Tras la pelea en el tren Sarmiento, la perrita herida que bajaron de una formación se recupera y espera por su familia

Flor, como la bautizaron sus rescatistas, recibió atención veterinaria y se repone en la casa de Lucía, una de las voluntarias que la salvó, y que cree que “por la forma de comportarse vivía en una casa”. Juan, quien la defendió cuando fue golpeada dentro del vagón, contó a Infobae todo lo que pasó en ese viaje y afirmó: "Defendería a cualquier animal maltratado”

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Juan Gabriel visitó a "Flor" durante su estadía en la casa de Lucía, una de las mujeres que la rescató en Villa Luro dos días después del incidente en el tren.
Juan Gabriel visitó a "Flor" durante su estadía en la casa de Lucía, una de las mujeres que la rescató en Villa Luro dos días después del incidente en el tren.

Habría vagado sin rumbo fijo varias horas, o días. Llegó a una estación (aún no definen cuál) y se metió en uno de los vagones del tren para descansar sus patas lastimadas por caminar quién sabe cuánto tiempo y cuántos kilómetros, buscando qué o a quiénes... Quizás creyó que reposar un rato en el piso fresco y entre los pies de las personas no sería mala idea, pero sí lo fue para una mujer que apenas la vio pidió que la bajaran, pese a que sus heridas estaban a la vista.

“¡Yo no quiero viajar con el perro!”, gritó la exaltada pasajera del tren Sarmiento en la tarde del jueves 30 de enero. “¡Bajate del tren, entonces!”, retrucó Juan Gabriel Ramallo, el hombre que no dudó en defender a la perrita visiblemente asustada.

“¿Por qué no te bajás vos?”, retrucó la mujer. “¡Y me voy a bajar! ¿Voy a viajar con vos? Pobre perro, está lastimado y lo estás cagando a patadas para sacarlo”, reclamó el joven que fue bajado de la formación por personal de la empresa y dos policías mientras el resto reclamaba. Estaban en la estación Flores y el video que luego se viralizó mostraba cómo algunas personas que siguieron el viaje continuaron discutiendo con la mujer que insultó al joven que regresaba a su casa luego de un día de trabajo.

La discusión en el tren Sarmiento por una perrita herida que fue golpeada y bajada de la formación.

Las imágenes de los insultos que propinó Norma Cejas, la enfermera de profesión que peleó con pasajeros que defendían a la perra y siguió hasta Ituzaingó, se viralizaron en pocas horas, lo que hizo que no tardara en conocerse su identidad y que ella decidiera cerrar sus cuentas en las redes sociales. Pero los amantes de los perros no solamente compartían el video en todo el país sino que, preocupados, interrogaban: qué pasó con la perrita.

Las primeras noticias no eran buenas: después de haber sido bajada del tren a golpes, corrió asustada y perdieron su rastro. Estaba lastimada, cansada y estresada, por lo que temían lo peor. Ante la desesperación, un grupo de personas salió a la búsqueda y, tras dos días de intenso rastrillaje, la encontraron en Villa Luro, a dos estaciones de donde fue expulsada.

¡La perrita ya está a salvo! Tiene mucho miedo y está súper cansada. Se encuentra en un tránsito y se quedará allí hasta recuperarse un poco del estrés que tiene. Por el momento no es recomendable una adopción. Necesita unos días de amor y cuidados”, escribieron el sábado, horas después del rescate, en la página Vecinos en acción - Comuna 3 sobre el accionar de las voluntarias que salieron al encuentro de Flor, como la bautizaron ese mismo día.

“Haría lo que hice por cualquier animal que esté siendo maltratado”

El defensor: Juan Gabriel Ramallo visita a la perrita que defendió mientras era golpeada en el tren Sarmiento. "Fui a verla recién. Me reconoció", dijo feliz mientras compartía la foto con Infobae
El defensor: Juan Gabriel Ramallo visita a la perrita que defendió mientras era golpeada en el tren Sarmiento. "Fui a verla recién. Me reconoció", dijo feliz mientras compartía la foto con Infobae

Juan Gabriel Ramallo vive en la localidad bonaerense de Paso del Rey y de lunes a viernes viaja en el tren Sarmiento para llegar a su trabajo de corredor para una empresa, en Caballito. El jueves 30 de enero salió a la misma hora que todos los días y subió a uno de los vagones de la formación anhelando llegar a casa, pero se encontró con una situación lamentable: “Cuando subo veo que un empleado del tren estaba intentando sacar a una perra que estaba acostada debajo de un asiento, a unos 6 metros de donde estaba yo. Viajaba sola, no era mía, como se dijo al principio", revela y sigue: “No hacía nada, sólo estaba ahí tranquila y se la notaba cansada. No molestaba a nadie, y eso lo confirmaron las persona que estaban sentadas sobre el asiento debajo del cual ella estaba acostada".

Ramallo cuenta que en la estación Caballito, el tren quedó demorado más de dos minutos porque intentaban bajar a la animal y decidió intervenir. “Como veía que la querían sacar, hablo y le digo al muchacho ‘¡dejala, si no está molestando!’ y salta la señora diciendo que podía morder a alguien, que no iba a viajar con un animal así, pero la situación quedó ahí, el tren cerró las puertas y siguió. En Flores fue donde pasó todo porque intervino la policía. Era cerca de las 14:30”, recuerda Ramallo sobre cómo se inicio la situación que pronto se convirtió en una fuerte discusión que terminó con él y la perra expulsados por la fuerza de la unidad.

“La señora, que ya todos conocen, se levanta de su asiento porque yo lanzo un insulto porque la situación me generó bronca y me sentía sobrepasado, ella se estaba quejando por de más y avalando el comportamiento policial mientras todas las personas que viajaban pedían que dejaran tranquila a la perra”, señala.

Según contó el joven, la mujer que originó el conflicto estaba sentada cuando él subió, por lo que supone que habría subido en la estación Plaza Miserere (donde inicia el recorrido la línea del ferrocarril Sarmiento que se extiende hasta Moreno). Ante los insistentes gritos de la mujer, uno de los policías intervino. “Pidió una soga... ¿Qué persona viaja con una soga en el tren? —se preguntó Ramallo— Y como no había, comenzó a pegarle puntapiés a la perra y pegaba con el palo que llevan encima (porra o garrote) en el asiento para que saliera... La pobrecita salió muy asustada, yo la vi bien porque se quedó cerca mío y no hacía más que estar asustada. Finalmente, el policía la terminó sacando a patadas y pasa lo que se ve en el video: la mujer que me insultó... —exhala con angustia y sigue—¡No quiero ni repetir lo que dijo! No puedo entender cómo en este contexto social que estamos viviendo pueda decir algo así! Y no dejaba de alentar al policía cuando le pegaba a la perra, pero ella no le pegó a la perra; me pegó a mi con el estuche de sus anteojos. Aunque a la perrita le pegaron por su culpa porque si se hubiera cambiado de vagón o simplemente hubiera pedido: ‘¡Bajala, pero no le pegues!, no la hubieran maltrado, ¡pero no! Seguía gritando...".

El martes 4 de febrero, día de la entrevista, Juan Gabriel visitó a Flor y feliz contó: “Al verme me reconoció”.
El momento en que Juan Gabriel es obligado a bajar del tren por defender a una perrita.
El momento en que Juan Gabriel es obligado a bajar del tren por defender a una perrita.

Juan Gabriel se reconoce arrepentido por los insultos que él lanzó y cuenta que en ese momento la situación lo enojó, por lo que pensaba en bajar de la unidad y tomar otra por la incomodidad que sintió tras las agresiones recibidas y porque “no quiero viajar al lado de una persona que no soporta estar al lado de un perro. Yo iba a bajarme, pero me bajaron a la fuerza y a empujones”. Para su pesar, las cosas no terminaron allí.

“Cuando me bajan del tren, el mismo policía que pateó a la perra me empuja y me dice: ‘¡Dale, pibe! ¡Cortala’... Como le pegó a la perra cuando estaba en el andén, ella se fue corriendo y yo subí a otro tren, con mucha bronca. Sentí impotencia y enojo por lo que había pasado, por los insultos y las cosas que me dijo esa mujer”, dice a Infobae.

Fue tal la angustia que le quedó por la situación, que al llegar a su casa escribió un posteo sobre lo que había sucedido pidiendo disculpas al resto de los pasajeros por lo que vivieron, luego descubrió el video que ya se estaba viralizando, lo que aprovechó para volver a disculparse. Así fue que lo contactaron de la página Perros perdidos Argentina para agradecerle por su valentía, poniéndose en riesgo por defender a la perrita. "Haría lo que hice por cualquier animal que esté siendo maltratado, no lo hice porque estaba en el tren. Lo haría también en la calle porque no tolero que maltraten a los animales”, aseguró y reconoció que al saber que se había perdido el rastro de la perra se quedó preocupado.

Finalmente, pudo contactarse con Lucía, la mujer que cuando supo que la perrita que todos buscaban estaba cerca de su casa no dudó en ir por ella.

El rescate de “Flor” en Villa Luro

El primer baño luego del rescate. Lucía compartió fotos del avance de Flor con Infobae
El primer baño luego del rescate. Lucía compartió fotos del avance de Flor con Infobae

La perra caminó durante dos días desde aquella tarde de jueves en la que conoció la parte poco bondadosa de la sociedad. Luego conoció a la otra.

“Estoy en el grupo de Facebook Perros perdidos argentina, pero no soy rescatista ni proteccionista, simplemente cuando supe que esa perrita estaba cerca de mi casa y que no la podían agarrar tomé mi bici y salí por ella”, cuenta Lucía Puertas (31) a Infobae y admite que en ese primer encuentro la vio realmente estresada y muy desconfiada de las personas.

Lucía es maestra de tercer grado y a pocos días de regresar a sus tareas en la escuela se ocupa de contener a Flor, bautizada así por la estación Flores. La docente, al igual que el hombre que defendió a la perra en el tren, cree que la perrita está perdida y que tiene una familia. Baraja varias hipótesis y se deben a la manera de comportarse de la animal. “Su familia debe ser de personas mayores o que no manejen las redes porque con la difusión que está tendiendo el caso es raro que nadie haya preguntado por ella. Tiene costumbres de un animal que vive en una casa".

“Por la manera en que se comporta, estoy segura que tiene familia. Es muy tranquila, dócil y buena, pero no sabe andar con correa. Creo que sus dueños son personas mayores que no usan las redes, por eso no reclaman por ella, por eso les pedimos a la sociedad que nos ayuden a encontrar a su familia”, clamó Lucía.
Lucía y el grupo que rescató y cuida a la perrita golpeada en el tren Sarmiento.
Lucía y el grupo que rescató y cuida a la perrita golpeada en el tren Sarmiento.

En ese contexto, advierte que la perra está “mimetizada con alguien. Tiene unos dos años y es muy tranquila, no es revoltosa, no tiene el típico carácter de un perro de esa edad. Está castrada hace un mes, aproximadamente. La llevamos al veterinario y vimos la cicatriz de la cirugía y no tiene pulgas ¡lo que es raro para un perro que está en la calle! Y lo de las patitas es una alergia producto del estrés y las lastimaduras por tanto lamerse. Primero pensamos que eran lastimaduras por tanto caminar", asegura.

El rescate de Flor se dio gracias a la interacción de rescatistas y proteccionistas de los grupos Perros perdidos Argentina, Mascotas de Floresta y Por los pichis. Juntos están tratando de reconstruir el camino que pudo haber hecho la can: “Nos avisaron que el día anterior al video la vieron en la estación de Padua, pero no es fácil saber si subió al tren allí o si lo hizo en cualquier otra estación y bajó”. La localidad bonaerense de San Antonio de Padua es la estación siguiente a Ituzaingó, en el gran Buenos Aires.

“Vamos a esperar un tiempo prudencial para que se encuentre con los suyos y si no aparecen, recién entonces la pondremos en adopción responsable y con seguimiento. Ahora, no. Ni aunque nos la pida Susana Giménez la vamos a dar en adopción”, aseguró Lucía.

Convencida de que “Flor” no se crió en la calle, Lucía avisa que "no está en adopción porque estamos seguras que tiene una familia. Está muy cuidada. Vamos a esperar un tiempo prudencial para que se encuentre con los suyos y si no aparecen, recién entonces la pondremos en adopción súper responsable y con seguimiento. Ahora, no. Ni aunque nos la pida Susana Giménez la vamos a dar en adopción”.

Entre las hipótesis sobre cómo llegó a la calle, y conociendo casos similares, la maestra que ya fue felicitada por los padres de sus ex alumnos, baraja tres opciones: “Pensamos que era una perra muy cuidada y que se escapó o por algún motivo quedó en la calle. Quizás sus dueños fallecieron y la familia que quedó se deshizo de ella. O bien pudo haber estado en un pensionado porque su dueño estaba de vacaciones, se escapó y la persona no se enteró”.

Por eso, piden que todas las personas que conozcan adultos mayores con perros estén atentos y les muestren las fotos de “Flor”, quizás la reconozcan. “Es una perra que no sabe caminar con correa, lo que significa que nunca la sacaron a pasear. Eso también indica que fue criada por personas mayores”, finaliza.

Tras el caso de “Flor”, una ONG animalista pide “protocolo de acción” en los transportes públicos ante casos de animales heridos

Recién rescatada. "La encontramos sucia por los días que estuvo en al calle, pero se nota que es una perrita bien cuidada", aseguró su cuidadora y rescatista a Infobae.
Recién rescatada. "La encontramos sucia por los días que estuvo en al calle, pero se nota que es una perrita bien cuidada", aseguró su cuidadora y rescatista a Infobae.

El video que muestra cómo golpearon a la perrita herida dejó al descubierto un nuevo caso de maltrato animal. “Cuando lo vimos notamos que el oficial actuó mal porque debió haber llevado a la mujer a la comisaría ya que violó la ley que pena el maltrato animal. La policía no está capacitada para actuar en esos casos”, señaló a Infobae Eliana Couso, presidenta de la Asociación lucha por la integridad social y el derecho animal (Aluisa).

Al mismo tiempo agregó que “la gente reclama para que se permita que los perros puedan viajar en los medios de transporte públicos". “Vamos por eso, que es lo que sucede en los países desarrollados”, aseguró y amplió: "Sacamos esta petición para pedir que cuando animales heridos o que se sientan mal suban a un tren en lugar de condenarlos a muerte bajándolos, que se les facilite atención veterinaria. Esto sería que haya un protocolo de acción entre las autoridades de ese transporte público con los centros de zoonosis o los hospitales veterinarios de algunos municipios”. La idea también sugiere que en ese plan de trabajo se coordinen tareas con grupos de rescatistas de perros.

“Lo mismo debería pasar en el subte porque está bien que hay muchos perros comunitarios, pero si necesitan ayuda no se los puede dejar en la calle. Este caso hizo que quedaran en evidencia los cientos de casos que deben haber y que no nos enteramos, en distintos medios de transporte en nuestro país”, remarcó Couso.

Por eso, desde la Aluisa piden al Estado Nacional a través del Ministerio de Transporte de la Nación y a su titular, Mario Meoni, un protocolo de actuación en Trenes Argentinos para animales heridos. “Bajar a un animal herido a conciencia hubiera ameritado darle asistencia veterinaria, por eso exigimos a las autoridades que estén a la altura de las circunstancias dada la gran cantidad de perros en situación de calle o que desarrollen un protocolo procedimental para actuar en estos casos preservando la vida del animal no humano".

Por su parte, la abogada animalista y representante de la Fundación Amora, Florencia Callozzo, dijo a Infobae que en este caso se cometió maltrato animal y se violó la ley que lo pena según lo establece el artículo articulo 3, inciso 7 de la ley 14.346 que dice que “lastimar animales intencionalmente, es solo una parte del contenido del artículo, en el caso del tren Sarmiento, una pasajera consideró que un animal herido no debía viajar en el tren y conjuntamente con la policía la patearon. Este es un claro argumento perverso de la discriminación por especie (especismo) que entiende que como se trató de un animal no tiene derecho a compartir un espacio público, no obstante, se lo obliga a soportar la violencia del ser humano. Recordemos que la 14.346 ley es una ley penal, nacional y está vigente en todo el territorio argentino”.

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