En la entrada al Barrio Chino de Buenos Aires aparece el primer y más emblemático elemento: el arco. Mide 11 metros de alto y 8 de ancho. Fue inaugurado en el 2009 y lo donó China. De hecho, lo mandaron desde allá desarmado y acá se montó. Lo acompañan dos leones protectores, en su base.
Son muchos los que creen que tocarles las garras trae suerte, pero la tradición verdadera indica otra cosa: hay que buscar dentro de su boca una bola escondida y acariciarla. Simboliza la sabiduría. No se puede llevar, tan solo aproximarse a ella. La sabiduría era eso, parece, tocar una bola de piedra y seguir caminando como si nada.
Unos metros más allá por Arribeños hacia Juramento aparece otra escultura típica, también donada por la comunidad china en 2016. Se trata de un dragón protector, que según las estaciones del año trae diferentes elementos para el bienestar. Algo parecido significan los peces de un mural que decora una casa, también por Arribeños. Para la cultura china, el pez es señal de abundancia, de ahí aparezcan peces pintados en todos lados o incluso que muchos locales tengan pequeñas peceras.
Otra simbología importante son los colores. En este sentido, el rojo es el color fundamental. La primera referencia es la bandera china, pero está desde mucho antes en la cultura. Su efecto es conocido, lo rojo ahuyenta a los malos espíritus. De ahí, las pulseras rojas, las cintitas colgadas por doquier, los esferas como lámparas que cuelgan de todos los techos del barrio chino, decoradas con líneas doradas, color que significa el poder y la riqueza.
Una vez pasada el gran arco, desde hoy ya se podrá disfrutrar de la gran celebración por el Año Nuevo Chino.
Este 25 de enero comienza el año de la Rata de Metal, el 4718 para el calendario Chino. Considerado un símbolo de protección y generador de prosperidad, la Rata ocupa el primer puesto del zodíaco chino y augura el inicio de nuevas energías.
De acuerdo con el último relevamiento de la Subsecretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural porteña, encargada de organizar las celebraciones, en nuestro país viven unos 200 mil chinos, de los cuales el 70 por ciento reside en la Ciudad de Buenos Aires y el área metropolitana, un volumen que logra posicionar a la comunidad china como la cuarta más grande del país, detrás de la boliviana, la paraguaya y la peruana.
Hoy y mañana los festejos del Año Nuevo se centrarán en el Barrio Chino de Belgrano (Arribeños y Juramento, de 12 a 22 horas), donde montarán stands gastronómicos y culturales y un desfile “Moderno y Milenario", que representará la evolución del vestuario de esta cultura ancestral. A partir de las 17 se llevarán a cabo las típicas danzas del dragón y el león, exhibiciones ancestrales y de artes marciales y desfiles de tambores chinos.
“Los festejos por el Año Nuevo Chino se convirtieron en un clásico porteño cada vez más convocante. Buenos Aires tiene una riqueza cultural única que está construida sobre la diversidad de colectividades que aportan sus tradiciones”, dijo Diego Santilli, vicejefe de Gobierno de la Ciudad.
El domingo 26, además, se realizará la competencia de los botes dragón. Quince equipos de 20 remeros cada uno (chinos y argentinos) se reunirán en Dique III de Puerto Madero para desafiarse en velocidad. Entre las actividades previstas para esa jornada, y también en Puerto Madero, tendrá lugar la ceremonia del Despertar del Dragón, a las 10 horas. Allí, las autoridades de ambos países pintarán las pupilas del Dragón, dándole paso al comienzo de las actividades.
El gran cierre será el domingo 2 de febrero en Parques Nacionales Argentinos (Avenida Figueroa Alcorta y Sucre) de 12 a 20 horas. Por séptimo año consecutivo, la colectividad china desplegará su propuesta cultural en más de 60 stands gastronómicos (con platos típicos orientales: empanaditas chinas, fideos salteados con verduras, pollo o mariscos, y la más deliciosa repostería a base de té verde) y de artesanías, con un impactante escenario donde habrá shows y música en vivo.
El protagonista será el Dragón, símbolo de sabiduría, cultura y riqueza, y ofrecerá el ritual “clavado de pupilas”, mientras que los leones augurarán la buena fortuna para el año que comienza.
Seguí leyendo