En su testamento, elaborado en los últimos años antes de morir, Franco Macri había establecido su deseo de que su fortuna fuera dividida en partes iguales entre sus hijos Mauricio, Gianfranco, Mariano y Florencia y los hijos de Sandra (murió en 2014), la quinta heredera del empresario que falleció en marzo del año pasado.
Pero el problema con el que se encontraron los herederos de Franco fue que Alejandra De Menech, una hija que en 2005 le había ganado un juicio por paternidad al empresario nacido en Italia, reclamó su parte.
En el comienzo de la negociación, los hermanos Macri y los hijos de Sandra le ofrecieron a De Menech, de 55 años y fruto de una relación de Franco Macri con una de sus empleadas, que su parte de la herencia saldría del porcentaje de los bienes que el empresario ítalo-argentino había incluido en el apartado de “libre disponibilidad” en su testamento.
Es que según el nuevo Código Civil, una persona ahora puede decidir a quiénes les corresponderán determinados bienes, pero esos bienes solo pueden alcanzar el 33% del total. De acuerdo al Código Civil, el restante 66% debe ser dividido de forma equitativa entre los herederos.
De esta forma, De Menech avanzó con su reclamo y ahora los abogado de los Macri y de la mujer que nació en 1964, cinco años después que el ex Presidente, negocian un nuevo acuerdo que deje conforme a todas las partes.
La negociación se encaminó luego de que Mauricio Macri tuviera una conversación telefónica con Menech y tras un encuentro personal de Gianfranco Macri con la mujer de 55 años.
Hasta el momento, como parte del proceso de sucesión, la Justicia ordenó una tasación de los bienes que estaban a nombre de Franco con el objetivo de determinar su valor y así poder definir los pormenores de la herencia.
Antes de morir, Franco Macri había donado buena parte de sus bienes a su familia, una maniobra contable habitual que apunta a reducir el pago del impuesto sobre las Sucesiones, y según trascendió, los bienes a repartir son tres inmuebles (uno en Punta del Este, uno en Barrio Parque, en la Capital Federal y uno en Los Polvorines, provincia de Buenos Aires, que está al lado de una quinta que tiene el ex Presidente). Además, también hay dinero a repartir producto de los negocios que Franco Macri llevaba adelante en China.
Franco Macri murió el 2 de marzo del año pasado a los 88 años en su casa de Barrio Parque.
El juicio por paternidad
En abril de 2005, la Sala B de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil de la ciudad de Buenos Aires confirmó un fallo de primera instancia que había establecido que Franco Macri debía reconocer a una hija que tuvo en 1964.
Los jueces Gerónimo Sansó, Luis López Aramburu y Lidia Hernández resolvieron que si el empresario no impugnó el análisis que arrojó que había un 99,99% de coincidencia entre el ADN de Franco Macri y el de De Menech, un estudio que fue aceptado por los abogados de ítalo-argentino, la defensa no tenía derecho a apelar el fallo que ratificaba la paterniadad.
“Si el demandado no ha impugnado el resultado, ni la metodología de la prueba biológica y no ha traído además elemento probatorio alguno que la desvirtúe, no cabe duda del acierto de la sentencia el presumir la paternidad”, sostuvo el fallo.
En esa línea, la Cámara consideró que “deben rechazarse los agravios y confirmarse la sentencia, en cuanto declara al demandado padre de Alejandra De Menech. Con costas al demandado que resulta vencido”.
En 2008, la Justicia volvió a fallar a favor de Alejandra, que había reclamado una compensación por daños y perjuicios y un tribunal obligó al empresario un pago de $ 50.000.
La mujer sería hija de Franco Macri y María Esther De Menech, entonces recepcionista en la empresa constructora Vimac.
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