con las mujeres y que debe ser saldada”, cerró.
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