La Justicia de La Plata decidió este viernes dictarle la prisión preventiva por 180 días al adolescente de 17 años imputado por el triple crimen de su madre, su sobrina y su padrastro, asesinados a puñaladas el 1° de enero en su casa de la localidad de Melchor Romero.
La medida fue solicitada por la fiscal Carmen Ibarra durante una audiencia en el Juzgado de Garantías del Joven N° 3 de la capital bonaerense, a cargo de Luis Miguel Gabián, quien se encuentra subrogando a la jueza María José Lezcano.
De acuerdo con lo que informó la agencia Télam, el magistrado tomó esta determinación tras varias horas de evaluar las pruebas e indicios que se encontraron hasta el momento y que señalan al menor de edad, identificado por las iniciales E.S., como el autor del crimen, por lo que consideró necesario que siga detenido.
Entre otras pruebas, se tuvo en cuenta que el sospechoso se fugó tras el hecho, que tiene “carácter violento”, que era hábil en la utilización de cuchillos y que se secuestró una chomba con sangre con la que lo vieron la madrugada en la que fueron asesinados su madre, su padrastro y su sobrina.
“El juez hizo lugar al pedido de prisión preventiva, pero cambió la carátula, que en principio era triple homicidio calificado por ensañamiento, alevosía y por el vínculo por el de homicidio simple en el caso de Raúl Bravo, homicidio calificado por alevosía en el caso de la niña Alma y homicidio calificado por el vínculo con respecto a Graciela Holsbak, que era la madre del adolescente”, detalló una fuente judicial.
Por su parte, el adolescente se negó días atrás a declarar ante la fiscal y permanece alojado en un instituto de menores de la ciudad de La Plata. Además, fue sometido a estudios por parte de peritos psiquiatras y psicólogos, que mantuvieron entrevistas con él para establecer si comprende la criminalidad de sus actos. Por el momento, “no hay indicios de que el adolescente sea inimputable”, explicó un vocero del caso.
La investigación comenzó en Año Nuevo, cuando se encontraron los tres cuerpos en la casa situada en la calle 523, entre 164 y 165, de la localidad platense de Melchor Romero: el de Holsbak, de 54 años; de su nieta Alma, de 5; y de Bravo, de 58.
Un primer informe de las autopsias determinó que las víctimas presentaban un promedio de 13 heridas de arma blanca cada una. El hombre tenía una herida mortal en la zona del corazón; Holsbak, una en el abdomen, y la niña había sido degollada, su cuerpo descuartizado a la altura de las rodillas y sus restos colocados en una bolsa de consorcio que fue encontrada en la cocina.
“Las víctimas presentaban heridas de defensa, cortantes, en sus manos y dedos”, apuntó una fuente cercana a la investigación que graficó que el asesino usó el arma blanca “como un látigo”. Además, la presencia de heridas de defensa hacen presumir que la familia estaba despierta al momento del ataque, pero los peritajes de las vísceras confirmarán si alguno de los tres fue drogado para disminuir su resistencia ante las puñaladas.
En tanto, el adolescente ahora detenido desapareció de la casa antes de que fueran hallados los cadáveres y la Policía lo buscó durante cinco días hasta que el lunes pasado llegó solo y por sus propios medios hasta el Destacamento Vial de Samborombón, a la vera de la Autovía 2.
Desde que ocurrió el hecho, varios familiares defendieron al adolescente y otros aseguraron que podría haber sido el autor del hecho: su tía Rosalía, hermana de Holsbak, recordó una ocasión en la que el joven de 17 años trató a su padrastro de “viejo de mierda” y lo amenazó con "cagarlo a machetazos”.
La testigo explicó que estas palabras la pronunció el principal acusado una noche en la que ella iba a salir junto a su hermana y su pareja. En ese contexto, el hombre le dijo al adolescente que era “un nene de mamá” porque le habían dejado la “comida en el horno” y el presunto homicida reaccionó respondiéndole de esa manera.
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