(Madrid - Enviado especial) Después de las exportaciones relacionadas a la agricultura (oleaginosas y cereales, específicamente) y las automotrices, el turismo es la actividad que más divisas genera para una economía argentina que las necesita con desesperación. Es que para afrontar los pagos de la deuda externa (USD 37 mil millones en 2020) y equilibrar la balanza de pagos a largo plazo (por la crisis y la cosecha récord se registró en noviembre el superávit más alto en una década) el país necesita aumentar la cantidad de dólares, euros o yuanes que ingresen a su economía.
Una forma de hacerlo es fomentar las exportaciones es a través del desarrollo de distintas industrias, ya sea el petróleo y el gas no convencional de Vaca Muerta, el sector automotriz y el de otros bienes industriales o el de la economía del conocimiento. Pero también es posible para la Argentina aumentar el ingreso de divisas a través del turismo, que hoy representa alrededor del 7% del total, aunque con margen para crecer rápidamente, un detalle clave en un país que está en crisis.
Justamente a eso apunta la participación de la Argentina en la Feria Internacional de Turismo (FITUR) 2020. Con un stand de 400 metros cuadrados, una numerosa delegación de operadores del sector público y privado buscará convencer a las más de 100 mil personas que van a participar del evento de que ofrezcan a sus clientes a la Argentina como destino o que la consideren como un potencial lugar donde pasar sus vacaciones.
En 2018, el último año del que hay cifras oficiales, viajaron a la Argentina 6,9 millones de turistas. Brasil, los países europeos y el resto del continente americano fueron la nación y las regiones que más aportaron a los USD 5.753 millones que ingresaron a la economía argentina de la mano del turismo. Para 2019, las estimaciones oficiales registraron un aumento tanto en la cantidad de ingresos de extranjeros al país (7,4 millones) aunque debido a los saltos del dólar durante el último año de Mauricio Macri como presidente el ingreso en dólares fue algo menor (USD 5.452 millones).
Encabezando la delegación argentina está el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, quien en la previa de la inauguración de FITUR aseguró que “Argentina tiene una situación macroeconómica delicada porque tiene que enfrentar pagos de una deuda externa con vencimientos en estos próximos cuatro años, para lo cual va a necesitar dólares y esos dólares Argentina no los imprime, por lo que necesita generarlos. El turismo es una de las grandes fuentes de dólares y tenemos el gran desafío en nuestro gobierno de incrementar esos números”.
Los principales ejes en los que se centrará el stand argentino son los deportes, la naturaleza, la gastronomía, el enoturismo, todo lo relacionado a turismo empresarial (eventos, foros, etc) y el sector LGBT+. Allí, representantes de todos esos ámbitos exhibirán la oferta turística del país y ofrecerán presentaciones de destinos, espectáculos musicales y degustaciones de productos gastronómicos y bebidas locales.
Más allá de que uno de los principales objetivos es promocionar los eventos deportivos que sucederán en la Argentina a lo largo de 2020 (cinco sedes de la Copa América, el MotoGP en Santiago del Estero, el PGA Tour Latinoamérica y la Primera Copa Mundial de Taekwondo ITF), la delegación argentina apunta a no solo dales espacio los “tanques” del turismo local (las cataratas de Iguazú, el glaciar Perito Moreno, la ciudad de Buenos Aires), sino también, en palabras de Lammens, “potenciar el turismo en lugares que son maravillosos para visitar pero que están poco explotados, como los Esteros del Iberá, las provincias de Jujuy y Salta, la localidad antártica de Ushuaia. Tenemos que hacer conocer otros lugares para que la estadía promedio se alargue y puedan generar más ingresos”.
El ex candidato a Jefe de Gobierno porteño grafica ese objetivo con dos datos: de los más de 100 millones de chinos que salen de su país para hacer turismo, apenas 80.000 visitan la Argentina; y de los 200.000 españoles que cruzan el océano Atlántico más de la mitad lo hace para visitar familiares, no por cuestiones de ocio. “Argentina tiene la gran posibilidad de aumentar el turismo europeo. Por una cuestión de afinidad cultural, los españoles se sienten en Argentina como en casa y nosotros queremos que así sea”, detalló Lammens.
Tras la inauguración de este miércoles, y luego de las jornadas organizadas exclusivamente para los profesionales del sector, el fin de semana, en los últimos dos días de la Feria, Argentina expondrá su propuesta cultural y gastronómica, con espectáculos de folclore y tango, degustaciones de vino y gastronomía típica, donde estarán representadas todas las regiones turísticas del país.
En tanto, en el espacio Fitur-GAY, el país presentará las últimas novedades destinadas a este colectivo, para seguir creciendo como uno de los destinos más elegidos por su condición gay-friendly. Lo propio hará con el turismo empresarial o de reuniones, un rubro en el que Argentina se posiciona como uno de los principales destinos mundiales -puesto 18-, con varias sedes en fuerte ascenso. Para ello, la organización argentina dispondrá de un escritorio en la Fitur-MICE, donde buscará expandir esa actividad con más eventos y participantes.
Acompañarán a Lammens el secretario ejecutivo del Instituto Nacional de Promoción Turística (Inprotur), Ricardo Sosa, y la secretaria de Promoción Turística de su cartera, Yanina Martínez. También integrarán la comitiva directivos de Aerolíneas Argentinas, cámaras empresarias hoteleras, gastronómicas y de agentes de viajes, entre otros representantes del sector privado turístico.
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