La casa donde vivía Fernando Báez Sosa, sobre Avenida Pueyrredon al 1800, amaneció empapelada con carteles que piden “Justicia”. Los pegó este miércoles a la mañana a mano y con cinta adhesiva Julieta Rossi, su novia. En el trayecto del día, conocidos y vecinos del barrio se animaron a dejar flores, como un gesto de solidaridad con la familia. La joven de 18 años no es la única que quiere que se esclarezca la muerte de su pareja; los padres de Fernando, Silvino Báez y Graciela Sosa, también.
Cerca del mediodía, el matrimonio Báez Sosa salió de su casa en un remís sin hacer declaraciones. Según pudo saber Infobae fueron a reunirse con el equipo de abogados del estudio de Fernando Burlando, quien ofreció patrocinarlos gratuitamente. Tras regresar de la reunión, pasadas las 17.30, Silvino y Graciela entraron rápidamente a su domicilio sin hablar con los periodistas que esperaban en la puerta. Más tarde, sin embargo, el papá salió a la calle con una foto de su hijo en el pecho y agradeció el apoyo de toda la sociedad.
“Lo que le pasó a mi hijo fue muy cruel. Esperamos que se haga justicia y que paguen los culpables. Tenemos que tener confianza en la justicia y en los abogados que llevan el caso. Quiero agradecer especialmente al doctor Fernando Burlando que se ofreció a patrocinar nuestro caso gratuitamente. Nos sacó un peso de encima porque estábamos sin abogados. Junto con el Colegio Marianista (N. de la R.: al que asistía Fernando) son nuestro respaldo. Espero que todo salga bien y esto no quede impune”, sostuvo Silvino con la voz quebrada en charla con TN.
Consultado acerca de la movilización pacífica del jueves a las 18.30 en la puerta de su domicilio, Silvino aseguró que le gustaría participar de la sentada que se organizó espontáneamente, pero que depende del estado de ánimo de su mujer, Graciela. En diálogo con Infobae, allegados a la familia contaron que la mamá de Fernando está muy mal anímicamente y recibiendo asistencia psicológica. “Hasta que no vio el cuerpo de su hijo no cayó en la cuenta de lo que había pasado”, sostuvo una amiga.
Acerca de los familiares de los diez detenidos, el papá de Fernando dijo que nadie se comunicó con él. Asimismo enfatizó que no le guarda rencor a nadie. “Espero los culpables que mataron a traición y cobardemente a mi hijo paguen. Se fue de vacaciones y me lo devolvieron en un cajón. Espero que se haga Justicia, espero un castigo ejemplar”, dijo a TN.
Visiblemente dolido, el papá de Fernando sostuvo que tanto él como su esposa son muy creyentes y que, además de confiar en Dios, creen que su hijo va a darles la fortaleza para salir adelante. “Me hago el fuerte por mi mujer, que la está pasando muy mal. Nos cuesta todo. Damos vueltas por su pieza, vemos sus cosas, nos sentamos en su cama... Estoy muerto en vida. No sé qué va a ser de mí cuando termine todo esto”, aseguró.
Hacia el final de la entrevista Silvino volvió a hacer hincapié en que confiaba en el rol de la Justicia y opinó acerca de la liberación de Pablo Ventura. “Debe tener una buena coartada para que lo hayan dejado afuera”, sostuvo.
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