Vecinos del barrio Potrero Alto, de San Martín de los Andes, vivieron con dramatismo el rescate de un gato que quedó atrapado en las alturas durante la tarde de este jueves. Uno de ellos llamó al cuerpo de Bomberos para ayudar a salvar al animal, que no dejaba de maullar.
El cuerpo de Bomberos Voluntarios de esa localidad neuquina informó que “un felino que trepo un ciprés y no podía bajar” luego de estar durante “varias horas arriba del árbol y por la altura en que se encontraba (más de 15 metros) su dueño no pudo bajarlo, por lo que fue necesaria la intervención” de una dotación de bomberos.
Los hombres debieron desplegar una escalera y trabajar con un sistema de cuerdas para poder bajar al animal, lo que lograron con éxito ante la celebración de los vecinos que estaban alertas.
San Martín de los Andes es una ciudad ubicada en el noroeste de la Patagonia argentina, conocida por ser una de las vías de acceso al boscoso Parque Nacional Lanín, que alberga el volcán Lanín. Además posee una fauna variada que incluye guanacos y pumas.
La ciudad se ubica en las orillas del lago Lácar, uno de los muchos lagos glaciares del parque, y tiene un muelle y una playa con arena. El Museo Primeros Pobladores muestra exhibiciones de tribus indígenas y colonizadores europeos.
Un estudio reciente demostró que el 65% de los felinos mostró un apego muy grande con los humanos, un porcentaje similar al que expresaron con sus progenitores biológicos.
Fueron los investigadores de la Universidad de Oregon quienes revelaron que los gatos se sienten inseguros cuando dejan de ver a sus dueños, ya que sienten un gran apego hacia ellos. A pesar de que son comúnmente asociados a ser animales menos apegados a las personas que los perros, también extrañan a sus dueños, quienes ven cómo sus “padres”.
Además, encontraron distintas formas de reacciones cuando sus “padres”regresaban a casa: mientras que el 60% tenía mucho apego hacia sus humanos que volvían, el 30 % se alejaba o estaba enojado, demostrando que seguía estresado o que estaba enojado.
Los veterinarios e investigadores con frecuencia describen a los gatos como difíciles de descifrar o comprender. Cuando un gato ronronea por lo general se vincula a su felicidad mientras que cuando tiene las orejas hacia atrás o está silbante, que no está feliz.
“Los gatos nos dicen cosas con sus expresiones, con sus caras, y si tenés la habilidad, podés descifrar qué quieren comunicar”, explicó Georgia Mason, experta en comportamiento biológico de la Universidad de Guelph en Ontario, Canadá. “Algunas personas pueden hacerlo y eso no significa que tengan poderes especiales, sino que los gatos son difíciles de descifrar”, agregó.
Además, un equipo científico internacional desarrolló un programa de computadora que, por primera vez, permitiría ver el mundo tal como lo ven los animales y podría usarse como una aplicación en cualquier teléfono móvil, según un artículo que publicó este martes la revista Methods in Ecology and Evolution. La novedad en el estudio de los investigadores de las universidades de Queensland, en Australia, y Exeter, en el Reino Unido, es que permite observar el entorno como lo captan los diferentes animales.
“La mayoría de los animales tienen sistemas visuales completamente distintos de los humanos y por eso, en el caso de muchas especies, no queda claro cómo ven la información visual compleja o los patrones de colores en la naturaleza y cómo esto guía su comportamiento”, indicó Cedric van den Berg, de la universidad australiana.
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