Luis Spahn vive en la ciudad santafesina de Rafaela y trabaja allí para una compañía de telefonía. Este lunes debió dirigirse en su vehículo hacia la capital provincial y en su camino se topó con una serie de cheques, algunos de ellos al portador, que sumaban alrededor de $2.170.000. La continuidad de la historia no es menos asombrosa: logró devolverlos y, como recompensa, le regalaron una pala.
El curioso hallazgo tuvo lugar en la Ruta 70, en la localidad de Esperanza, a la altura de la rotonda que desemboca en Franck. Al arribar a la ciudad de Santa Fe, Spahn revisó los documentos y notó que estaban todos endosados por una misma empresa. Así, decidió comunicarse y dar aviso a la fábrica de herramientas en cuestión, ubicada a muy pocos metros de donde Luis encontró los cheques. En la empresa le confirmaron que pertenecían a un comisionista que, evidentemente, los había perdido al salir la fábrica.
La noticia fue dada a conocer por el portal Rafaela Noticias y rápidamente se viralizó. “No le di mucha importancia en realidad, pero ni se me pasó por la cabeza hacer otra cosa. Me hace sentir bien conmigo mismo”, afirmó Spahn, en dichos al sitio Vía Rafaela.
Posteriormente, en declaraciones a TN, confió: “Hay mucha gente enojada con la empresa, pero yo no. Le llevé los cheques de buena fe y no esperaba nada. Ellos estaban sorprendidos de que se los haya llevado, entonces me preguntaron si quería llevarme alguna herramienta. Les dije que no, pero un muchacho apareció con una pala. No sabía si agarrarla, porque sabía que se iba a genera esto”.
“A veces es más pesado el morbo que las buenas acciones”, reflexionó el rafaelino. Y bromeó: “No tengo ni un cachito de tierra. La pala tengo que colgarla porque me genera un problema. Es peor que un perro malo acá en casa”.
Seguí leyendo