Antes de cumplir 5 años, Camilo le pidió a sus papás que quería celebrarlo con sus compañeritos de salita en una canchita de fútbol. Como a su mamá le pareció una buena idea, decidió utilizar el grupo de Whatsapp del jardín para contarles a las otras madres del festejo.
La cita fue el sábado 8 de febrero a las 11 de la mañana. Su familia eligió esa fecha no solo porque justo era el día de su cumpleaños sino porque la mayoría de las mamis había dicho que podía asistir. Tal es así que de los 20 contactos solo dos confirmaron anticipadamente que no podían concurrir porque tenían otros compromisos. Sin embargo, llegado el día de la fiestita, solo presentaron 6 chicos y su tía estalló de bronca en Twitter.
“Hoy mi sobrino celebró su cumpleaños. Fueron solo 6 nenes. No solo es la ilusión de un chico sino también el esfuerzo y el gasto de una familia. Por favor, no sean mierdas y siempre lleven a sus hijos a los cumpleaños”, contó María Sol Rizzo (40).
Su tuit fue tan emotivo y movilizante, que se viralizó con rapidez y cosechó más de 10 mil retuits y cerca de 67 mil “me gusta”. Y para su sorpresa, los usuarios le respondieron con historias similares pero mucho más tristes de la que ella había relatado. Niños que solo tuvieron un invitado, otros a los que le hicieron un boicot para que nadie fuera a su cumpleaños y una nena a la que invitaron un día después a una fiesta de disfraces para hacerla quedar en ridículo ante los demás.
“Mi sobrino va a la misma salita desde los 2 años con los mismos compañeros. No es la primera vez que pasa que festeja en pleno verano. Uno entiende que es una fecha complicada pero cuando se hizo la invitación se aclaró que si la mayoría no podía se reprogramaba”, contó a Infobae María Sol, quien también es mamá y trata de hacer “malabares para que nunca falten”. Incluso, contó que cuando se le complica llevarlos suele hacer logística con otras mamás para una los lleve y otra los busque.
Indignada por la falta de interés y compromiso de esas familias, decidió tomar su teléfono celular para hacer catarsis y compartir sus sentimientos: “Hay que ser muy mierda! Confirmaron su presencia y no aparecieron”, tuiteó enfurecida.
Y explicó: “Aunque no jueguen juntos, el que cumple años es un nene muy ilusionado con su día especial. También hay una familia que hizo un gran esfuerzo para el festejo. Así que creo que sí, hay que llevarlos a todos en la medida de lo posible”.
A medida que pasaban los minutos y los chicos no llegaban, la mamá de Camilo volvió a recordar en el grupo de Whatsapp que los estaban esperando. “Ante el mensaje de mi hermana de ‘los estamos esperando’ nadie respondió. La cuestión es que todos habían confirmado. Al menos usá el fuckin chat de mamis para algo útil y avisá que tu pibe no va”, se indignó.
Pero más allá del enojo de su tía, Camilo (se utiliza un nombre falso para preservar su identidad) “la pasó genial y fue súper feliz”. Y para sortear el mal momento, su mamá y su papá decidieron sumar a las nenas al partido de fútbol. “Jugaron hasta sus hermanas y un primo de 13 años, que se puso al hombro la situación”, recordó María Sol.
“Procuramos no trasladarle a mi sobrino el enojo, la bronca y la tristeza de los adultos. Y lo que más nos sorprendió fue que él no lo sufrió, o al menos no lo demostró, porque encima se enorgulleció de que su primo mayor estaba jugando junto a él y sus amiguitos”, admitió la mujer.
Sin embargo, al momento de la torta la angustia y la tristeza volvió a sobrevolar el festejo. “Ves la foto de la torta y llorás”, se resignó. “Estaba la torta gigante, el nene adelante de la torta y sus 6 amigos alrededor, cuando en realidad son fotos multitudinarias y todos se pelean por estar al lado del cumpleañero”, recordó.
Al momento de elaborar hipótesis y tratar de buscarle una explicación a semejante faltazo, la familia supuso que “al ser un día del fin de semana a media mañana quizás resultó algo incómodo”. Pero lo curioso es que “no fue día de playa para que se justificara” la inasistencia.
La psicóloga Elvecia Trigo, especialista en familia, fue muy crítica con la conducta adoptada por esos padres y señaló que “como vivimos en una sociedad tan desmadrada y poco comprometida con el otro hoy en día es típico hacerse el boludo”. Y aconsejó, en estos casos puntuales, “exigirle una reconfirmación a los adultos unos cinco días antes del festejo”.
“Esto antes no pasaba. Pero ahora, los padres deben hacer un doble esfuerzo -invitar y reconfirmar- porque ya no se estilan esas pautas de buena conducta. Hay poca sensibilidad y empatía frente al otro”, dijo a Infobae la especialista.
Para Trigo, lo mejor que pueden hacer los padres es "no enojarse y tratar de divertirse con el niño porque él se va a poner mal si ve que sus padres están tristes”. Además, sugirió que las madres controlen sus impulsos y no hagan comentarios subidos de tono -ya sea personalmente o en el chat- que “puedan afectar la red de amistades de sus hijos”.
Como una forma de bajarle el tono a la polémica que ella misma desató, María Sol terminó reconociendo que los faltazos masivos a los cumples “son más comunes” de lo que pensaba. Y ante tantos mensajes de apoyo y aliento bromeó: “La próxima sale cumple con niños tuiteros”.
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