El brutal crimen de Fernando Báez Sosa a la salida de un boliche en Villa Gesell conmocionó a toda la sociedad y despertó una ola de indignación que trascendió las fronteras de nuestro país.
Este domingo, el Papa Francisco se comunicó con los padres del joven de 18 años para intentar reconfortarlos durante el difícil momento que atraviesan. Silvino Báez, el papá de Fernando, reconoció el contacto con el Sumo Pontífice sin brindar detalles de la conversación.
Ante la consulta de Infobae, desde el Vaticano mantuvieron un estricto hermetismo con respecto al diálogo privado, aunque resaltaron el “gran gesto” del Santo Padre, quien se mostró preocupado por los altos niveles de violencia que se manifiestan en todos los rincones del mundo.
La familia de Báez Sosa es creyente. Incluso envió a su único hijo a un tradicional colegio católico de Caballito, el Marianista. El joven de 18 años también era católico y participaba de diferentes proyectos solidarios. Uno de ellos era organizado por la ONG Seres vs Teneres en la localidad bonaerense de Marcos Paz.
Ayer, a dos semanas del asesinato, los padres de Fernando realizaron una misa en la parroquia San Agustín para pedir junto a familiares y amigos “por el descanso eterno” de su hijo.
Mientras tanto, la causa judicial avanza a paso firme y este domingo el fiscal general de Dolores Diego Escoda reveló que se investiga a partir de una secuencia de imágenes de las cámaras de seguridad si al menos cuatro de los diez detenidos se cambiaron de ropa tras la golpiza en la que murió el joven.
El fiscal indicó que hay unas cámaras de seguridad municipales que registraron en la esquina de la escena del crimen a algunos de los acusados cuando aparentemente se intercambiaban prendas de vestir.
Ayer, el abogado de la familia de la víctima, Fernando Burlando, había dicho que luego de la golpiza los acusados se fueron a comer hamburguesas, lo que, según él, demuestra el "desprecio" que tuvieron por la vida de Fernando.
Por su parte, Escoda adelantó que esta semana se va a citar a declarar a los médicos que practicaron la autopsia en la que se determinó que Fernando sufrió “un golpe muy fuerte en el cráneo” y otro “muy fuerte en el hígado”.
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