“Nos tenía completamente sobornadas y manipuladas, nos compraba golosinas, nos daba dinero, nos dejaba conducir su auto, entre otras cosas”, confió una joven de 23 años, que se animó a hacer la denuncia ante la Fiscalía de Delitos Sexuales de Neuquén, en 2019. Mientras la Justicia investigaba el caso, la identidad del victimario comenzó a trascender por las redes sociales. Se trataba de Luis Gingins (69), un cantante muy conocido de Neuquén. Gracias a la difusión de ese primer testimonio, de a poco, otras mujeres decidieron contar sus experiencias.
Una de ellas expuso que, cuando tenía 10 años, el acusado (en ese entonces de 21) la invitó a ir a la oficina del trabajo de su padre, donde le pidió que se sentara sobre sus piernas y luego le exhibió sus genitales. "Fue un momento horrible. No entendía nada, no sabía nada, solo algo dentro mío me dijo que me fuera de ahí. Así lo hice, salí de esa habitación y desde ese día evité por todos los medios acercarme a él”, indicó la mujer de 40 años en su relato, que luego fue difundido por el grupo “No nos callamos más”.
Otra describió: “Estábamos sentados uno al lado del otro y entonces comenzó a acariciarme. Y esas caricias se confunden poco a poco dirigiéndose a mi vagina. Yo me quedé estática, tenía 9 o 10 años y nunca un adulto me había tocado así. No sabía qué hacer. Las caricias no quedaron ahí porque decidió ir por más. Corrió mi malla y sacó su pene acercándolo a mi vagina (...) ¿Si me afectó esta vivencia? Sí y mucho. Lamento no haberlo dicho antes”.
De acuerdo con el sitio LM Neuquén, Luis Gingins era conocido como el “Michael Jackson de Neuquén”, porque invitaba a muchos niños y niñas a su casa. Aprovechándose de la amistad que tenía con los padres (muchos de ellos dejaban al cuidado del músico a sus hijos) el hombre los llevaba a “tomar la merienda”, a mirar televisión, les compraba golosinas y helados, y luego abusaba sexualmente de ellos.
Al enterarse que las denuncias en su contra se habían vuelto virales, Gingins se internó en una clínica local el domingo 9 de febrero con un cuadro de depresión. Allí, según personal de la Institución, el músico habría reconocido ser el autor de los hechos por los que había sido acusado.
Dos días después, el martes 11 por la tarde, Gingins se retiró del lugar en su vehículo (un Peugeot 206) y luego de estacionar frente a una plaza se disparó un tiro en la cabeza. Los vecinos llamaron a la policía que, al llegar al lugar, encontró al músico en estado crítico. Aunque lo trasladaron de urgencia, falleció en el hospital zonal Castro Rendón.
Antes de dispararse el hombre, le envió mensajes de voz a sus familiares a través de Whatsapp. Fuentes cercanas aseguran que, en los audios, el artista les pedía perdón “por haberles hecho tanto daño”.
Oriundo de Zapala, pero instalado en Neuquén capital desde hace años; Gingins era un conocido artista regional que en la década de los setenta formó parte del grupo “Los Diabólicos”, integrado por Raúl Di Blasio y Miguel Carro. En estos últimos años, el músico era frecuentemente visto en peñas y en actos sociales.
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