Desde que están juntos, hace algo más de tres años Karina Rabolini (53) e Ignacio Castro Cranwell (48) eligen como destino de sus escapadas románticas la Costa Atlántica argentina. Esta temporada de verano 2020, no fue la excepción. Esta vez, la salida se transformó en un viaje familiar que se extendió una semana.
La pareja, que convive en Nordelta, llegó a Pinamar el 15 de enero. Se hospedaron junto a los hijos de Ignacio; Valentina, Manuel e Isabel en la casa familiar que tienen los Rabolini en el balneario desde hace cuatro décadas. De chicos, ambos solían pasar sus vacaciones en el destino fundado por Bunge, aunque nunca se cruzaron.
Para estos siete días, optaron por una rutina distendida. Por la mañana comparten el desayuno y luego salen a correr juntos durante una hora. Después almuerzan en familia en la casa de verano y más tarde bajan al parador la Posta del Mar, donde alquilaron una carpa con un matrimonio amigo que tiene hijos de la misma edad que los de Castro Cranwell.
Los últimos días hubo pleno sol por lo que pudieron estar al aire libre, meterse al mar, tomar sol e incluso hacer campeonatos de tejo.
El atardecer lo prefieren ver desde el restaurante del parador con una ronda de mate o tomando algún trago de temporada. Entre las siete y las ocho de la noche es hora de volver a la cabaña familiar para preparar el fuego a leña para el asado, ritual indispensable de la vacaciones.
Alejada de la escena política tras su separación del ex gobernador bonaerense Daniel Scioli en 2016, Rabolini, está dedicada a su actividad como empresaria con su marca de anteojos y productos cosméticos.
Por su parte, Castro Cranwell es el director de Relaciones Institucionales del Ministerio de Educación porteño, a cargo de la dirigente del PRO Soledad Acuña. Terminó su matrimonio con María Grazzini en 2016, casi al mismo tiempo Rabolini finalizaba su relación con el actual embajador en Brasil. Ambos ya se conocían, porque Castro Cranwell era el encargado de la comunicación de la empresaria durante la campaña presidencial del 2015. Libres ambos, empezaron a forjar un vínculo que hoy está completamente consolidado.
De vuelta a Buenos Aires, Ignacio retomorá su vida laboral en el ministerio y Karina se prepara para el relanzamiento del e-commerce de sus compañia de beauty. Habrá que esperar a otro fin de semana largo para que la pareja vuelva a la Costa Atlántica como lo suele hacer en cada oportunidad.
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