La Asociación Bancaria, el gremio que encabeza Sergio Palazzo, resolvió extender a “toda la jornada” el paro de actividades previsto para este lunes en las sucursales del Banco Nación, en protesta por el asesinato de un cajero durante un asalto en la sucursal de Isidro Casanova.
Asimismo, la entidad sindical ratificó que en el resto de las entidades bancarias se plegarán a la medida de fuerza, pero únicamente durante las dos primeras horas de atención al público.
“En virtud de las asambleas realizadas ayer en distintas sucursales y casa matriz del BNA ante el asesinato del compañero Germán Chávez, y a solicitud de su Comisión Gremial Interna, la Asociación Bancaria extiende en el Banco Nación el paro previsto para el 3 de febrero a toda la jornada de atención al público en todo el país”, sostuvo la Bancaria a través de un comunicado.
“Para los bancos no importa la vida humana. Una vez más se comprueba. El compañero Hermán Chávez, del Banco Nación, ha sido asesinado en el curso de un asalto a un anexo en Isidro Casanova”, informó el comunicado oficial del gremio.
"Esta muerte es consecuencia de la desregulación de la seguridad bancaria ejecutada por los presidentes del Banco Central durante el macrismo: Federico Sturzenegger, Luis Caputo y Guido Sandleris", advirtió.
La Asociación Bancaria explicó que reclamó permanentemente por esta situación y que ahora quieren “una urgente respuesta de las nuevas autoridades, y una reunión en el ámbito del Banco Central con las cámaras empresarias”.
Una de las reformas en materia de seguridad en las sucursales cuestionada por el gremio se implementó en enero de 2017. A través de la comunicación A 6182, el Banco Central autorizó a las entidades financieras a reemplazar -en caso de desearlo- las garitas blindadas por un monitoreo por cámaras conectadas con las comisarías. La medida significaba un ahorro de los adicionales que hay que pagar a los policías armados que ocupaban los castilletes.
Durante el asalto en el que perdió la vida Germán Chávez la sucursal solo contaba con dos efectivos de seguridad privada que no contaban con armas de fuego.
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