Se trata de una novedad que sedujo a los turistas en Pinamar. Las motos eléctricas se expandieron a través de una acción que se implementó durante la temporada 2020 con el fin de que los veraneantes pudieran recorrer la ciudad de una manera diferente e innovadora.
Andrés Escoda es el impulsor de esta iniciativa, la cual le permitió a cientos de personas transitar y conocer Pinamar por sus calles más representativas y menos transitadas, en un plan que se aleja del centro y pretende descubrir otras miradas sobre el lugar mediante la concientización sobre el uso de los vehículos de playa y el cuidado del medio ambiente.
Los scooters eléctricos Eco Mode poseen ruedas anchas, capaces de circular por las calles arenosas de Pinamar. Se permite hacer el recorrido de manera individual (por una hora o media hora) o de forma grupal. El punto de partida es Avenida Bunge, a pocas cuadras de Avenida Del Mar.
“Esto surgió en la ciudad de Buenos Aires a partir del furor que causaron los monopatines. Junto a unos amigos creamos un grupo llamado ‘Micromovilidad’, en donde la idea era que las personas que compraban un monopatín u otros vehículos similares pudieran conectarse y compartir ideas y experiencias sobre los transportes eléctricos”, indicó Escoda a Infobae.
“A partir de eso nos dimos cuenta de que hay mucho mercado dentro del rubro, y los que teníamos una leve experiencia pensamos cómo enaltecer el producto. Había poca información y no había servicio post venta. Con un amigo viajamos a China y allá nos encontramos con otro amigo. Nos fuimos informando de todo lo que tenía que ver con lo eléctrico”, contó Escoda, quien posee un monopatín, el cual usa cada mañana para ir de su casa al trabajo y viceversa.
Su experiencia le hizo pensar en cómo podía implementarlo en la Costa Atlántica. “Hicimos una importación inicial de una cantidad de motos y monopatines que nos pidieron desde allá. La primera importación fue poco formal, hasta que le fuimos agarrando la mano. Tardó 100 días en venir”, agregó Escoda, en referencia al viaje que hizo hace algunos meses a Asia.
Esas mismas motos que llegaron al país son las que ubicó en un modesto local de Pinamar, al que cada mañana, tarde y noche se acercan decenas de personas para alquilarlas. La salida es de Bunge y a pie. Luego de cruzar la avenida, se puede comenzar a circular. Siempre con chaleco si es de noche y el uso obligatorio del casco.
“Nuestra idea era hacer un city tour, salir de Bunge y pasar por la parte residencial sin molestar a los turistas. Y lo logramos. Un paseo de 12 a 18 kilómetros. Dar una vuelta por esa zona, conocer la arquitectura de Pinamar. El golf y sus esculturas junto a algunas casas muy emblemáticas que volvieron a la salida muy atractiva", explicó el porteño, quien se dedica a la gráfica y la construcción.
La apuesta se volvió uno de los planes más atractivos para los turistas. Las motos eléctricas tienen una autonomía de 30 kilómetros en Pinamar (45 en CABA), y su alquiler se divide en dos grupos: una hora o salida grupal ($2.000) y media hora ($1.500).
“La gente pudo conocerlos y ver que esto existe. Elegimos una gran ubicación para presentarlo”, relató el empresario.
En Pinamar, Escoda aseguró que vendió varias unidades, tanto de motos como de monopatines. Las motos se conectan a cualquier enchufe 220v. Su costo oscila en los USD 2.700. “Tiene un consumo muy bajo. La carga completa de batería son 20 pesos de electricidad y su velocidad máxima son 50 km/h. Permite transportarse a una buena velocidad, a merced de otro auto que deba andar esquivando la moto o esperar a que uno se mueva. La carga completa demanda de 6 u 8 horas”, especificó Escoda.
“La idea de tener un trayecto de su casa a un supermercado chico o ir a la playa y sacarse el problema del estacionamiento, tránsito, también ayudar a concientizar el tema del ruido. En Pinamar Norte pasan a cualquier hora los cuatriciclos y las motos; y hacen mucho ruido. Poder moverse sin contaminar sonoramente y sin humo es espectacular”, completó Escoda.
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